Vitoria paga 4,6 millones al año por calentar 235 edificios y quiere reducir un 12% la factura
El Ayuntamiento destinará 43 millones de euros hasta el año 2030 al nuevo contrato de eficiencia energética, uno de los de más cuantía de la institución
Mantener calientes los 235 edificios municipales le cuesta al Ayuntamiento de Vitoria nada menos que 4,6 millones de euros al año. Es lo ... que paga a día de hoy por el combustible que alimenta las calderas de gas y biomasa. Pero además, tener a punto las instalaciones de climatización (calefacción, aire acondicionado y ventilación) y las de agua sanitaria de todo este parque inmobiliario público supone un esfuerzo económico de otros 2,7 millones a los que se suman otros 660.000 euros de renovación de equipamientos. Es uno de los servicios que más le cuesta al Consistorio y está a punto de cambiar de manos. El Gabinete Etxebarria tiene ya seleccionada a la empresa que se hará cargo del denominado contrato de «eficiencia energética» en los próximos cinco años, por el que recibirá 43,4 millones de euros; 8,2 millones más que ahora, según ha explicado este jueves la concejala de Mantenimiento, la peneuvista Izaskun Reyes.
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El 21% de la energía que necesitan estos equipamientos se obtiene ya de biomasa
Este contrato, que se creó hace 26 años y ha sido el modelo en el que se han basado decenas de ayuntamientos de toda España después, se plantea como reto reducir el consumo de energía en más de un 12% y en consecuencia rebajar en 3.798 toneladas las emisiones de CO2 que salen de estos edificios. «En su cuarta licitación, este contrato evoluciona, pero manteniendo la filosofía inicial: prestar un servicio de calidad racionalizando el consumo energético y disminuyendo las emisiones de gases contaminantes», explica Reyes.
Para lograr esa eficiencia, la empresa que se haga cargo de estas labores deberá intensificar los trabajos preventivos como el de evitar que haya brotes de legionelosis en las instalaciones climatizadas. Además, ha de renovar 2.250 equipos y componentes y hacer frente a más de 400 obras, entre ellas, la de sustituir algunas de las instalaciones que funcionan con gas por otras de aerotermia o la de instalar sistemas de recuperación de calor en las canchas deportivas, las mismas que son colegios electorales.
La edil peneuvista ha detallado que confía en tener adudicado el contrato en las próximas semanas a fin de que la nueva firma (que deberá subrrogar al personal de la actual contrata) comience a trabajar a finales de diciembre o principios de enero.
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Izaskun Reyes ha repasado los hitos logrados por Vitoria en estos 26 años con este modelo de gestión eficiente. Las instalaciones se han modernizado, lo que ha reducido costes y contaminación, pero además están al día de las nuevas normativas.
Del gasóleo a la biomasa
El primer contrato de estas características, el de 1999-2009, fue pionero, al disminuir la polución urbana mediante la reforma de 48 salas de calderas y mejoras en 148 salas técnicas. Se sustituyó de manera paulatina el gasoleo por el gas natural, en aquellos primeros años conocido como el 'gas ciudad'.
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A eso se sumaron mejoras en el control de instalaciones mediante un novedoso sistema de telegestión, regulación y control y otro de mantenimiento asistido por ordenador. Es el que permite localizar una avería en tiempo y hora. Y en esa década se empezaron a hacer los primeros trabajos de mantenimiento preventivo para evitar fallos.
El segundo contrato se centró en tratar de consumir menos gas. Así, llegaron las primeras calderas de biomasa. «Todo ello generó un ahorro neto estimado de un 15%», resumió la concejala de Mantenimiento. Se incluyó la gestión de los sistemas de aire acondicionado y se realizó una inversión global de 7.500.000 de euros en renovación e innovación tecnológica.
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La tercera licitación es la del contrato que termina este año (2019-2025) y que gestiona una superficie térmica total de 600.000 metros cuadrados y 300 salas técnicasde edificios de varios tipos. En este lustro, se han realizado 700 actuaciones de mantenimiento y 4.000 de control de focos de legionela. Tras una inversión en mejoras cercana a los 10 millones de euros, se ha reducido el consumo energético acumulado en tres años en más del 24% y las emisiones de CO2 en más del 34%.
Uno de los mayores ahorros procede de la biomasa. Hay ya una decena de calderas que funcionan con restos de poda y otro tipo de material procedente de árboles junto a edificios como la Casa de la Dehesa, los centros cívicos de Ibaiondo, Iparralde, Hegoalde o Lakua, en Mendizorroza y en los polideportivos de San Andrés y Abetxuko. «Ha aumentado el consumo energético a partir de biomasa pasando de un 8% a un 21%», destaca Reyes. Las redes de aerotermia, agregó, generan un ahorro anual de más de 600.000 Kwh. Además, se han han renovado unos 2.000 equipos y componentes.
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