Se vende un edificio de cuatro plantas en la 'Pinto' por 340.000 euros

El edificio data de finales del siglo XIX (fue construido en el año 1885 según la ficha del Ayuntamiento) y sufre algunos achaques propios de su edad, que resultan más visibles en la parte más cercana al portal 34. En un informe arquitectónico municipal de 2007 ya se recoge que algunos elementos se encuentran lejos de un óptimo estado de conservación. Se citan, por ejemplo, la cubierta y la composición interior del edificio, aunque en principio la estructura no corría grave peligro.

El mismo documento municipal apuesta por una intervención «profunda» para su recuperación. En función de los diferentes grados de actuación que plantea, la estimación del coste varía entre los 143.000 y los 285.000 euros, según los cálculos de los técnicos. De ahí que la venta de ahora se dirija más a una empresa de construcción o a una posible operación de inversión que para un particular. En cualquier caso, se trata de cifras que se encuentran pendientes de actualización y, de hecho, ese documento de hace 17 años está pendiente de renovación por parte del Ayuntamiento a través del nuevo PERI (Plan Especial de Rehabilitación Integrada) del Casco Medieval, que está previsto para 2025.

A su antigüedad, no obstante, hay que añadir también algunos episodios que no han contribuido precisamente a su regeneración. Entre ellos destaca la okupación que sufrió el edificio a principios de 2008. Fue entonces cuando un grupo de jóvenes irrumpió en algunos pisos del edificio a modo reivindicativo y «para comenzar un proyecto autogestionado». Al parecer, entre sus prioridades no se incluía la rehabilitación integral que para entonces ya necesitaba el inmueble.

Tres de las cuatro viviendas del bloque, que carece de ascensor, cuentan con dos habitaciones y una superficie de algo más de 76 metros cuadrados (sin incluir las zonas comunes). El piso de la última planta, mientras tanto, es algo más pequeño (tiene 63 metros), y el local comercial, que permanece sin actividad, posee casi 68 metros cuadrados. El exterior de la vivienda destaca por los reconocibles miradores de Vitoria, precisamente donde más se percibe el deterioro entre las dos mitades del inmueble.

Con todo, el inmueble no se encuentra en una de las zonas críticas del Casco Viejo, ya que varios de los inmuebles que le rodean se han sometido a alguna renovación en los últimos años.