Zuridonna reivindica unos festejos sin agresiones machistas

Así lleva siendo los últimos años, ya que las fiestas de la ciudad empiezan para muchos con la hija de 'La Blanqui' (La Virgen Blanca) cruzando la calle en una tirolina para llegar a los brazos de su madre y, juntas, dar comienzo a las festividades con humor y desparpajo, sin dejar de lado las reivindicaciones.

Y es que antes de la bajada, 'la patrona' de las fiestas tuvo varios invitados, El primera de ellos 'La Moreneta', una virgen que había participado en el «Erasmus Virginal» porque la bajada ya es «una tradición internacional». Esta visita sirvió de punto de partida para denunciar el genocidio, mientras San Esteban recordaba que la virgen «fue una refugiada huyendo de una matanza provocada por un señor».

Las reivindicaciones no acabaron ahí. Poco después, dos ángeles -San Gabriel y San Miguel- salieron al balcón contiguo ataviados con pajaritas arcoíris para celebrar que hace 20 años se aprobó el matrimonio igualitario en España. Luego llegó el turno de la esperada bajada, con la muñeca de Zuridonna surcando los cielos entre gritos y vítores hasta llegar a su madre que la esperaba con brazos abiertos. Una vez apareció junto a ella vestida de comunión, el grupo de baile 'Haize Dulantzi Ta Orbela' le dedicó un sentido agurrak antes de continuar con una velada cargada de sorpresas que suscitó las carcajadas del público.

Uno de los mayores éxitos con los presentes fue la llegada de un Tarzán con la camisa abierta, un polizón que se coló en el balcón de 'La Blanqui' debido a la huelga de jardineros de Vitoria y que había venido a la ciudad a «conquistar la selva de Gamarra y Mendizorroza», suscitando las risas de los presentes. Antes de que Zuridonna y su madre abandonaran el balcón al grito de 'Gora Gasteiz!', San Esteban aprovechó para reivindicar un año más unas fiestas sin agresiones sexistas y «en las que 'sí' sea 'sí' y 'no' sea 'no'». Un mensaje que fue acogido con aplausos del público. Tras la bajada, se rifó un jamón y los presentes disfrutaron del concierto de Aldakan con su música pegadiza en la calle José Erbina.