Hacer terrazas en pisos antiguos costaría 8.000 euros por vivienda, calculan los expertos
La obra requiere de la aprobación de todos los vecinos, recuerdan. El sector aplaude el cambio de la norma municipal para fomentar balcones en las viviendas
La terraza ha pasado a convertirse en un elemento indispensable para quien hoy se lanza a comprar casa, una preferencia que se ve desde hace ... años pero que cobra mayor relevancia ahora en tiempos de crisis sanitaria. Por ello, el sector aplaude el cambio que promoverá el Ayuntamiento (tras aprobar la iniciativa en pleno a instancias del PP) para garantizar la construcción de balcones en las viviendas: las de nueva construcción -autorizando que hasta un 10% de la superficie construida pueda destinarse a ello sin que compute edificabilidad- como las ya finalizadas -cumpliendo los correspondientes requerimientos técnicos y urbanísticos-. En estas últimas, una obra de ese calado conlleva, como es lógico, sus dificultades. Sin embargo los profesionales señalan que existen soluciones para añadir terrazas voladas a bloques que no disponen de ella. La factura de la reforma podría salir por «una media de 8.000 euros, que puede variar dependiendo de los acabados», calcula el arquitecto técnico Mario Cantón, gerente del estudio de arquitectura MC2 estudio.
«Tampoco es tan complejo, depende de la estructura del edificio. Si es de madera, es bastante más complicado, si es de hormigón, con un buen proyecto es bastante factible», apunta. Eso sí, en el sector son conscientes de que primero hace falta que se modifique el Plan General de Ordenación Urbana, que se puede demorar meses -la media suele ser de «dos años», cifra Cantón-. Y no menos importante es que toda la comunidad de propietarios dé su visto bueno, tal y como rige la Ley de Propiedad Horizontal.
REQUISITOS NECESARIOS
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Estructura. Es factible en edificios de hormigón, pero casi inviable en los de madera. No se permitiría en los protegidos.
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Voto de toda la comunidad. Si un solo vecino se opone, no se podría hacer, en base a la Ley de Propiedad Horizontal.
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Plan General. El Ayuntamiento debe modificar el Plan General de Ordenación Urbana, lo que puede tardar «dos años».
En efecto, «la administración puede dar facilidades para que una comunidad lo desarrolle, pero se tienen que dar muchas circunstancias, primero la aprobación unánime de los vecinos», recuerda Ekain Jiménez, vocal de la delegación alavesa del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro (COAVN). Y luego, agrega, se precisa que el edificio tenga «muy buenas condiciones», lo que «prácticamente lo descartaría en viviendas con calidades medias». Porque añadir una terraza a un bloque «supone darle una sobrecarga (de cálculo, no la real) de tonelada y media como mínimo». Tampoco hay que olvidar la distancia con otros edificios. Cuando se han llevado a cabo este tipo de intervenciones «han sido muy puntuales», dice el experto. En síntesis, desde el colegio ven la propuesta «fantástica» para viviendas nuevas, pero se muestran cautelosos en lo que respecta a las antiguas, donde abogan por promover reformas más prioritarias. «No tiene sentido que pongamos terrazas cuando tenemos un parque edificado muy envejecido con condiciones muy por debajo del mínimo exigible».
Solución metálica adosada
En cuanto a las posibles soluciones arquitectónicas para agregar nuevas terrazas a bloques antiguos, «hay que tratar cada edificio de manera individual, no se puede generalizar una solución para todas las estructuras de hormigón», recalca Álvaro Sarralde, ingeniero industrial y socio del estudio de ingeniería Calesa Estructuras y Proyectos, que no ve complejo llevarlo a la práctica. «Con una solución metálica adosada a la estructura de hormigón del edificio existente se puede ejecutar». Eso sí, el coste puede variar mucho, «cada caso y cada terraza va a ser un mundo».
En lo que sí coinciden es en la idoneidad del cambio normativo para pisos nuevos, desligando los balcones de la superficie edificable. Ahora se hacen terrazas a base de 'morder' metros a estancias interiores, pero con la modificación planteada se podrán hacer más espaciosas sin necesidad de reducir el resto de la casa. «Es una demanda a gritos de la sociedad», asegura Carlos Fernández de Nograro, de la constructora que lleva su apellido. El balcón «de 8-10 metros» no falta en nuevas promociones de Salburua, Zabalgana, Aretxabaleta, indica Víctor Barandalla (Trivinsa). Sin ella, «la dificultad de venta es muy grande».
En todos los barrios, salvo el Casco, y en bloques de hormigón
La capital alavesa, cuyo Ensanche se caracteriza por sus blancos miradores decimonónicos, también cuenta con balcones en sus nuevos barrios así como en los que peinan canas. Aunque en esos últimos casos a menudo se trata de estrechas terrazas a las que sus propietarios no siempre pueden dar un uso y las acaban destinando a guardar enseres o a colocar tendederos. Pero más allá, hay otros bloques que ni siquiera cuentan con ese pequeño rincón exterior, «y es precisamente a ellos a los que iría dirigido el cambio normativo planteado en el Ayuntamiento», analiza Mario Cantón. Por ejemplo, «hay torres en el barrio de Lakua que son totalmente cuadradas y solo tienen ventanas». Para ese tipo de edificios sí se podrían proyectar nuevas terrazas, propone.
Si se despliega el mapa de todo el municipio, se podrían acoger a la medida prácticamente «todos los barrios», incluidos los de oro, en aquellos edificios sin terraza que no estén protegidos y que, salvo alguna excepción, sean de hormigón, lo que excluye al Casco Viejo (donde proliferan los de madera). Eso sí, en las viviendas donde se proyecte «tampoco podemos ir a terrazas muy grandes», advierte el arquitecto. «Volando un metro y medio (de ancho) se puede lograr un espacio considerable», sugiere el ingeniero Álvaro Sarralde.
Este tipo de obras se enmarcarían en proyectos de «rehabilitación integral», como apuntan desde la constructora Fernández de Nograro. Añadir una terraza lo ven como una reforma algo más complicada y destinada a «casos puntuales».
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