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Primo Levi, superviviente del Holocausto y miembro de la resistencia.
El secreto del partisano desastroso

El secreto del partisano desastroso

Sergio Luzzato recrea el duro otoño de Primo Levi en el Valle de Aosta en 1943

José Manuel Andrés

Sábado, 24 de enero 2015, 07:59

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«Partisano desastroso». Así definió Primo Levi, tras su liberación del campo de exterminio nazi de Monowitz -adjunto al de Auschwitz-, la faceta de su vida como miembro de la resistencia italiana, movimiento de oposición al fascismo y a las tropas de ocupación alemanas en Italia durante la Segunda Guerra Mundial. En torno a este olvidado episodio de la trayectoria del escritor italiano gira Partisanos: Una historia de la Resistencia, el último libro del historiador genovés Sergio Luzzatto.

«Mi periodo partisano ha sido, sin duda, el más opaco de mi carrera, y no lo relataría voluntariamente: es una historia de jóvenes bienintencionados pero tontos, y bien está entre las cosas olvidadas. Con las alusiones que contiene El Sistema Periódico hay más que suficiente». En estos términos se expresaba Levi, reacio a detallar estos acontecimientos, en una carta de 1980 a Paul Momigliano, presidente del Instituto Histórico de la Resistencia de Aosta.

En 1943, tras graduarse en Química por la Universidad de Turín en 1941 pese a las leyes antisemitas promulgadas tres años antes y con apenas 24 años, Levi formaba parte de la resistencia antifascista junto a un grupo de partisanos del Valle de Aosta, región del noroeste de Italia situada en los Alpes Occidentales, a ambos lados de la cuenca del río Dora Baltea.

Allí, según sus propias palabras, se vio obligado junto a sus compañeros a ejecutar a dos de los suyos pero los detalles de este acontecimiento nunca trascendieron y los hechos pasaron a ser, según palabras de Levi en su libro El sistema periódico, «un secreto desagradable, que nos había expuesto a la captura, apagando en nosotros toda voluntad de resistir y hasta de vivir».

En Partisanos -término que define a los combatientes de la Resistencia en dialecto piamontés- Luzzatto reconstruye este episodio olvidado por el paso del tiempo, con nombres y detalles precisos. La novela analiza y reflexiona en torno a los dilemas morales que acuciaron a los jóvenes de una nación en desbandada tras la rendición de Italia a los aliados y la creación de la República Social Italiana o República de Saló.

Fulvio Oppezzo Furio y Luciano Zabaldano Mare fueron aquellos dos jóvenes partisanos de apenas 18 años sometidos en otoño de 1943 a un juicio sumario y revolucionario en el que participó Levi y en el que fueron condenados a morir fusilados. El 9 de diciembre Levi y sus compañeros ajusticiaron a los adolescentes -que pasarían a ser considerados como los primeros mártires de la resistencia- mediante una ráfaga de metralleta por la espalda -estilo soviético-, en un antecedente de asesinatos y enfrentamientos intestinos posteriores en las filas partisanas.

Cuatro días después, el 13 de diciembre, el químico fue interceptado por los nazis y enviado a Auschwitz por su condición de judío, ya que la revelación de su participación en la resistencia italiana le hubiera conducido a un fusilamiento inmediato.

Partisanos, que causó un enorme revuelo y un encendido debate en los entornos historiográficos y literarios transalpinos antes de llegar el pasado 15 de enero a las librerías españolas, presenta a un Levi obsesionado por este episodio de su vida, cuya culpa le acompañaría hasta su suicidio en 1987. Un Levi testigo de los aspectos más escabrosos de una guerra civil antes de vivir en sus carnes los horrores de la «solución final» de los nazis al «problema judío».

Algunos historiadores y expertos han calificado la obra de Luzzatto como «puro revisionismo histórico» e insisten en que los hechos que su libro detalla tuvieron lugar tras la toma del control del grupo por parte de agentes fascistas infiltrados. El profesor de la Universidad de Florencia Alberto Cavaglion sostiene que los milicianos fueron ejecutados por haber amenazado a Elsa Polkorny, una anciana judía refugiada en la zona, que acabó quitándose la vida, probablemente por el trágico final de los jóvenes partisanos. Una versión desmentida por Luzzatto, cuyo volumen ha sido recurrentemente calificado como «sensacionalista».

Este cruce de acusaciones refleja la dificultad que existe en Italia para tratar un episodio histórico todavía candente aunque, más allá de situarse en el centro de la polémica, Partisanos resulta un interesante ensayo sobre una etapa fascinante de la historia italiana, contextualizada en la trayectoria vital de uno de sus grandes novelistas, ensayistas y científicos.

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