El sello alavés de la Feria Estampa
Álvarez Plágaro y Elena Aitzkoa exhiben su obra en la primera gran cita de arte contemporáneo de la temporada que se celebra en el Ifema de Madrid
Desde finales de los años ochenta, la producción pictórica de Alfredo Álvarez Plágaro (Vitoria, 1960) se basa en la repetición de sus llamados 'Cuadros iguales'. ... Estos días, hasta 18 series de pequeño formato se exhiben en la 27 edición de la Feria Estampa que se celebra en el pabellón 1 de Ifema de Madrid. Se trata de una de las primeras citas de arte contemporáneo de la temporada a la que acude de la mano de la galería Guillermina Caicoya.
La feria madrileña ha ido ganando relevancia, reconoce Plágaro, quien ha acudido en un par de ocasiones anteriormente. Desde ayer y hasta el 20 de octubre, el pabellón muestra el trabajo de cerca de un millar de artistas de 77 galerías de arte, sobre todo españolas. También expone la alavesa Elena Aitzkoa (Apodaka, 1984), de la mano de la galería valenciana Rosa Santos. Ambos creadores de diferentes generaciones muestran así su obra estos días en el primer gran escaparate de arte contemporáneo del curso en España. El reconocimiento dentro del sector artístico de Estampa ha aumentado en los últimos años gracias a la participación de algunas de las galerías más icónicas como Max Estrella o Carreras Múgica, habituales de Arco, la feria internacional que se celebra también en el Ifema.
El artista Álvarez Plágaro comparte en esta ocasión el espacio de la galería ovetense Guillermina Caicoya con los artistas Nicholas Wood, Mario Espliego y Natalia Pastor. A cada uno le corresponde una pared del stand. «Particularmente, tengo poca relación con artistas», señala al ser preguntado sobre su relación con el resto de expositores. «Debo de ser más individualista. El trato que yo he tenido con el resto de artistas suele ser cordial pero distante», asegura en un tono divertido. «Suelo decir que tengo relación con un artista y medio». Ese es precisamente Mintxo Cemillán, quien expone hasta el 23 de noviembre en la galería Talka, que se encuentra en la plaza Marqués de la Alameda de Vitoria.
Un millar de artistas de 77 galerías exhiben su trabajo en el pabellón madrileño este fin de semana
Para la cita madrileña, Álvarez Plágaro ha variado la forma en la que exhibe sus obras en el espacio. Una de las características de sus series de cuadros es la flexibilidad a la hora de instalarlas. Se pueden colocar en diferentes posiciones dependiendo de las paredes, aunque también se supedita al tamaño. «Suelo disponer la obra con mucho espacio en blanco de manera elegante. Esta vez he realizado una instalación bastante más anárquica y he ido llenando la pared con obras -en series de pequeño tamaño- desde arriba hasta abajo», indica el artista vitoriano acerca de esa tarea de montaje, también creativa, que realizó el martes y le mantuvo ocupado durante «unas diez horas». «Hay algunos cuadros que tienen el tamaño de un paquete de tabaco, sin exagerar», señala acerca de esas diminutas piezas de diez centímetros de largo por siete de ancho. Las obras de mayor tamaño que exhiben en Ifema alcanzan los 200 centímetros.
Entre noviembre del año pasado y enero de este curso, el artista vitoriano llevó parte de sus obras hasta la feria Pinta de Miami con la misma Galería Guillermina Caicoya y a ART Genève de Ginebra con Multipleart, dos citas de renombre en el mercado de arte. El balance de ambas exhibiciones individuales fue positivo. «A Miami tengo que volver para colocar unos cuadros. Y la feria de Ginebra fue genial y ya he instalado dos grandes series allí», indica acerca de las ventas que han acompañado a esas ferias.
Elena Aitzkoa tampoco ha faltado desde 2017 a la feria de Arco, la cita de arte contemporáneo más reconocida internacionalmente que se celebra en España. Repite en la feria Estampa como parte de un programa especial comisariado por Ángel Calvo Ulloa.
'La conciencia de las cosas'
Ha sido seleccionada en el proyecto 'La conciencia de las cosas' que reúne «la obra de artistas que vuelven a los procesos de implicación manual, textil, la cerámica o la pintura», comentó en la presentación Chema de Francisco, director de Estampa, que incidió en que esta feria va destinada a «coleccionistas medios». Los precios no sobrepasan los 25.000 euros, salvo alguna excepción.
Las obras de Aitzkoa están formadas por agregados de objetos y materiales, desde libros a telas y ropas usadas. Los tonos azules y verdosos predominan dando lugar a un imaginario en el que la reutilización de determinados objetos simboliza un compromiso con la naturaleza formando pequeñas piezas que se contemplan como si se tratara de paisajes fantásticos. Aitzkoa expone en el stand de la Galería Rosa Santos, que el año pasado recibió el premio al mejor estand de la feria. En la edición de 2018 se vendieron obras de más de 200 artistas, una cifra nada desdeñable dentro del coleccionismo español. El vitoriano Plágaro, aficando en Madrid, aconseja alguna variación para que la proyección de la cita sea incluso mayor. «Deberían cambiar el nombre porque viene de una feria que era exclusiva de estampación, grabado y serigrafía», comenta medio en broma.
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