Vitoria da luz verde a construir en el Campo de los Palacios y descarta reactivar los 300 pisos y chalés de Uleta

El documento pone el foco en frenar la expansión de los nuevos barrios y de la zona sur. Solo entre los sectores de Salburua y Zabalgana, se desclasificará parte de un suelo –pasará a no ser urbanizable– donde iban a construirse cerca de 3.100 viviendas, que se «reordenarán». En los sectores más afectados (como el 14, Olaran) las zonas residenciales estarán junto a la ciudad para liberar la mayor parte como refuerzo al Anillo Verde. A ellas hay que sumar 700 del entorno de Armentia y Uleta. En este punto (sector 17) se encuentran los 300 pisos y chalés que están paralizados desde 2006. No obstante, el Ayuntamiento aún debe definir cómo compensará los derechos adquiridos de los propietarios, para evitar «indemnizaciones millonarias». La fórmula también se aplicará en la zona rural.

El recién aprobado documento fija entre sus objetivos el suelo industrial del Campo de los Palacios. El PGOU apuesta por «reubicar» a URSSA «en otros polígonos» con el objetivo de «implantar usos más amables, acordes al entorno». Los terrenos pasarán a ser residenciales, de uso terciario o equipamiento, «procurando favorecer la consolidación del Anillo Verde con el parque de Olárizu». La principal diferencia de esta zona es que «ya está urbanizada». Es decir, no implicaría el consumo de una mayor cantidad de suelo.

Al margen de trazar los objetivos de la ciudad y su carácter de cara al futuro, el Plan General debía resolver algunas cuestiones concretas sobre diferentes proyectos de expansión, entre ellos el Parque Tecnológico de Miñano. El Ayuntamiento contempla la ampliación de las instalaciones en un espacio de 118 hectáreas, pero desclasifica el 70% de la reserva actual. Es decir, cerca de otras 200 hectáreas.

Algo similar sucede con el aeropuerto de Foronda, donde la eliminación de suelo alcanza el 90%. «Se mantiene únicamente una reserva para albergar el VIAP (Vitoria Industrial Air Park)», recoge el avance. El proyecto requiere algo más de 93 hectáreas. No obstante, la catalogación del suelo requiere una nueva modificación antes de que pueda realizarse el ambicioso proyecto.

El Plan General contempla un eventual crecimiento de Mercedes, pero no lo especifica en el documento. Dependerá de un previo análisis para lograr una «mayor utilización» de las instalaciones actuales. «Se revisarán los aprovechamientos de la ubicación actual», señala el texto, que advierte de que cualquier renovación «se compatibilizará con la preservación de los valores ecológicos del Anillo Verde». Esta última mención hace referencia al bosque de Zabalgana, que podía verse afectado por la nueva expansión de Mercedes.

Como no podía ser de otra forma, el soterramiento del tren figura en el texto base. El documento resalta que la eliminación de las vías en superficie supone una «oportunidad» para facilitar los principales objetivos que persigue la nueva ordenación. Es decir, «cohesionar la ciudad» y crecer hacia el interior, «dar continuidad a la infraestructura verde urbana, regenerar espacios públicos» y lograr un mayor número de «usos mixtos». Además, hace hincapié en la mejora de la movilidad. Esta idea engloba el nuevo espacio liberado con el soterramiento y la mejoría de las conexiones en los ejes este-oeste y las calles norte-sur, al llevar al subsuelo el tráfico de calles como Florida y Manuel Iradier, que pasarían a ser peatonales.

El Plan General contempla reducir el tamaño de las parcelas destinadas a equipamientos comerciales «para adecuarlas al modelo de proximidad». Es decir, existirá una «limitación de grandes superficies en la trama urbana». También «evitará su actividad en la periferia». Estas medidas buscan «fomentar el comercio minorista, de barrio y servicios de cercanía». Para ello se reactivarán bajos y se perseguirán los usos mixtos. Además, se plantea reordenar el suelo no urbanizable para «favorecer la defensa y fomento del sector primario».

El Ayuntamiento pretende «facilitar la implantación de energías renovables» y enfatiza en la revisión de la normativa para favorecer la instalación de energía solar «en tejados y cubiertas». También persigue impulsar edificaciones de mínimo consumo energético, para que el reglamento «no sea un impedimento».