El Supremo rebaja de 15 a 5 años la pena a los tres sexagenarios que robaron un banco en Agurain

Ahora, el Tribunal Supremo acaba de dar un respiro a esos tres veteranos atracadores –el más joven tiene 62 años– que irrumpieron en la sucursal pistola en mano y retuvieron a tres empleados y a una clienta durante «22 minutos». Ninguno sufrió lesión alguna.

Considera el máximo órgano judicial del país que esta terna sí cometió un robo con intimidación. Admite las agravantes de disfraz y reincidencia, así como la atenuante de toxicomanía, para imponerle el máximo posible por ley; un lustro a la sombra. En lo que disiente el Supremo con los dos fallos anteriores afecta al segundo ilícito, la detención ilegal.

Para los cinco magistrados del Supremo que firman el fallo, cuando los cacos salieron, a las víctimas apenas les costó tres minutos liberarse de las bridas «colocadas de manera floja, lo que indica que la intención no era causar daño, tan sólo llevarse el dinero».

Colman así el recurso presentado por los dos abogados de oficio –los alaveses Roberto Gutiérrez Balmaseda y José Joaquín Guelbenzu– y un tercero de pago, José Aguilar. ¿Qué pasará ahora con sus clientes? En prisión desde que efectivos de la Ertzaintza les echaran el guante a finales de julio de 2019, obtendrán el tercer grado el próximo año si prolongan su actual buen comportamiento. Por cierto, el dinero robado aquel mediodía jamás ha aparecido.