Vitoria insiste a Lakua que el suelo para el polígono de Foronda está libre para su compra

Así que la pelota salta de un tejado a otro sin que nadie la pare, pese a la sintonía política en ambos gobiernos. La sociedad pública de promoción y gestión de áreas empresariales y polígonos industriales (Sprilur) es la encargada de firmar las compras. Pretende 466.000 metros cuadrados, para los que realizaría un desembolso de 2,3 millones de euros hasta 2024. La operación se iba a reactivar este ejercicio -tras años de consignación y no ejecución presupuestaria-. Pero todo apunta a que no será posible. «Seguimos considerando estratégico el proyecto y se seguirá incorporando a los presupuestos». Pero sin la aprobación del PGOU «no se dan las condiciones para seguir adelante con el VIAP». Mismo mensaje del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, que dirige Arantxa Tapia.

Entre líneas se puede leer que es la incertidumbre la que fuerza el frenazo. PNV y PSE no pueden sacar el Plan General adelante por sí solos y Elkarrekin quiere jugar su carta contra la carretera del sur para apoyarlo. Bloqueo político con elecciones municipales en ciernes. Así que resulta fácil interpretar que Sprilur lo ve como una especie de salto al vacío. Que no va a dar. Quiere seguridad jurídica. Más aún cuando el desarrollo del 'macropolígono' lastra años de dificultades y no parece tener cariz de máxima urgencia.

«El planeamiento y las normas son las que son y en ese 80% (de suelo disponible) se podría» ejercer la compra; «es utilizable de manera inmediata», de «ocupación directa», recalcan desde el Ayuntamiento. El 'no' del Gobierno vasco también parece haber pillado con el pie cambiado a la Diputación, que prefiere guardar silencio. A Aena, el otro socio en el proyecto VIAP, le deja fría. La sociedad gestora de las infraestructuras aeroportuarias tampoco se pronuncia sobre el actual 'impasse'. «Aena tiene interés y, cuando se resuelvan las cuestiones entre el Gobierno vasco, la Diputación y demás, adelante con ello», aseguraba Denis Itxaso, delegado del Gobierno, hace un año.

Las trabas medioambientales parecieron disiparse con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Ebro hace un año a la construcción de un dique en el Zaia. En julio una sentencia judicial declaraba «nulo» el proyecto. Otro frente abierto.