Los vecinos del Sur de Vitoria se suben al metro ligero
Miles de vitorianos se subieron este sábado al tranvía en una jornada con viajes gratuitos
En Florida
«Estoy encantado, esta ampliación es un avance total para la ciudad»
Con los vagones a rebosar, Amparo Bustamante y Marian López de Ullibarri tuvieron que dejar pasar un tranvía y esperar a que llegara el siguiente ... para estrenar el nuevo recorrido hasta la zona de la Universidad. «Hemos venido para conocer por dónde pasa exactamente y las nuevas paradas, para estar informadas por si en un futuro lo tenemos que usar», confesaban estas amigas, ambas residentes en el centro de la ciudad. «Yo tengo un hermano que vive en la calle Heraclio Fournier y me viene bien para ir hasta allí», señalaba Marian en la parada de Florida.
A escasos metros, Inés Navidad esperaba la llegada del metro ligero acompañada de su marido y sus nietos. «Vivo aquí al lado y hasta ahora cogía el tranvía en la parada de Angulema para llevar a los nietos al colegio. Ahora lo tengo más cerca de casa, así que estoy contenta con la ampliación», comentaba la mujer, feliz también por el fin de unas largas obras «que nos han molestado un montón». En la parada y dentro del vagón se mezclaban conversaciones sobre las frecuencias, la gratuidad del servicio durante esta primera jornada o sobre las primeras impresiones del trayecto.
Era el caso de José Luis Barroso y Emilio Martín, que subieron en Florida para realizar el trayecto hasta Universidad. «Hoy nos hemos montado para conocerlo y sube muy bien la cuesta de Las Trianas. Pero yo lo utilizaré sobre todo en dirección a Ibaiondo. Para ir a la estación de autobuses me va a venir de maravilla», compartía Emilio. Al igual que él, José Luis, reside en el tramo final de la calle Los Herrán, y estaba «encantado» con esta ampliación que calificaba como «un avance total para la ciudad».
Pero entre los viajeros también había quien criticaba «el enorme destrozo para la ciudad» que a su juicio ha causado esta extensión y quienes recordaban «la tala indiscriminada de árboles». Eso sí, lo hacían haciendo uso del servicio.
En Hegoalde
«Todos los sábados venimos desde Lakuabizkarra, nos viene genial»
Raquel Martínez estrenó ayer a mediodía la nueva parada de Hegoalde acompañada de dos amigos con destino Sancho el Sabio. Sin embargo, en su día a día tomará el tranvía para ir un poco más lejos. «Yo trabajo en Txagorritxu y me va a venir muy bien para ir hasta allí. Hasta ahora lo cogía en Angulema o iba andando», confesaba la joven, residente en la calle Txirula del barrio de Adurza. «También me va a hacer mucho más cómodo el camino hasta la estación de autobuses», añadía. A su juicio, esta extensión «es positiva para la ciudad. Nos deberíamos acostumbrar a coger menos el coche y utilizar el transporte público».
Al igual que ella, también se subieron por primera vez en la parada de Hegoalde para acercarse hasta el centro Blanca Muriel y Jesús Díaz. El matrimonio reside en el número 2 de la calle Heraclio Fournier y utiliza habitualmente el autobús urbano. Ahora, celebran tener también la opción del metro ligero para sus trayectos. «Yo trabajo en el centro y para el día a día no me va a hacer falta porque voy andando, pero me parece perfecto por ejemplo para llegar hasta Txagorritxu. En el barrio hay mucha gente mayor y les va a venir muy bien», reflexionaba Blanca.
«Entre el autobús y el tranvía yo me quedo con el tranvía por comodidad. Además contamina menos y ayuda a que haya menos tráfico», apuntaba Jesús. Ambos pensaban además en los universitarios que descienden en la estación de autobuses y que desde ahora tienen conexión directa con el campus. «Creo que en ese sentido va a venir muy bien. Y el próximo ramal a Salburua ojalá lo veamos pronto», deseaba el hombre.
Amaia Ortiz descendía en la parada de Hegoalde acompañada de los pequeños Ekiñe y Ekaitz. «Todos los sábados venimos desde Lakuabizkarra al gimnasio, que está aquí al lado, así que nos viene genial. Yo ya no utilizo el coche, solo el tranvía».
En Universidad
«La única pena es que la ampliación no se haya hecho mucho antes»
El fin del trayecto en la Universidad fue donde se congregó durante el día de ayer el mayor número de usuarios. En esa última parada descendía María Vázquez con una bolsa de la compra en una mano y el bastón en la otra. «Al principio estaba en contra, no me parecía bien que cortasen los árboles y eso pero ahora estoy totalmente a favor. Soy ya muy mayor, cada vez voy a peor y para ir hasta el centro me viene muy bien», admitía la mujer, residente en la calle Domingo Martínez de Aragón, a solo un paso de cebra de la parada.
Aurora Martínez y Fernando Aceves, también vecinos del barrio, se mostraban muy críticos con la plataforma surgida contra la ampliación del tranvía al sur. «Las cosas hay que hacerlas porque sino no avanzamos. Todo lo que sea comodidad para desplazarse por la ciudad bienvenido sea. Personalmente me parece fenomenal este nuevo trazado», expresaba él. «A nosotros nos gusta mucho andar, pero sí que es verdad que cada vez somos más mayores y esto es una ventaja. También lo usaremos bastante para ir al barrio de Lakua porque tenemos familiares allí», agregaba ella.
A su lado, Manuel Ruiz, Cipri León, Satur Niso y Tere González esperaban la llegada de los convoyes 'extralargos' que finalmente no hicieron su aparición. Los cuatro jubilados se mostraban de lo más felices con el nuevo trazado. «La única pena es que no se haya hecho muchos años antes. No podemos seguir siendo la ciudad del 'no'», decía Cipri León, usuario habitual de la línea de Ibaiondo. «Mi hija vive en la calle Duque de Wellington y me he llegado a hacer diez viajes en un día».
Luis Osés y Elena Gómez de Segura, vecinos de Adurza, calificaban la ampliación como «algo fantástico». «Yo es que tengo mentalidad bilbaína», bromeaba Luis. En su caso, prevén utilizar los vagones para ir al centro pero sobre todo para volver hasta casa, ya que «cuando se te hace un poco tarde da más pereza volver andando».
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