«Sentirme diferente ha sido un motor para dedicarme a la actuación»
El intérprete vitoriano cierra la temporada con 'Los dos hidalgos de Verona' en el Teatro de la Comedia de Madrid
Prince Ezeanyim Odriozola (Vitoria, 1996) reside en Madrid desde hace un lustro, pero no se olvida de su ciudad natal. «Claro que se echa ... de menos la casa. Me encantaría trabajar con una compañía vasca, hacer alguna peli o serie ahora que hay tanta producción», reconoce uno de los intérpretes más a seguir de la escena teatral. En estos días forma parte del reparto de 'Los dos hidalgos de Verona', representada por la Compañía Nacional de Teatro Clásico bajo la dirección de Declan Donnellan, uno de los grandes expertos en William Shakespeare.
Formado en Dantzerti, este exalumno del colegio Padre Orbiso confirmó su pasión a los 20 años al probar un curso en el Taller de Artes Escénicas de Vitoria (TAE). Ahora forma parte del reparto de una de las obras más destacadas en un reparto en el que también se luce la vitoriana Rebeca Matellán. Da vida a Pantino, el «confidente y ayudante que cuida al padre de Proteo, que es uno de los dos hidalgos», y otros dos personajes más de reparto, el de bandido y músico. Este domingo cierra la temporada en el Teatro de la Comedia de Madrid antes de viajar por otras ciudades y realizar una gira internacional.
– Esto de llevar con representaciones desde el 10 de abril casi sin parar, ¿cómo se lleva?
– Siendo dos meses se aguanta bien. Al final, las horas de trabajo son como cuatro y podemos organizarnos para descansar y hacer otras cosas.
– 'Los dos hidalgos de Verona' es una de las primeras comedias de Shakespeare. ¿Hay muchas carcajadas?
– Ha habido diferentes tipos de público. La lectura tiene varias capas, por lo que no se busca solo lo que es la risa, sino que hay una profundidad de personajes en la que entran en juego la traición, la amistad o el amor.
«A Declan Donnellan le gusta sacar muchas ideas durante los ensayos y que los actores juguemos»
– ¿Cómo ha sido trabajar con el destacado director británico Donnellan?
– Muchas ideas que han ido saliendo en los ensayos y todos los actores han aportado mucho. Íbamos a jugar porque, además, muchos actores nos conocíamos de 'La vida es sueño', en la que ya habíamos trabajado con Declan y con Nick Ormerod, que forman un gran tándem. Tienen la compañía con base en Londres, pero colaboran con la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
– ¿Cómo se entendían?
– Saben más español del que parecen, pero la comunicación es en inglés (risas). Además, tenemos a Juan Ollero como intérprete que nos hacía la traducción simultánea en los ensayos.
– Hay músicos que reconocen que a veces tienen tan automatizado el repertorio que se ven tocando mientras piensan en la lista de la compra o un compromiso. ¿Le ocurre?
– Creo que la música es distinta (risas). Pero a la hora de actuar sí que es verdad que somos personas y hay momentos en los que estás con el piloto automático. Pero nuestro trabajo es evitarlo y que estemos muy presentes para llegar al público.
– ¿Cuándo decidió apostar por la interpretación?
– Recuerdo cuando era pequeño, que mis padres trabajaban fuera de casa. Mis hermanas y yo nos quedábamos en casa y muchas veces veíamos películas. Ahí empezó a germinar la semilla de querer ser los personajes que veía. Luego con el tiempo te das cuenta de que no quieres ser esos personajes, sino darles vida. Pero no tomas la decisión así de primeras. En una ciudad como Vitoria piensas que es una locura...
– Eso de que menos del 10% de los actores se dedican a ello.
– Vas trabajando de cualquier cosa que te salga, en una tienda de ropa o de camarero. Pero lo luchas porque es lo que quieres.
«En la industria audiovisual todavía hay que reivindicar más variedad y diversidad»
– Ahora hay más referentes racializados. ¿Cómo era Vitoria para un crío en los noventa, de padre nigeriana y madre vasca?
– Siempre notas que eres diferente. Creo que eso también de alguna forma ha sido el motor para que de mayor quiera expresarme, contar historias, sea actuando o de cualquier otra forma.
– En el periodismo hay quienes nos cuestionamos si preguntar por la raza lleva a repetir esquemas racistas.
– El racismo está ahí. Yo no lo viví solo de pequeño, sino que lo sigo viviendo de diferentes formas todos los días. Por eso toca luchar para que todo vaya mejor, porque no tengamos esa barrera del color de la piel y que vivamos en igualdad.
– En el terreno de la interpretación todavía queda recorrido...
– En teatro se apuesta más por personajes, sea cual sea la procedencia, pero en la industria audiovisual hay que reivindicar todavía más variedad y diversidad. Tampoco hace falta irse a Estados Unidos, sino que en Francia ya se ve más apertura.
¿Para cuándo un papel en euskera?
– De momento no tengo nada encima de la mesa, pero me encantaría. Hay muchas compañías, como Pabellón 6 y Artedrarma, que están haciendo cosas muy interesantes, además de la gran cantidad de rodajes que hay ahora mismo en Euskadi.
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