Una patrulla de la Policía Local entre varias terrazas ajenas a la información. Rafa Gutiérrez

Vitoria ha multado a 300 terrazas en menos de dos años por infringir la norma de veladores

Los hosteleros han desembolsado más de 90.000 euros. La mitad de las sanciones es debido a licencia caducada o poner más mesas de lo permitido

Lunes, 28 de julio 2025, 00:12

Es imposible ya concebir la hostelería de Vitoria sin terrazas. Aquellas mesas, que surgieron de la nada durante lo peor de la pandemia para que los clientes pudieran tomarse su café en la calle respetando la distancia de dos metros entre unos y otros, se han convertido hoy en veladores de éxito, donde es imposible encontrar sitio los días de sol y que hasta en el crudo invierno cobijan a los adeptos al poteo al aire libre. Pero esos más de 600 locales con terraza están sujetos a normas. No hay caos que valga y de poner orden, y de paso 'monetizar' las mesas, sillas y sombrillas, se encarga una ordenanza municipal reguladora que algunos bares no cumplen muy a rajatabla. Según los datos que maneja el Departamento de Espacio Público y a los que ha tenido acceso EL CORREO, desde julio de 2023 y hasta el pasado mes de junio, se han registrado cerca de 300 denuncias contra establecimientos hosteleros -algunas veces varias papeletas por local- por infracciones.

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La cifra

3.000 euros de multa

pueden llegar a tener que pagar los hosteleros que cometan las infracciones más graves, como la de tener la licencia caducada o poner más mesas y sillas de las permitidas y además ser reincidentes. En uno de los casos se le retiraron de oficio todos los veladores.

En la mitad de los casos los incumplimientos son «muy graves». Ha ocurrido en 159 ocasiones. Los policías locales e inspectores que visitan periódicamente las terrazas se han encontrado con licencias caducadas, terrazas instaladas sin autorización del Consistorio, un «reiterado» exceso del número permitido de sillas o mesas, o las han visto colocadas antes del horario permitido por la ordenanza, señalan portavoces del departamento que dirige Beatriz Artolazabal.

Un total de 70 de estos incumplimientos entran en el rango de lo que se considera «grave». Se trata de superar el número autorizado de veladores o mantener el mobiliario en vía pública fuera de horario o sin recoger adecuadamente. Y otras 71 infracciones han sido «leves», relacionadas principalmente con la falta de condiciones óptimas de limpieza, la ausencia de visibilidad de la licencia o el incumplimiento de las distancias mínimas entre elementos.

Las sanciones económicas varían según la gravedad de la infracción: de 300 a 750 euros en casos leves; de 751 a 1.500 euros, en casos graves, y de 1.501 a 3.000 euros en las muy graves. A los establecimientos que han optado por acogerse al pago voluntario anticipado, «se les ha permitido beneficiarse de las reducciones previstas del 40% o el 20%», destacan los mismos medios.

700 euros de media

De momento, se llevan recaudados 90.824 euros en base a 128 multas pagadas, lo que supone un pago medio de más de 700 euros. Hay 147 expedientes en proceso y se han anulado 18 sanciones. Pero también hay casos cerrados en los que el hostelero se resiste a pagar. «En situaciones de especial reincidencia y ante la acumulación de sanciones impagadas, el Ayuntamiento ha actuado con mayor contundencia. En una ocasión, se procedió a la retirada de oficio del mobiliario de un establecimiento», han indicado los mismos medios. Otros, como un conocido restaurante de la calle Prado cuya terraza está fuera de ordenamiento según el Ayuntamiento, han optado por apurar todas las vías legales.

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Las disputas entre vecinos y hosteleros por la colocación de veladores acaban con frecuencia en la oficina de la Síndica, Leire Zugazua. Por su parte, los hosteleros defienden que les resulta complicado cumplir la ordenanza al pie de la letra cuando a veces son los clientes los que mueven las mesas de sitio o cuando nadie les avisa de que tienen que renovar la licencia.

Para la primera teniente de alcaldesa y concejala de Espacio Público, la peneuvista Beatriz Artolazabal, «el cumplimiento de la ordenanza de veladores es clave para garantizar el equilibrio entre la actividad hostelera y el derecho al uso y disfrute del espacio público por parte del conjunto de la ciudadanía». Descarta que haya persecución al hostelero y defiende que «estamos actuando con los medios que tenemos frente a los incumplimientos, con el objetivo de asegurar una ciudad ordenada, accesible y respetuosa con las normas. No se trata de perseguir al sector, sino de exigir que todos jueguen con las mismas reglas».

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«Trabas» para los veladores cerrados

La ordenanza de veladores se modificó en agosto de 2022 para dar respuesta a esta nueva tendencia hostelera. También especifica en qué condiciones pueden cerrarse las terrazas, algo ideal para el invierno vitoriano. Pues bien, según desveló recientemente la concejal del PP Marta Alaña, sólo cuatro locales han dado el paso de instalar veladores cerrado con anclajes o contrapesos en este tiempo. La edil popular acusaba al Ayuntamiento de «poner trabas» a los hosteleros por la interpretación «estricta y limitativa de la ordenanza» y daba a conocer un caso en el que se denegó una licencia por el diámetro de las copas de los árboles de alrededor. Frente a esto, SEA Hostelería pide más flexibilidad y más agilidad a la hora de dar respuesta a las solicitudes. La inversión que se hace en este tipo de terrazas con cierre ronda los 20.000 y 30.000 euros, de ahí que si la licencia no llega a tiempo para salvar la temporada de invierno, muchos desisten de hacer ese gasto. Artolazabal asegura que se responde en dos meses.

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