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La temporada de setas arranca «muy floja» en Álava y con cotos en medio centenar de pueblos
Brotan escasos boletus, Zuia impulsa un gran parque micológico y en Iruña de Oca ultiman los papeles para poder regular la recogida
Las fotos de unos pies desnudos en una paradisiaca playa no dan envidia ahora mismo a los alaveses. Aquí las imágenes que hacen salivar al ... personal son las de un amigo alzando un boletus edulis de buen tamaño o alardeando de una cesta de mimbre llena de cantarelus. Pero estas fotos que suelen circular por los grupos de whatsapp desde finales de septiembre este año escasean. Apenas hay setas ni hongos en la mayoría de los bosques y prados alaveses, según coinciden en señalar conocidos micólogos. A la sequía del verano se le suma un arranque de otoño sin apenas lluvia y los preciados manjares brotan a cuentagotas. «Eso no significa que no vaya a haber nada; de momento es un retraso», explica José David Fernández, responsable de la web 'Micología para todos' y guía profesional.
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Álava tiene zonas de clima atlántico, subatlántico, submediterráneo y mediterráneo. Es decir, que no llueve igual en todos sitios. Por eso, mientras los alrededores de Vitoria acusan aún la sequía en las comarcas más húmedas y más cercanas a las mugas con Gipuzkoa y Bizkaia empiezan ya a verse algunas de las piezas más deseadas como los boletus edulis (hongos). Si se alternan días de lluvia con otros de temperaturas suaves, puede avecinarse una buena y larga temporada de setas.
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José María Ibarbia, presidente de la Sociedad Micológica Laudio, la primera que se creó en el territorio, atesora más de 50 años de experiencia en este mundo de himenios, láminas, pies, esporas, colores y olores. Asegura que en la zona de Ayala hasta esta semana la recolección de manjares de bosque ha estado «muy floja». La única explicación, dice, «es la falta de humedad». Confía en que en los próximos días los robledales, hayedos y pinares del valle, así como sus prados, vuelvan a hacer gala de su rica biodiversidad y broten hongos, cantarelus, pardillas, níscalos y galampernas. Su temor es que se adelante el frío. «Si llegan las heladas se pierden especies, pero bueno así el año que viene habrá el doble», reflexiona.
Vicente Blanco, presidente de Gorbeiako Bazterra, otra de las micológicas más activas de Álava, coincide en el análisis realizado por sus colegas. Es aún pronto para saber si a partir de la lluvia de estos días habrá una explosión de setas y hongos. «Quizá en sitios donde la sequía sea mayor se hayan secado demasiado los micélidos de algunas especies», reflexiona. Estos días, una treintena de socios de Gorbeiako Bazterra y voluntarios se afanan contrarreloj en volver a conseguir una de las mejores colecciones de setas y hongos que pueden verse en España y que estará expuesta el domingo en el frontón de Murgia.
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«Lo que queremos es que los excursionistas respeten nuestro modo de vida, que es la agricultura»
Contará con servicio permanente de guías, formación, identificación y conservación de especies
La exposición micológica, el 'mikopintxo' por los bares de la 'capital' de Zuia y las charlas divulgativas son ya un clásico de la temporada de setas alavesa. Y también empieza a ser habitual sacarse una licencia de día, semana o año para poder salir a recolectar estas 'delicatessen' de campo por determinadas zonas del territorio. Desde 2008 existe una normativa foral a la que pueden acogerse los pueblos que crean conveniente acotar la recogida de setas y evitar así los expolios. En la provincia, ya son medio centenar los concejos, propietarios de los montes, que tratan de regular una actividad que añade presión sobre el entorno natural. Hay cotos en Asparrena, Zalduondo, San Millán y Arraia-Maeztu y en la sonsierra de Arcena. Este año se sumarán Ollávarre, Montevite y Nanclares, en Iruña de Oca, donde el proceso se ha retrasado por cuestiones burocráticas. Juan Bautista Ruiz de Loizaga, presidente de la junta administrativa de Ollávarre, explica que el pueblo tiene ya todas las señales preparadas y recuerda que su intención es sensibilizar para que los excursionistas «sean responsables y respeten nuestro modo de vida, que es la agricultura, que no invadan caminos y que no dejen por ahí las basuras».
En las estribaciones del Gorbea la apuesta es muy diferente. La Cuadrilla de Zuia impulsa la creación del primer parque micológico de Euskadi en un área de bosques de 20.000 hectáreas entre los municipios de Zuia y Zigoitia. Los impulsores defienden que cuente con servicios permanentes de guías, de identificación, de formación y divulgación y de control y conservación de especies. Todo un conjunto de actividades en torno a la micología que sirva asimismo como reclamo turístico para esta comarca. La Diputación tiene el proyecto sobre la mesa.
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