Vitoria protegerá la cruz de Olárizu para evitar cualquier intento de derribo

En consonancia con lo defendido por el Obispado o por otros partidos políticos como el PP, ayer propuso dar algún tipo de protección al monumento para que cualquier empeño en retirarlo de lo alto del cerro de Santa Cruz o Kutzemendi sea baldío. Consideran que dotar a la cruz de un grado de protección como monumento y que se pueda incluir en el catálogo de bienes culturales calificados del Gobierno vasco serviría para eliminar cualquier intento de derribo. En este sentido, los partidos que sustentan al Gobierno local (PNV y PSE) presentarán en el pleno del próximo viernes una moción para se reconozca esta construcción de 1952 como un «elemento de especial significado» para los vitorianos, «digno de protección en la medida que representa una tradición de origen religioso, pero de valor cultural y cívico».

El equipo de Gobierno «no cuestiona» la titularidad de la junta administrativa sobre los terrenos en los que se asienta la cruz de Olárizu «pero el interés general de Vitoria, incluido el vecindario de Mendiola» exige su mantenimiento «como parte de nuestro acervo cultural», defiende. En la moción de PNV y PSE se tenderá la mano a los responsables del concejo en busca de «colaboración institucional» para la conservación del monumento y su entorno «en las mejores condiciones».

La moción de los partidos que sustentan el Ejecutivo local propondrá asimismo un reconocimiento para las personas y familias implicadas en sufragarlo y levantarlo. Estirpes «nacionalistas» como las de Emilio de Apraiz, Gerardo López de Guereñu y Luis Sáenz de Olazagoitia. Y se pedirá condenar «la decisión de las autoridades franquistas de intentar apropiarse ilegítimamente» de la cruz.

Su construcción fue «únicamente por motivos religiosos, ni políticos ni ideológicos», aclaran portavoces del Obispado, «y quienes crean que no fue así desconocen la historia de la ciudad y solo demuestran que por su incultura y prejuicios son capaces de derribar cualquier cosa que desconozcan o vaya en contra de sus ideas». La Diócesis de Vitoria pedirá al Ayuntamiento que proteja la cruz desde el punto de vista urbanístico inscribiéndolo en el Plan General, como primer paso para evitar cualquier intento de derribo. Y después solicitará al Gobierno vasco su declaración como bien cultural calificado de monumento.

«Es el mayor símbolo de la cristiandad, de la fe católica. Lleva casi 70 años entre nosotros y subir a la cruz de Olárizu para despedir el verano se ha convertido ya en una tradición para muchos vitorianos», añaden desde el Obispado. También el PP salió ayer en defensa del monumento como «símbolo» de todos los alaveses. Su presidente en Álava, Iñaki Oyarzábal, anunció que presentará mociones para que el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación presenten recursos –tienen dos meses para ello– a la decisión de Mendiola de arrogarse la propiedad de la cruz «y frenen este despropósito». El dirigente popular cree que la decisión del concejo es un «atropello» y la posibilidad de derribar la cruz es «ir en contra de un sentir muy propio que tenemos».

El domingo, en una asamblea, a la que acudieron 65 de los cerca de 200 vecinos del concejo, se tomó la decisión de considerar la Cruz propiedad exclusiva de la junta adminsitrativa, toda vez que se asienta en sus terrenos. Se criticaba que el Ayuntamiento «no desarrolla ni concreta los valores culturales o religiosos que justificarían» la protección del elemento y, además, que «no existe norma o disposición alguna que lo posibilite cuando incluso el Plan General de Ordenación Urbana omite cualquier referencia» a él. Incluso se tildó de «inviable» la pretensión del Consistorio de «reconocer que la cruz ha sido promovida y financiada por vecinos de Vitoria», como suscriben los historiadores locales.