El futuro de TVE, en juego

La marcha de Echenique responde a la negativa del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de inyectar dinero público en la cadena si no se acometían recortes más drásticos. En estos dos años, Echenique no ha logrado cuadrar las cuentas del ente público (sectores del Gobierno le reclamaban un ERE, al que él se resistía), TVE ha perdido dos puntos de audiencia (del 11,5 al 9,5% de 'share') y sus Telediarios han sido acusados en varias ocasiones de "manipulación y parcialidad". También es verdad que ha tenido que gestionar el presupuesto más bajo de la historia.

El tratamiento informativo de la dimisión ha levantado ampollas entre los trabajadores de la corporación, que el pasado martes vieron cómo TVE también llegaba tarde a la dimisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. La de Echenique se anunció en la que hasta ese momento había sido su 'Casa' tres horas después de producirse. En la redacción de informativos protestaron poniéndose en pie y dando golpes en el suelo al comprobar, además, que la información solo iba a durar 20 segundos en la escaleta del Telediario de las 15.00 horas. "Airadas protestas y gran dignidad ahora mismo en la redacción del TD para exigir que se haga periodismo, también sobre lo que pasa en RTVE", publicaba en ese momento en Twitter la sección sindical de CGT en la cadena. Finalmente se corrigió el plan inicial y la noticia se acompañó con las reacciones del portavoz socialista, Antonio Hernando, y del propio ministro de Hacienda, que, por cierto, garantizó la viabilidad de RTVE... aunque no dijo cómo.

Inquietud ante lo que viene

Los trabajadores expresaron su inquietud por el futuro de RTVE y de sus empleos. Las cuentas de la corporación arrojan un agujero de 716 millones de euros y un déficit de 134 millones al cierre de 2014. Para asegurar la viabilidad de su proyecto, Echenique había pedido a Montoro un salvavidas de 260 millones, 130 de los cuales ya le fueron ingresados el pasado junio a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI); el resto de la ayuda debía obtenerse a cambio de un paquete de medidas de ahorro basadas en rebajas salariales y el cierre de Teledeporte y su integración en La 2. Pero el ministro requería recortes aún más drásticos para la prometida inyección económica.

El hecho de que Montoro garantizara ayer la viabilidad de RTVE tras ser preguntado por la dimisión de Echenique hace pensar que José Manuel Peñalosa acometerá los recortes necesarios para el desbloqueo de los otros 130 millones de ayuda que harían viable el presupuesto de la cadena. Entre estas medidas podría encontrarse un ERE para adelgazar la plantilla, actualmente de 6.400 empleados. El tijeretazo nunca llegó a figurar en los planes de Echenique, que se despidió de los consejeros alegando "motivos estrictamente personales y porque estoy convencido de que es lo mejor para la 'Casa'". Una casa que ha vuelto a dejar vacía la silla de su presidente.