Vitoria se unirá con Madrid en tres horas desde julio con la llegada del AVE a Burgos
El viaje con la capital será entre media hora y 40 minutos más corto con el estreno inminente de la Alta Velocidad en la ciudad castellana, tras varias décadas de retraso
De aquel «principios de 2020» a julio de 2022. Casi dos años desde la última expectativa y varias décadas en el cómputo global de retrasos. ... Pero ahora sí, el AVE entrará en Burgos de forma inminente; «en unas semanas». La fecha aún no se ha concretado. Está pendiente de cuadrar las agendas institucionales (incluso con Casa Real) para una inauguración por todo lo alto. Pero ya hay efectos colaterales para los vitorianos.
El primero: Renfe se ha lanzado a reprogramar horarios y ha eliminado de su web de reservas todos los Alvia que comunican la capital alavesa con Madrid a partir del 1 julio. Ayer solo era posible hacerse con un billete a las 07.40 horas y en un media distancia que tarda 4.55 minutos en entrar en Madrid (casi una hora más que el Alvia). La situación, según el operador ferroviario, será «temporal» y (se insiste) condicionada a ese día clave del estreno del AVE entre Burgos y Madrid.
Lo importante llegará después. La estación de Dato tendrá a su alcance Chamartín en apenas tres horas. El enganche de Alta Velocidad con Burgos se traducirá en un tijeretazo significativo. De las 3 horas y 52 minutos que dura hoy ese desplazamiento en los Alvia a 3 horas y 7 minutos y, en el mejor de los casos, incluso las 2 horas y 55 minutos. Los tiempos definitivos dependerán de muchos factores (velocidades en distintos tramos, paradas en estaciones, etcétera), pero, en todo caso, el viaje será mucho más corto. Hace tres años se barajó una estimación porcentual (la nueva infraestructura de la capital burgalesa ahorraría en torno a un 25% de tiempo) y en distintas simulaciones se han conseguido recortes de «entre los 30 y 45 minutos».
La clave del tiempo arañado está en que los convoys podrán alcanzar su velocidad pico en el nuevo pasillo AVE de 89 kilómetros entre la localidad palentina de Venta de Baños y la estación de Burgos. Aunque, eso sí, hasta llegar a su estación ferroviaria (Rosa Manzano), el tránsito sobre la actual vía convencional, no permitirá al maquinista 'pisar' a más de 160 kilómetros por hora. Y luego sí, el Alvia, 'volará' a 250 kilómetros consiguiendo mantener esa velocidad pico hasta su entrada en Chamartín.
En todo caso, bastante menos de lo que ofrece la capacidad de absorción del nuevo trazado AVE. Las pruebas de circulación entre Venta de Baños y Burgos culminaron el pasado mayo y en ellas participó el nuevo Talgo Avril -que se fabrica en la planta alavesa de Rivabellosa- consiguiendo alcanzar los 360 kilómetros por hora. Un viaje 'speedico' que tardará aún varios años en ser posible desde Vitoria.
EN ESPERA
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Enganche con Dato. Adif adjudicó el pasado junio por 27,5 millones la obra del enlace de 3,6 kilómetros entre la ciudad e Iruña de Oca, que permitirá unir la 'Y' vasca con la meseta. Las obras durarán doce meses y deberían culminar en 2023.
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Soterramiento. 13 empresas optan a la redacción del proyecto básico de la infraestructura a su entrada a Vitoria y el nudo de Arkaute. El contrato, 3,3 millones de euros.
Licitación pendiente
Porque el tramo con la capital castellana sigue pendiente de cumplir con un trámite fundamental: la licitación de un proyecto que se esperaba inicialmente para el primer trimestre del año -al menos así lo anunció la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en su visita a la capital alavesa- y que, posteriormente se enmendó a un «primer semestre» que expira la próxima semana. El proyecto tiene estudio informativo desde diciembre del pasado año.
La llegada del AVE a Burgos pone fin a décadas de falsas expectativas, con mensajes políticos hiperbólicos vacíos y una retahíla de plazos incumplidos. Incluso (porque hay de todo) errores técnicos que llevaron a 'reproyectar' sobre proyecto y, lo que es peor, a modificar estructuras recién levantadas que ni siquiera pudieron estrenarse. Más de sesenta maquinistas han completado su formación en Miranda en el último mes. E incluso la estación burgalesa, considerada de primer nivel, cambió su nombre. Contrarreloj se reparan desde hace días las goteras en su terminal principal y ya cuenta con el escáner de equipajes para los pasajeros del AVE.
Renfe prepara la vuelta del Alvia de primera hora desde Dato
Había que madrugar (y mucho), pero permitía ir y volver a Madrid en el día. Con la pandemia el tren Alvia que partía de la estación de Dato a primera hora de la mañana (6.45) y que llegaba a Chamartín a eso de las diez y media, desapareció de la programación de Renfe acabando con una inercia de estancias fugaces en la capital vinculadas principalmente a los negocios.
Pero este tren volverá. Y, aparentemente, lo hará coincidiendo también con la entrada en funcionamiento del servicio de Alta Velocidad en Burgos. O eso es al menos lo que se avanza desde Renfe. «La intención es tener de nuevo ese servicio de primera hora. En el mismo momento en que entre en funcionamiento (el AVE de Burgos) sabremos todos los nuevos horarios. En cierta manera, por eso se ha tardado tanto», se subraya.
El matiz está en que, al menos en esa suerte de insinuación, no hay referencia a la que ha venido siendo la justificación oficial de la compañía ferroviaria durante meses: la demanda insuficiente de viajeros. Sea como fuere, la desaparición de esta conexión suscitó las quejas de las asociaciones empresariales alavesas, pero también de las administraciones.
Hace dos meses, el diputado general, Ramiro González, aseguraba en el pleno de las Juntas Generales que la institución foral mantenía «contacto permanente» con Renfe para restablecer el servicio y aseguraba que «de forma personal» se lo había «trasladado a la ministra» (Raquel Sánchez). La patronal SEA y la Cámara de Comercio vienen insistiendo desde diciembre del pasado año en que la falta de ese Alvia «nos resta competitividad».
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