Al Teatro Beñat Etxepare de Vitoria, con ropa de baño y toalla

¿Por qué hay que acudir en ropa de baño? Frente a lo habitual, es decir, intérpretes en escena y el espectador sentado en la butaca, esta propuesta transcurre en un jacuzzi, colocado sobre las tablas. En esta pieza sonora de inmersión el público pasa de uno en uno por un jacuzzi para escuchar un audio. La experiencia, de 30 minutos de duración, toma su título como sinónimo de un rito pasado por agua. «En muchas culturas desde el principio de los tiempos tenemos una relación sanadora con el agua. Además, se estrenó en el antiguo baptisterio del teatro madrileño de la Abadía», explica en su vuelta a casa Solano, una de las creadoras escénicas más originales y atrevidas de su generación.

Solano, que fue directora del programa Intacto, apunta que esta inmersión es una experiencia que busca provocar una reflexión en el espectador. La temperatura del agua es de 38 grados. «El texto reflexiona sobre lo que hemos sido. Desde que nacemos hasta que acaba la fiesta somos muchas y por el ritmo que llevamos a veces no tomamos conciencia de la existencia más física», resalta Solano. La concejala de Cultura, Sonia Díaz de Corcuera, destaca la buena acogida de esta propuesta «absolutamente original», como atestigua que mucha gente se ha vuelto a quedar «sin poder sumergirse en esta experiencia». «Me interesa todo lo que pasa y las dramaturgias y coreografías que pasan por nuestro cuerpo, más que una trama o lo que ocurre a un personaje», añade.

En escena cuenta con la música original y acompañamiento de Sammy Metcalfe, y la locución de apertura y cierre de Camila Vecco Haddad. Acerca del recorrido de este 'Bautismo', Solano cuenta que ha levantado el interés en programaciones de Reino Unido e Italia. Acerca de si quienes compran las entradas acuden preparados, Solano reconoce que la gente responde. «La gente que viene es valiente y superresponsable. Mucha gente llega con el albornoz, las zapatillas del 'spa' e igual solo dos veces ha venido la gente sin toalla y se la hemos prestado», resalta Solano, que recuerda con humor una anécdota de una espectadora en Zamora en un pase el pasado diciembre. «Vino una mujer con el bañador y el abrigo, y me dijo 'ya estoy lista'».