Bajar el termostato a 20 grados ayuda a que la factura no se dispare. RAFA GUTIÉRREZ

El precio disparado del gas y gasoil obliga a las comunidades a recortar la calefacción

La factura sale hoy por más del doble que hace unos meses y «la de marzo va a ser aún más cara». En algunos portales ya aconsejan su uso moderado

Martes, 15 de marzo 2022, 00:42

La crisis energética ha comenzado a pasar factura a las comunidades de vecinos de la capital alavesa. El incremento desorbitado que ha experimentado el precio ... del gas y del gasoil, aún mayor desde el estallido de la guerra en Ucrania, ha disparado el recibo de la calefacción hasta duplicarlo o incluso triplicarlo en apenas unos meses. En algunos casos, de una factura para otra. Lo han notado sobre todo en los portales con sistema central, pero también los particulares con calderas individuales en sus casas han sufrido el subidón. De 75 euros a 181 en un piso de la zona de la Avenida, de 90 a 145 en otro de Aretxabaleta... Y la previsión a corto plazo no es nada halagüeña. «Marzo va a salir todavía más caro», avisan los administradores de fincas de Vitoria. Con este panorama, y el bolsillo muy tocado ya por el encarecimiento de la luz o de la cesta de la compra, hay edificios que han empezado a tomar medidas. Desde la propuesta de derramas y el aumento de las cuotas mensuales a la reducción del horario de encendido para ahorrar.

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La descarada subida del precio del gas (depende de cómo fluctúa el mercado libre o de la tarifa fijada en un contrato dentro del sistema regulado) y del gasoil (determinado por el coste del combustible en el momento de la carga del depósito) se inició tras el pasado verano, pero el «susto» ha llegado a los hogares con los meses de bajas temperaturas y heladas. Entre «noviembre y marzo», cuando la calefacción echa chispas. «En octubre ya mandamos aviso a los propietarios de cómo se estaba comportando el mercado y algunos ejemplos de precios», recuerda Juan Manuel Ábalos, desde Abefinsa, compañía que se dedica a la administración de fincas en Vitoria. El kilovatio hora, a unos 0,03-0,04 euros sin impuestos a principios de 2021, se puso en otoño a 0,06-0,08 y hoy llega ya a los 0,18. «En diciembre se duplicó y ahora ya se ha triplicado», resume Óscar Baro, al frente de Aboaser, que observa cómo «la situación está empezando a complicarse». Rusia es el primer exportador de gas de Europa, y buena parte pasa además por los gasoductos ucranianos, y aunque la dependencia de España de este país es bastante menor, todos los mercados compiten al alza en este escenario.

De 8.000 a 20.000 euros

En algunas comunidades de vecinos de la ciudad, de hecho, circulan desde hace unos días escritos donde se recomienda el uso «moderado» de la calefacción, que suele absorber dos tercios del presupuesto anual de un portal, tras la reciente actualización de las tarifas por parte de las comercializadoras. Más de una de esas empresas incluso ha roto desde enero contratos con sus clientes ante esa escalada de precios para repercutir la subida. En la administradora Gesko, por ejemplo, han visto facturas que han pasado en un mes «de 8.000 a 20.000 euros» para un portal con 130 vecinos en la capital alavesa. «Y la de marzo va a ser peor», prevé María Gil desde este despacho que ya ha notificado «medidas preventivas» como el apagado de las calderas por la noche en los sistemas que hasta ahora funcionaban las 24 horas. Una «auténtica barbaridad» espera Baro para el próximo recibo.

Derramas

Algunos edificios pueden tirar de remanente pero otros carecen de «pulmón» para afrontar la subida

El subidón de precios del gas y del gasoil, que afecta más a los vecindarios con sistema central que aún no han colocado termostatos individuales, ha llevado a otros edificios a reducir el horario de calefacción y alguno se plantea adelantar el final de la temporada de encendido. No obstante, Álvaro Alonso, gerente de Arvacalor, reconoce que «acortar fechas no tiene mucho sentido porque octubre y mayo son residuales, ya ha pasado lo peor de frío», explica, consciente del «abrupto» incremento del coste desde otoño que se ha intensificado en las últimas semanas con el conflicto en Ucrania.

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Tal es la diferencia de un recibo a otro, como esos 35.000 euros que ha abonado una comunidad de 200 vecinos de Vitoria, más del doble, que los aumentos de las cuotas mensuales o las derramas están a la vuelta de la esquina de muchos portales en un intento de cuadrar las cuentas a contrarreloj. «Algunos pueden tirar de remanente, pero otros no tienen ese pulmón», asume Ábalos, que recomienda bajar los radiadores a unos 20 grados y «ponerse una chaqueta» en casa. En Fincoa, sin embargo, saben que «muchas comunidades prefieren la derrama antes que renunciar al confort» en el hogar.

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