Amonestan a la mitad de las terrazas inspeccionadas en Vitoria en la jornada de reapertura
Además de 22 sancionados, siete establecimientos fueron denunciados. El alcalde avisa de que habrá «controles más estrictos» para evitar situaciones que «no se pueden repetir»
David González y maría josé perez
Martes, 12 de mayo 2020, 10:10
Las aglomeraciones de ayer en muchas de las escasas terrazas abiertas en Vitoria no se tolerarán. De hecho, la Policía Local ya se vio obligada a actuar en la primera jornada de apertura, amonestando a la mitad de los controlados. Los agentes inspeccionaron 44 establecimientos, lo que dio lugar a 22 amonestaciones y a la denuncia de siete locales, cuatro de ellos por carecer de permiso de terraza, dos por exceder el número de veladores y 1 por servir en el interior del local.
El alcalde Gorka Urtaran ha anunciado a EL CORREO un «control más estricto». A su juicio, imágenes de personas consumiendo de pie, mesas llenas de clientes o gente abrazándose «no se pueden volver a repetir».
Ayer lunes, un 15% de las terrazas de Vitoria volvió a abrir tras más de dos meses en barbecho. Los incumplimientos fueron numerosos a partir de la tarde, cuando miles de vitorianos salieron a las calles. Tanto el 092 como el 112 recibieron «decenas» de llamadas ciudadanas quejándose de las aglomeraciones bajo sus casas. Las patrullas de la Policía Local y la Ertzaintza no pararon de llamar la atención y pedir actitudes más cívicas. «Durante la tarde no hicimos otra cosa que ir de local en local para pedir más civismo e incluso tuvimos que mandar a gente que se fuera», remarcan fuentes internas de ambos cuerpos.
«Hubo momentos en que algunas calles y bares se asemejaban a las imágenes de las fiestas de la Virgen Blanca», explican agentes de ambos cuerpos. Los uniformados se pasaron por bares de Judimendi, Virgen Blanca, Aranzábal, Lakua, Zabalgana, Ensanche, plaza de los Fueros o la Avenida de Gasteiz. A dos locales les conminaron a cerrar.
El momento más delicado se produjo en Judimendi. En un local de este barrio, los agentes se toparon con decenas de personas «en un establecimiento donde la licencia es para un puñado de mesas». La cosa acabó con una estampida general.
A juicio del alcalde, «fue algo muy preocupante. Se está poniendo en riesgo seguir avanzando hacia una fase de normalidad y de contención de la pandemia». Ayer se entró en la fase 1, que permite a los bares abrir el 50% de sus terrazas con la exigencia de que deben mediar dos metros entre persona que no sean de la misma unidad convivencial. En Vitoria sólo levantó la persiana el 15% de estos establecimientos.
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Hoy está prevista una reunión entre el alcalde de Vitoria, la concejal de Seguridad Ciudadana, la socialista Marian Gutiérrez, y la cúpula de la Policía Local para establecer un «control más estricto». A partir de hoy mismo y «si hay que poner sanciones, se pondrán», ha advertido el alcalde. «Si no interiorizamos, tanto los hosteleros en su parte como los clientes, que se deben cumplir esas normas, la Policía o la Ertzaintza, sancionarán», ha reiterado.
Fuentes internas de la Policía Local y de la Ertzaintza deslizan que, al margen de las decisiones que se tomen en esa reunión, «ya se nos ha trasladado que a partir de hoy no seamos tan permisivos». «Lo que pasó ayer recuerda un poco al primer día que se dejó salir a correr, Salburua o Zabalgana parecían la calle Dato. Luego ya bajó la cosa. Aparte de que los próximos días hará un tiempo muy malo y eso desalentará a muchos a salir a la calle», cuenta un mando intermedio de la Policía autonómica.
El regidor municipal entiende que «con los cambios de fases y normas se generan dudas, pero está es muy sencilla: aforos del 50% y distancia de dos metros entre personas no convivientes», ha señalado antes de apelar «a la responsabilidad social», porque «hoy en día, la única vacuna es la distancia de dos metros y el lavado de manos».
En la misma línea de preocupación se ha expresado el diputado general de Álava, Ramiro González. Partidario de la «prudencia y la responsabilidad» en la desescalada, ha advertido de que «queda mucho camino. Esto no ha acabado». Y ha señalada que. «la sociedad vasca sabe lo que puede hacer y lo que no», por lo que confía en que «no se repitan las imágenes de ayer».