«Hemos tenido tres nacimientos durante el confinamiento»
La crisis del coronavirus desde los pueblos ·
La recuperación del balneario sigue trayendo de cabeza al alcalde de Kuartango que espera financiación para seguir con la obra
Tener tres nacimientos durante el confinamiento y tener que abrir el Ayuntamiento para inscribirlos en el registro en una situación tal excepcional como una pandemia mundial, ha sido, a pesar de todo, una gran noticia en Kuartango.
-¿Siguen sin casos de coronavirus?
-Habrá quien haya pasado el virus en casa, pero como no le han hecho los pruebas, no ha contado como positivo. Teníamos miedo al principio al tratarse de una zona rural, con tanta gente mayor, pero lo hemos llevado bastante bien.
-¿Han tenido medios suficientes para hacer frente a la epidemia?
-Nos hemos apañado bastante bien con la ayuda de los bomberos. No ha sido necesario movilizar a voluntarios. Pusimos en marcha un sistema para hacer compras de primera necesidad porque no venían los vehículos de reparto ambulante, el frutero, al pescadero o el panadero. Fue el taxista quien se ofreció y ha ido repartiendo la comida a los mayores. La propia comunidad pregunta a los vecinos y se lo traen si necesitan algo.
«El albergue y la rehabilitación de la casa del veterinario para hacer viviendas sociales tendrán que esperar»
renuncias
-¿Le ha visto la cara al coronavirus?
-No. Mi madre está en una residencia de Vitoria. Aunque tenía infecciones, no ha habido fallecimientos. La gente que trabaja allí ha hecho un trabajo inmenso, nos han tenido informados y hemos estado tranquilos. También tengo un hijo de doce años y creo que los chavales son los que mejor han llevado esto. Aquí se lleva mejor que en la ciudad porque las casas tienen un pequeño terreno. Es una de las ventajas del medio rural.
-Quizás ni siquiera es necesaria la mascarilla
-Solo la uso para hacer la compra cuando voy a Vitoria, un día a la semana, y tengo un bote grande de gel que me dieron en el centro médico y aún me dura.
-¿Ha ido al Ayuntamiento ?
-Abrimos el día 25 y tenemos geles y mascarillas por si viene alguien. Hasta entonces, solo hemos atendido las cuestiones urgentes. Hemos tenido tres nacimientos y el Ayuntamiento ha estado abierto para hacer los certificados que se tenían que gestionar aquí. El resto se ha hecho por teléfono.
El recorte
-¿Va a temblar su presupuesto con el recorte de ingresos?
-Esperamos amoldarnos a la situación. Hay muchas actividades que se ha suspendido y son gastos que ya lo vamos a hacer, pero tendremos que ver qué partidas se pueden tocar.
-¿Cuáles son sus aspiraciones irrenunciables?
-Estamos enfrascados en la rehabilitación por fases del balneario y para hacerlo dependemos de ayudas externas. Acabamos de cambiar la cubierta y poner ascensores y la siguiente fase no es de tanto importe.
-A algo tendrán que renunciar
-Queríamos adaptar un local municipal como albergue y tenemos un plan de rehabilitación de la casa del veterinario, que tiene valor patrimonial pero está abandonada, para hacer viviendas sociales, pero tendrán que esperar.
-¿Cómo será este verano?
-Las medidas que nos imponen para abrir las piscinas, dificultan bastante su uso. Estamos mirando si es viable económicamente y no es un peligro más que una solución.
-Ustedes tienen el río
-A algunas franjas de edad les gusta más, pero aún hay menos seguridad que en el agua de la piscina, que está clorada y eso dificulta la transmisión.
«Creamos para los chavales los 'superkuartanguitos'»
«La mayoría de nuestros chavales van a la ikastola de Izarra y allí desde pequeños se les conoce como 'kuartanguitos' porque van todos juntos en el autobús y son una piña. Pensamos crear los 'superkuartanguitos' . Eran unas ilustraciones de superhéroes y les pusimos un logo para que lo pintaran. Queremos hacer una exposición con los trabajos cuando acabe esto. La verdad es que me he quedado alucinado por el comportamiento de la gente, pero sobre todo, de los chavales».
ALGUNOS DATOS
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10.000 personas podía llegar a atraer la feria del Perretxiko y la vaca terreña de mayo, «pero era un riesgo muy alto y el año que viene la celebraremos con más ganas. También nos dolió cerrar las actividades culturales porque crean comunidad, pero enseguida se vio que era lo acertado».
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12: personas caben en el vaso de la piscina y 70 en todo el recinto. «Es complicado. Estamos mirando si es viable económicamente y no es un peligro más que una solución. Apetece tener un lugar para disfrutar, pero la desinfección de los vestuarios y su distribución, dificulta mucho la apertura».
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Taxista voluntario para las compras: «Hay que agradecer que el taxista se ofreció voluntario para hacer las compras a las personas mayores, sobre todo durante las primeras semanas del confinamiento, cuando la gente estaba más temerosa».
