Vitoria suma ya 108 días de lluvia este año

Le propongo un ejercicio de memoria: intente señalar en el calendario la última fecha sin una gota de lluvia que recuerda en esta ciudad. No hay pretensión científica, así que tranquilidad. De lo que se trata es de comprobar en primera persona que llevamos tantas jornadas seguidas con precipitaciones que estamos a nada de perder la referencia de lo que es un día primaveral estable y soleado. Le aporto una pista: Euskalmet ha notificado nueve avisos amarillos. Aquí, la respuesta definitiva: lluvia, lluvia y más lluvia desde el pasado 21 de mayo; dieciséis días seguidos y esto aún no ha terminado.

El dato lo aporta la estación de control que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene instalada en Foronda. No ha dejado de calarse desde hace dos semanas. Podría decirse, incluso, que lleva meses empapada. Porque de los 156 días transcurridos entre el 1 de enero y ayer, 108 han sido húmedos o muy húmedos, según la clasificación pluviométrica que aporta un 'cerebro' que lleva desde 1979 captando información desde ese punto de la Llanada.

El cielo ha descargado agua en cantidad suficiente para que sus sistemas lo hayan calificado como «apreciable». Si contamos los «inapreciables» que se traducen en menos de 0,1 litros por metro cuadrado -sirimiri-, a ese total de 108 aún habría que sumarle otros cuatro días más. Pero quedándonos con el grueso, la regla de tres ya otorga un 68% de jornadas con chubascos, lo que pudiera considerarse habitual teniendo en cuenta el periodo del año en el que nos movemos, a caballo entre invierno y primavera.

Desde el punto de vista científico, los meteorólogos no señalan 'efemérides' -término que emplean para los episodios extraordinarios-. Pero lo cierto es que cuando las cifras se sitúan en un contexto y se juega a comparar, la percepción de que cae agua casi sin parar -de forma moderada o a golpe de tormenta, como está sucediendo en los últimos días por ese embolsamiento de aire frío en capas altas de la atmósfera - responde a una regla aritmética.

Ya puede decirse que en lo que llevamos de este 2018 el cielo se ha desahogado el doble días que el año pasado; 56 frente a los 108 mencionados. Conclusión: «tuvimos un 2017 bastante más cálido», refuerzan desde Aemet. Precipitó menos en los meses invernales y la primavera-verano se adelantó a abril. Lo contrario de lo que estamos viviendo estos días. El anticiclón de las Azores, el que trae tiempo seco, no entrará en la Península hasta mediados de la próxima semana. Y sus efectos no serían inmediatos en Euskadi.