«No fue un accidente, fue un crimen terrible», denuncia la madre de Kerman

Durante su intervención, la madre expresó su dolor ante la actitud del Gobierno Local (la víctima era trabajador del Ayuntamiento) que no hizo caso de las advertencias de una agente y habló incluso de «obstáculos» a la investigación y de intentar «minimizar la gravedad» de los hechos. «No fue un accidente, fue un crimen terrible», dijo en euskera.

El padre se refirió a la actitud de los guardas de seguridad del local y a los informes policiales y denuncias que señalaban que ya habían protagonizado altercados antes. Al menos desde 2022.

«Desde la tragedia hemos descubierto una cultura de la violencia del ocio nocturno protagonizada por algunos porteros», destacó el progenitor, tras insistir en que al no haberse tomado medidas por parte de las instituciones se han sentido «alentados por un halo de impunidad y de violencia sin consecuencias». «La normalización de este tipo de conductas se refleja en la agresión que sufrió» Kerman. «Le aisló de los amigos, le condujo a una zona sin videovigilancia y allí le atacó con una brutalidad tal que acabó con su vida».

Mientras la vía penal sigue su cauce, la familia exige una «investigación interna» en el Ayuntamiento para determinar qué mecanismos fallaron para no haber apartado al agresor de su puesto, pese a que una policía había advertido a sus mandos de la agresividad de los controladores de acceso de esa discoteca, como reveló ELCORREO. «Ha habido errores graves que han determinado que la escalada de violencia de estas personas haya ido a más». Y también reclama que sea esta institución local la que pida a la Dirección de Juegos y Espectáculos de Gobierno vasco que aplique a Mítika y a la empresa de seguridad las sanciones que correspondan por una infracción «muy grave», por «ejercer el derecho de admisión de manera abusiva». «Conocían estos comportamientos y no adoptaron medidas».

Tras saber que el Consistorio ha dado pasos en ese sentido, agradeció el «cambio de actitud», pero con reservas «dado el historial de desencuentros». «Que nadie más tenga que pasar por algo así», deseó. A su juicio, el Gobierno Local    debe «asumir su responsabilidad por las omisiones detectadas y corregir las malas prácticas».

Tanto el concejal de Seguridad, César Fernández de Landa (PNV), como el 'número dos' del Gabinete Etxebarria, Jon Armentia (PSE), pidieron «disculpas» a los padres «si en alguna ocasión no os habéis visto apoyados o respaldados por este Gobierno» y se ofrecieron a colaborar en lo que sea necesario. Fernández de Landa anunció que se están reuniendo todos los informes relacionados con intervenciones en el local de la Policía y Medio Ambiente con la intención de enviarlos al Gobierno vasco. «Tenemos que asegurar que esto no vuelva a pasar y cambiar lo que sea necesario». Asimismo ha recordado que en marzo se abrió un «expediente disciplinario» en el seno de su departamento «que no está dirigido a nadie» y que está en fase de información previa.