El Gobierno vasco cree que una denominación alavesa al margen de Rioja «puede tener su recorrido»

El visto bueno del Ejecutivo es clave para que se pueda publicar en el Boletín Oficial del Estado, que sería el siguiente paso. Y parece evidente que el Gabinete Urkullu no lo frenará, siempre y cuando cumpla los parámetros necesarios. Tapia cree que «si hay una parte del sector que quiere ese modelo» -una denominación propia fuera de Rioja- para el futuro de sus bodegas, «el Gobierno vasco atenderá esa petición».

Una vez que la tramitación burocrática salga del ámbito de la administración vasca y se publique en el BOE, se iniciará un periodo de alegaciones durante dos meses. El Ministerio primero y la Comisión Europea después serán las instancias por las que deberá pasar 'Viñedos de Álava-Arabako Mahastiak' en su recorrido. La consejera asume que «crear una denominación desde cero tiene sus dificultades», pero la propuesta parte de un grupo de bodegas -la cifra inicial de firmas que impulsaban la nueva marca rondaba las 40, pero ahora se desconoce- «y nosotros la tenemos que respetar».

Este modelo rupturista con la Denominación de Origen Calificada Rioja no cuenta con el apoyo de la Diputación, que sí apuesta en cambio por una 'marca' Rioja Alavesa bajo el paraguas de la DOC, también con el objetivo de diferenciar mejor los vinos de la comarca. Este planteamiento puede tener un recorrido «más adecuado», admite Arantxa Tapia, «porque hay casos similares como puede ser Burdeos. Pero tampoco estará exento de dificultades, porque para ello habría que modificar la ley del vino y se necesita una mayoría parlamentaria -en Madrid- que ahora no existe».

Las palabras de la consejera de Desarrollo Económico, de cuyo macrodepartamento también dependen las políticas agrarias, pueden entenderse como un balón de oxígeno hacia la junta directiva de ABRA y las bodegas que impulsan 'Viñedos de Álava'. Por contra, el diputado general ha dejado bien claro que su modelo de denominación «no coincide» con el de la asociación vitivinícola.

Tapia fue una de las voces más críticas con este colectivo cuando en abril decidió, tras una asamblea a la que solo asistieron 20 de los 110 miembros y apenas 10 votaron a favor, cambiar de nombre a Asociación de Bodegas de Euskadi. «Es incomprensible prescindir de la marca Rioja Alavesa», llegó a decir. Aunque esa medida finalmente fue revocada y ABRA mantuvo su nomenclatura.

Ahora, la postura de Tapia es otra bien diferente. «El Gobierno vasco está ocupado con la tramitación», reiteró. La petición para reactivar el expediente -se puso en marcha por primera vez en 2016 por esas 40 bodegas- llegó a Lakua «hace meses», reconoció la consejera, antes de que finalizara la moratoria de dos años que ABRA dio para evaluar si los acuerdos alcanzados en Logroño para la diferenciación de los vinos se cumplían. Este plazo acababa en agosto pero la asociación riojanoalavesa no esperó y retomó antes su propuesta de denominación propia.

Fuentes del sector apuntan a que el mayor obstáculo lo pueden encontrar en la Comisión Europea, que «para reconocer una denominación de origen exige que haya diferencias importantes -en este caso con Rioja- en cuanto a los viñedos o los métodos de elaboración del vino».