Huelga indefinida en Tuvisa
Tuvisa y el comité se acercan al acuerdo por primera vez tras casi tres meses de conflictoLa última propuesta de Gurtubai asume que un profesional externo supervise la jornada laboral de los conductores. El comité señala ya algunos «puntos críticos» para «desconvocar la huelga»
Después de casi tres meses de enfrentamientos, siete jornadas de huelga y un sinfín de desencuentros, la empresa y el comité de Tuvisa acercan posturas ... para poner fin a la huelga de los autobuses urbanos de la ciudad. Una larga reunión de más de cuatro horas con varios recesos y un intercambio continuo de documentos dieron ayer como resultado una última versión que por primera vez toma forma de posible principio de acuerdo.
Los representantes de los trabajadores, que se han reunido este viernes a primera hora para estudiar la última propuesta, señalan «algunos puntos críticos» que, en caso de resolverse, podrían «desconvocar» los paros. Entre estas cuestiones destacan un servicio especial del BEI y un conductor de garaje en domingos y festivos. Estas condiciones han sido enviadas este mismo viernes al Ayuntamiento, a la espera de su respuesta para un posible acuerdo. En caso afirmativo, el comité convocará a la asamblea de trabajadores de forma inmediata. En este sentido, fuentes de Tuvisa remarcan que son asuntos «muy concretos», y que «los grandes escollos se superaron ayer».
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El giro que ayer provocó el «acercamiento significativo» que señalaron desde la empresa municipal llegó con una oferta para tratar de salvar el control de la jornada laboral, el principal escollo hasta ahora para el acuerdo. Según ha podido saber este periódico, la última propuesta de la sociedad que preside Iñaki Gurtubai se abre a una «auditoría externa» de los tiempos de trabajo en Tuvisa. Es decir, a que un profesional ajeno a la empresa y de «reconocido prestigio profesional» supervise «la duración de la jornada diaria promedio de los conductores». Si ese estudio externo arrojase un tiempo de trabajo de media superior a las ocho horas, se reconocerían las correspondientes horas o días de libranza.
Este nuevo planteamiento, incorporado ayer a las negociaciones, se mantuvo intacto a lo largo de todo el día pese a los múltiples canjes de borradores. «Han traído una propuesta seria por primera vez», referían en privado miembros del comité consultados por este periódico.
Con todo, el último texto, que llegó a los sindicatos hacia las 17.30 horas, no fue suficiente para que las centrales lo llevasen a las asambleas de trabajadores para validarlo. A lo largo de la mañana de hoy se espera que el comité se reúna y emita un posicionamiento tras las negociaciones de ayer.
Así está la negociación
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Control horario. Tuvisa se abre a que sea un profesional externo quien compruebe cuánto dura la jornada.
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25 autobuses. A los 10 adquiridos en 2023 se sumarían otros 15 más a lo largo de la legislatura.
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Reorganización de líneas. La práctica totalidad de los puntos concitan un acuerdo entre empresa y sindicatos.
No obstante, hay una serie de exigencias de la plantilla que ya están encarriladas. Puntos como la reorganización de líneas o la publicación de los acuerdos en el Botha se dan casi por pactados y en otros los planteamientos ya no son tan distantes. Tuvisa, por ejemplo, está dispuesta a adquirir hasta 15 autobuses más aparte de los 10 convoyes comprados en 2023. Prácticamente todo el contenido está ya para algunos en el terreno de lo «negociable».
Diferencias en el comité
La última versión ofertada por el Consistorio ha generado, según distintas fuentes sindicales, algunas fisuras en el comité, ya que las opiniones sobre la supervisión externa de las horas de trabajo son diferentes por siglas. En cualquier caso, las diferencias de momento no tienen el calado suficiente como para quebrar la unidad entre las distintas organizaciones de trabajadores.
De hecho, el conflicto sigue en pie. Hoy los tiempos de espera volverán a ser elevados en las marquesinas y las plazas de parking habilitadas por el Ayuntamiento como alternativa para paliar la falta de autobuses urbanos volverán a ser un hervidero de coches.
Con el paro de hoy, el conflicto de los urbanos acumula ya siete jornadas de huelga indefinida. Antes ya hubo dos días de paro total en diciembre y las huelgas parciales acompañaron a la ciudadanía de Vitoria durante ese mes y el de enero. Fue el 23 de enero cuando el comité decidió dar un golpe sobre la mesa y adelantar su calendario de protestas, con huelga indefinida a partir del 10 de febrero, en pleno fin de semana de Carnavales. Desde entonces, los autobuses circulan con servicios mínimos del 30%, como volverán a hacer hoy.
Además, hay convocada una nueva manifestación para hoy por parte de la plantilla, que ha recorrido las calles de la capital alavesa todos los días de la semana. En el caso de mañana, la movilización contará con el apoyo de los pensionistas de Álava, que se suman a otros actores sociales de la ciudad que ya han respaldado a los sindicatos.
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