La consejera Beatriz Artolazabal (de rosa) saluda a la periodista Eider Hurtado en compañía de los presos protagonistas del documental. rafa gutiérrez

Mi vida en la prisión de Zaballa

Una decena de internos del penal más grande de Euskadi comparten sus miedos e ilusiones en 'Historias de la cárcel', que se emitirá hoy a las 22.30 horas en ETB2

Jueves, 5 de mayo 2022, 00:29

Son las ocho de la mañana. Las puertas de las celdas se abren y empieza el recuento. Por delante quedan doce horas para talleres, comida, ... paseos por el patio. Siempre igual. Nada cambia en la rutina de los presos de la cárcel de Zaballa hasta que llega el ansiado tercer grado. Nada excepto para Asier, Vicente, Bouchefra, Iratxe, Luzdeira, Omar, Bryan, Pedro y Fernando. Estos últimos meses estos internos y algunos funcionarios se han convertido en los protagonistas de 'Historias de prisión'. Un documental impulsado por el Departamento de Justicia, Igualdad y Políticas Sociales del Gobierno vasco y coordinado por la periodista Eider Hurtado que verá la luz esta noche a las 22.30 horas en ETB2.

Publicidad

El documental recorre todos los módulos entre los 80.000 metros cuadrados de la prisión más grande de Euskadi. Para presentarlo, ayer se celebró un preestreno en el salón de actos de la prisión con la presencia, entre otros, de la consejera Beatriz Artolazabal y el director del penal, Benito Aguirre. «Cualquiera puede tomar decisiones erróneas en la vida y terminar en la cárcel. Estáis aquí por decisiones judiciales no arbitrarias, pero todos y todas debemos, debéis, tener el derecho a una segunda oportunidad», reivindicó la 'sailburu' delante de todos los internos congregados.

Ninguno perdió pista de los participantes en este documental, en el que se trataron temas que a ninguno le resultaron ajenos. Los trastornos mentales, la dificultad para reinsertarse, tener que estar lejos de la familia y en especial de los hijos o el terrible submundo de las adicciones. Todos ellos están, por desgracia, a la orden del día. Omar, sin ir más lejos, tuvo una infancia muy difícil, vivió el mundo de la droga desde pequeño, probó la heroína a los 13 años y acabó enganchado. Empezó su desintoxicación ya entre rejas.

Desde entonces, la cárcel ha ido mejorando sus servicios para tratar de recuperar a los internos de sus adicciones. No sin sustos. Una sobredosis en su celda casi le cuesta la vida. «Empecé a tomar pastillas, me pasé y al día siguiente no desperté». Esta es solo una de las cosas que han cambiado en la prisión. La publicación de estos casos en EL CORREO cambió el protocolo y ahora, en vez de dar blísters completos, se dan solo las imprescindibles. «Para mí estas instalaciones son el mayor centro socio-sanitario del País Vasco», dice el director de la prisión.

Publicidad

Hoy el gran reto del sistema penitenciario, cuya gestión pasó a manos del Gobierno vasco el pasado octubre, es potenciar la reinserción. Asier trabaja en la limpieza, Bryan hace de peluquero para sus compañeros. Todo para que, como Benito, otro de los protagonistas del documental, tengan un trabajo estable. Tras ser detenido por participar en una red de narcotraficantes gallegos, se licenció en Derecho. Como abogado ahora ayuda a otros que, como le pasó a él, han sido privados de su libertad. Esa es la esperanza a la que se agarran cuando por la noche la sirena les recuerda que les toca de nuevo volver a sus cuatro paredes.

Manuel Gutiérrez, Jefe de servicio

«ETA asesinó a tres funcionarios y a todos ellos les conocía»

Con más de 20 años de experiencia en Zaballa, ha tratado con multitud de presos. Con muchos de ellos ha cogido confianza, incluidos los de ETA. La organización terrorista mató a tres de sus compañeros pero, insiste, «trato a todos los presos por igual». También saluda con ilusión el proyecto de extender los encuentros entre víctimas y victimarios para favorecer la empatía. «Muchas veces me pongo en el lugar del preso y me doy cuenta de que podría haber pasado por su misma situación».

Iratxe, Presa

«Mi sueño es salir, recuperar a mis hijos y montar mi propio bar»

Una relación tóxica la llevó a caer en la drogadicción; después llegaron los malos tratos. Iratxe representa a ese 80% de presas que han sido víctimas de la violencia machista. Lleva 7 años circulando por varias prisiones y, con la mayoría de la pena cumplida, solo piensa en conseguir un trabajo estable para recuperar a sus hijos. «Quiero montar un bar». Dentro del plan espera que esté Pelayo, un preso con el que lleva 5 meses de relación. «Nos conocimos hablando desde las ventanas de nuestras celdas».

Bouchefra, Preso

«Este mes veré por primera vez a mi familia tras 8 años»

Bouchefra refleja la muchas veces difícil integración de los migrantes, que representan el 29% de la población reclusa de Euskadi. Él llegó a España con 15 años en los bajos de un camión desde Marruecos. Como menor estuvo tutelado. «Ellos me conseguían casa y trabajo, pero las malas compañías me llevaron por mal camino», se confiesa. Hasta hace poco no dijo a su familia que estaba preso. Tras ocho años sin verles, este mes tendrá el primer vis a vis con sus padres.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad