Mari Paz Salazar, Leire Berzosa, Jon Larrañaga, Eider Martínez, Carlos Zulaica Galdos, Aiala Elorza, Lourdes Linares, Iker Díez Asensio y Yolanda Corada.

Donantes de Sangre

Pionera en España, mueve por pura solidaridad a 20.000 donantes en Álava, en una laberíntica agenda con 450 sesiones repartidas por todo el territorio

Martes, 26 de noviembre 2024

Voluntarios y solidaridad. Son los dos vocablos que explican la actividad de la Asociación de Donantes de Sangre de Álava, un colectivo que se despliega en tres escalones sin jerarquías: los 30 trabajadores de base, entre los que se encuentran médicos, enfermeros y personal de administración que coordina las donaciones; pasando por los 150 voluntarios que se distribuyen por la geografía alavesa y que ayudan en cada punto de destino al autobús de recogida de donaciones en empresas, pueblos o polígonos; hasta los 20.000 donantes que convierten a Álava en una de las provincias españolas con mayor índice de donaciones. «Durante muchos años hemos liderado ese ranking, ahora ya no pero estamos muy arriba», dice Aiala Elorza una de las coordinadoras de la asociación.

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La actividad de Donantes de Sangre es incesante, continua, lógico si se tiene en cuenta que las necesidades de plasma por parte de los hospitales y los enfermos tampoco conoce descanso. A lo largo del año, el grupo organiza 450 sesiones de donación, todos los días laborables, mañana y tarde, y también algunos sábados. El autobús preparado para la recogida pasa por decenas de lugares acordados previamente por las administradoras del grupo. Esto supone manejar la agenda con rigor cartesiano. El plasma se lleva al ambulatorio de Olaguíbel, donde también se encuentra un punto de recogida fijo. Y es ahí desde donde se deriva al Centro Vasco de Tejidos Humanos, a donde se remiten también las bolsas recogidas en Bizkaia y Gipuzkoa.

¿Y llegan las donaciones para cubrir las necesidades? «Llegan», responde Elorza, «pero sí hay algunos momentos del año, como ahora en navidades o vacaciones de verano y Semana Santa en los que se va un poco justo». En esas épocas, el esfuerzo de Donantes de Sangre se centra en realizar campañas de concienciación y recogida, iniciativas donde cobra importancia EL CORREO, que en colaboración con el colectivo refleja en su web y el periódico en papel esas necesidades puntuales y la importancia de la donación. En la asociación agradecen también los reportajes o noticias que de manera más o menos frecuente encuentran espacio en el periódico.

En este punto Aiala Elorza enlaza con el perfil del donante y la dificultad de encontrar un relevo generacional. Hay un tipo de voluntario fiel, ya maduro o veterano, que no falla en acudir a Olaguíbel o al punto de recogida dos o tres veces al año. Y luego está la gente joven, entre veinte y treinta años, que lo hacen de forma algo discontínua. «En Álava hay un gran hábito de donación, pero debemos lograr fidelizar a la gente joven».

Donantes de Sangre se vuelca también en organizar campañas y charlas en todo tipo de centros educativos, no sólo para reclutar gente sino para concienciar, «que el poso de la solidaridad vaya calando», dice Elorza, quien recuerda orgullosa que la asociación alavesa fue pionera en España, tras fundarse en 1953 en torno al hospital Santiago. Luego nació otra en Txagorritxu y las dos se fusionaron en los años 80 para depender de Osakidetza.

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