El Sáenz Horeca reacciona tarde ante el Oviedo
Los vitorianos intentaron en el último cuarto la remontada con un soberbio Berhanemeskel, tras ir perdiendo por 27 puntos
Olga Jiménez
Martes, 20 de diciembre 2016, 23:17
El Araberri se empeñó en volver a reeditar el enésimo milagro, pero para ello se deben alinear muchos factores que ayer no se dieron. Con 27 puntos en contra y las fuerzas justas, los jugadores del equipo alavés volvieron a vaciarse en otra demostración de querer y casi poder cuando la renta se redujo a los 9 puntos de diferencia mientras las dudas asaltaban al Oviedo. Fueron los minutos de cierto pánico para los de Carles Marco, que durante 33 minutos, habían atacado al a perfección la defensa en zona obligada de los vitorianos, con un recital de triples, 14 en total para acribillar sin compasión el aro alavés.
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Oviedo utilizó todos sus recursos de equipo bien armado y fuerte en la pintura con Dos Anjos y el veterano Sonseca exprimiendo la precariedad local. Junto con tres triples consecutivos de Rodríguez y una defensa sólida ante los tiradores de Araberri, Hearst y Berhanemeskel, la primera ventaja del primer cuarto (13-26), aventuraba una noche de remar sin descanso.
No dejó de trabajar la escuadra de Álvarez, con Martín Buesa buscando su espacio en la pintura ante la poca pintura del vigilado juego exterior. Oviedo manejó ventajas cómodas, aunque el amago de reacción local vino dos veces, con deseo, con momentos de brillantes en la dirección de Oscar Álvarado que se marchó con 7 asistencias, pero siempre con respuesta asturiana en un recital del triple, al que se sumó el ex baskonista Carlos Martínez.
Al descanso el 32-48 parecía definir un partido con media sentencia escrita. Otros dos triples consecutivos de Rodríguez, máximo anotador visitante con 23 puntos, colocaban la máxima renta del choque (36-63). Por si eso fuera poco, Hearst empezaba a tener problemas con las faltas y cometía la cuarta. Araberri había controlado sus faltas, dosificado su energía y rotado su banquillo. En esos juegos malabares en los que se mueve Arturo Álvarez para jugar mucho con tan poco, el último cuarto parecía de mero trámite. Volvió a demostrar este equipo ese carácter y personalidad para rizar el rizo e intentar el milagro. Tras casi 30 minutos de defensa en zona, sin casi presión al balón ni al tirador, la defensa al hombre bloqueó al Oviedo. Fue el momento de Berhanemeskel, máximo anotador con 32 puntos y de la eliminación de Hearst, de jugar al límite ante la dureza de los de Carles Marco que, con un banquillo de doce jugadores, endurecieron su defensa. De esa ilimitada fe llegó un parcial 15-0 para recortar la diferencia a 9 puntos (65-74). Quizás el momento en el que las fuerzas ya no dieron para más, donde los errores desde el tiro libre o en canastas bajo el aro pesaron demasiado en la reacción. Nada que objetar al comportamiento de un grupo que volvió a competir por encima de sus posibilidades. Con tan poco, cuánto baloncesto ofrecen estos jugadores que se tomarán unas merecidas vacaciones, aunque breves, ya que el próximo 30 de diciembre cerrarán la primera vuelta de la Liga en Barcelona ante El Prat.
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