El 'veroño' provoca plagas de conejos en Olárizu y Rioja Alavesa
El calor y la «ausencia de depredadores» favorecen su expansión en viñedos y ahora también en distintos puntos del Anillo Verde vitoriano
Entre los matojos sobresale el perfil de dos orejas alargadas de color pardo que de repente pasan a ser cuatro, después ocho y luego una ... docena. La población de conejos se extiende en puntos como el parque de Olárizu, donde se puede observar a nutridos grupos de ejemplares en el entorno del vivero municipal. Se trata de una especie que ha estado presente en Vitoria pero que en los últimos tiempos se ha multiplicado sobre todo en determinadas ubicaciones, coinciden expertos y personas asiduas al lugar. Hay también plaga en Rioja Alavesa, de mayor calado y que se repite desde hace años.
Entre los factores que explican la sobrepoblación de estos mamíferos está su gran capacidad de adaptación a entornos donde pueden reproducirse, a lo que contribuye el clima más cálido y la ausencia o escasez de depredadores. Es el caso del gran parque ubicado en el sur de la capital alavesa, donde parece que estos animales han encontrado un enclave favorable para establecerse. «Han proliferado y hay bastantes, también en la parte del parque que va desde el laberinto hacia Puente Alto», corrobora el biólogo Andrés Illana. «Aprovechando que en esa zona no hay muchos depredadores, como zorros o aves rapaces, es más fácil que se reproduzcan. Al ser herbívoros tienen alimento suficiente, y se defienden bien del ser humano», analiza el entendido vitoriano. El 'veroño' que se ha prolongado este curso en la capital alavesa favorece su expansión. Según apunta Illana, en otros puntos del Anillo Verde también hay grupos abundantes de ejemplares, por ejemplo en Yurre.
En la Llanada hay entre 20 y 50 ejemplares por kilómetro cuadrado según el Instituto de Recursos Cinegéticos
En Olárizu son numerosos los paseantes que han apreciado un incremento de estos animales. «Todos los días que camino por la vía que va desde Campo de Los Palacios al Vivero veo a varios conejos que salen saltando de la vegetación de los márgenes. Últimamente hay muchos más», constata Eladio López, vecino del barrio de SanCristóbal.
Lo cierto es que el Oryctolagus cuniculus, nombre en latín del conejo común o europeo, vive actualmente a gusto en algunas zonas del municipio. Pese a que la especie suele habitar en áreas secas próximas al nivel del mar y en bosques, su gran facilidad para acomodarse a la actividad humana hace que se asienten en parques urbanos. Son bichos de hábitos nocturnos y crepusculares, que acostumbran a alimentarse desde que anochece hasta que amanece, y pasan la mayor parte del día en su madriguera.
Densidad «media» y «alta»
A pesar de la elevada población de conejos detectada en algunas áreas de la capital alavesa, los últimos estudios sobre su presencia en España reflejan que mientras en determinadas partes adquiere proporciones de plaga y causa numerosos daños a la agricultura, en otras se halla en recesión. En el caso de Álava central, su densidad se cifra como «media», con entre 20,1 y 50 ejemplares por kilómetro cuadrado, mientras en Rioja Alavesa es entre «media» y en algunas zonas de esa comarca «alta», con entre 50,1 y 100. Así lo recoge el reciente censo elaborado por investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) en el marco del proyecto 'Life Iberconejo' coordinado por WWF España. Según este informe, la densidad es alta en cuatro grandes zonas españolas asociadas a medios agrícolas (además de los valles del Ebro y Guadalquivir, las mesetas sur y norte), donde se concentra el conflicto con la agricultura, mientras en otros grandes espacios de la península escasea.
Las zonas de la provincia donde más abundan están en Rioja Alavesa, donde persiste la plaga, confirman portavoces del departamento de Agricultura de la Diputación. En 2023 el problema se agravó tanto que se autorizaron batidas de caza con carácter de emergencia para evitar mayores daños en el sector vinicultor, que sufrió fuertes pérdidas económicas. Y es que esta cuadrilla reúne las condiciones para que el conejo, que puede llegar a criar cuatro camadas al año, se adapte y procree. En aquel episodio, buena parte de los afectados se decantó por utilizar escopetas y también hurones para controlar las poblaciones de estos mamíferos en sus fincas.
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