El voraz incendio en la Sierra de Elgea calcina 30 hectáreas y moviliza a bomberos de todo Euskadi durante 29 horas
Los vecinos apuntan a la falta de limpieza y la Diputación de Álava dice que da 1,4 millones a las juntas administrativas para actuar en sus montes. El fuego ha quedado sofocado a la una de la madrugada de este lunes
Los vecinos de los pueblos cercanos a la Sierra de Elgea, en Álava, se estremecieron este fin de semana con el aparatoso incendio que calcinó ... durante horas un área forestal de «abundante maleza» y alto valor ecológico. La Diputación calcula que se han podido quemar unas 30 hectáreas, aunque este martes volará por la zona un dron de montes, que pertenece al departamento de Agricultura, para afinar con precisión la superficie calcinada. Las llamas, que se iniciaron el sábado por la noche en una zona de muy difícil acceso entre los concejos de Arriola y Narbaiza, alcanzaron durante su fase incipiente grandes dimensiones, lo que provocó que las mismas llegaran a contemplarse e incluso a inquietar a los vecinos de Vitoria, que veían arder desde la distancia parte de esa cordillera que se encuentra a 25 kilómetros de la ciudad.
Finalmente, el virulento fuego, que se originó por causas que aún se desconocen y se investigarán en los próximos días, no causó ningún herido o desalojo ni tampoco afectó a los núcleos urbanos cercanos. Aunque sí forzó una importante movilización debido a su difícil extinción que obligó a bomberos de las tres provincias vascas a desplazarse hasta ese punto, en el que se mantuvieron durante toda la noche del domingo con labores de vigilancia. Al filo de la una y media de la madrugada se ha dado por extinguido, aunque en la zona se mantienen este lunes una dotación de bomberos con una autobomba para controlar la evolución. En total, han trabajado unos 40 profesionales, incluidos bomberos, bomberos forestales y técnicos de coordinación, informa SOS Deiak.
Según detallaron portavoces autorizados de la Diputación Foral de Álava, junto a los efectivos de los parques alaveses de Nanclares de la Oca, Campezo y Salvatierra también se desplazaron en su apoyo brigadas forestales de Bizkaia y Gipuzkoa.
Rachas de viento de entre 40 y 60 kilómetros por hora complicaron la extinción del fuego
Al principio, los profesionales, que trabajaron equipados con maquinaria pesada –contaron con dos 'bulldozer'– y cisternas, actuaron de manera coordinada abriendo cortafuegos para evitar que las llamas se propagaran. Así lograron que las mismas no llegaran al parque eólico situado en la cresta de la sierra, si bien no fue posible determinar la extensión calcinada.
Las maniobras se complicaron por el viento sur que sopló este domingo en esta zona del territorio alavés, con unas temperaturas más propias del verano en las últimas jornadas y ausencia de lluvias, que hicieron que las llamas se propagaran.
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Durante la jornada se registraron rachas de entre 40 y 60 kilómetros que sólo apaciguaron el ambiente cuando al mediodía aparecieron algunas precipitaciones. A la una de la tarde se consiguió perimetrar el fuego gracias a dos helicóptero (el de Euskadi y otro de Navarra) que realizaron varias descargas aéreas de agua. A media tarde los Bomberos de Álava ya habían dado por controlado el incendio «a la espera de que el fuerte viento amaine y cese cualquier riesgo de aparición de nuevos focos».
Entonces, los equipos de extinción centraron sus esfuerzos en enfriar los espacios afectados y asegurar que no quedaran brasas activas que pudieran reavivar el incendio. Por eso, bomberos de los parques de Nanclares, Salvatierra y Campezo y la brigada de apoyo se quedó toda la noche del domingo trabajando en labores de control y prevención, según detalló la institución foral.
Efectivos alaveses han permanecido allí toda la noche trabajando en labores de control
Por su parte, la Junta Administrativa de Narbaiza denunció que el estado seco y con vegetación abundante de la zona propició el incendio, ya que no se ha limpiado la maleza «al no haber ganado». «Desde la Diputación no hay apoyo para limpiar y desbrozar, porque se piensa que cortar un mato es estropear el monte», criticaron.
Otros vecinos de la zona con los que se puso en contacto este periódico coincidieron en ese argumento, y además de señalar que «el bosque está muy seco», trasladaron que «todos los pueblos de la zona van a volver a reclamar a la Diputación que lo mantenga porque ahora no hay ni un camino para subir».
En respuesta, la Diputación indicó a EL CORREO que esa es una cuestión que «hay que trabajar conjuntamente» y señaló que las entidades locales «tiene la responsabilidad real». Subrayó que sólo este año se han destinado 1,4 millones de euros para que las juntas administrativas actúen en sus montes. Además, anunció que están trabajando en medidas para «intensificar la ganadería extensiva», algo que reconocieron «no es sencillo» debido a la falta de relevo generacional en este sector.
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