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Álava ha vivido hoy su primera jornada de calor sofocante. Eran varias las localidades que ya superaban los treinta grados a las once de esta mañana, aunque lógicamente, las temperaturas han ido poco a poco a más. La calorina generalizada en el País Vasco se concentra en la zona del interior de Gipuzkoa, el noroeste de Álava y el sureste de Bizkaia. En el territorio histórico alavés, Vitoria -donde esta pasada noche la temperatura mínima ha sido de 15 grados-, Llodio, Amurrio y Zambrana se han convertido en las primeras localidades en superar la barrera de los 30 grados. La máxima ha llegado a 39 en Amurrio. Las estaciones meteorológicas situadas en Gardea (Llodio) y Saratxo (Amurrio) ya marcaban a las 15 horas 38,9 y 39 grados, respectivamente; mientras que la de Abetxuko, en la capital alavesa, ha anotado 35 grados.
La Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, ya adelantó ayer que esta situación obedece a la llegada de una masa de aire extremadamente cálido y persistente procedente del norte de África. La coincidencia con los días más largos del año colabora también con el episodio, debido a la gran insolación. El aviso amarillo de este miércoles se elevará el jueves a naranja con el mercurio disparado hasta los 39 grados en el interior y los 33 en la costa.
La última ola de calor similar a la que se anuncia se produjo en 2003 con devastadoras consecuencias, que las autoridades sanitarias, todas sin excepción, desde el Gobierno central al entonces departamento vasco de Sanidad, intentaron ocultar. El tiempo demostró que ni España ni Euskadi fueron un oasis. Las temperaturas se cobraron la vida de unos 6.000 españoles, unos 300 vascos. Fue en agosto. Aquel verano, Europa admitía abiertamente miles de víctimas, mientras en España los servicios de salud apenas reconocieron primero «unas docenas, que no llegarán a los cien» y, al final, 141.
Martes. El viento pasará a ser del Sur y provocará un ascenso notable de las temperaturas. Alerta amarilla.
Miércoles. El sol lucirá implacable, solo algo atenuado durante la tarde por algunas nubes medias y altas. Alerta naranja.
Los meteorólogos llevan días alertando de lo que se avecina. Así, Álava sufrirá estos días una ola de calor con temperaturas máximas entre los 36 y los 38 grados. Ante esta subida, los expertos recomiendan tomar medidas más allá de evitar exponerse al sol las horas centrales del día o hidratarse. José Ignacio Catalán, doctor especialista en medicina interna del Hospital Vithas San José, recuerda que los temidos golpes de calor se producen «cuando el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura y rebasa los 40». Aunque cualquier persona puede sufrir este mal típico del periodo estival, la situación se agrava entre los ancianos con enfermedades, los deportistas y los niños.
Según el doctor, «la hidratación continua y una dieta suave son la clave para hacer frente al fuerte calor». Y subraya, el agua siempre es una opción mejor que las bebidas refrescantes. «Un café con hielo, por ejemplo, es más efectivo que un helado o una cerveza porque estos generan una sensación de frescor momentánea pero a largo plazo deshidratan y provocan más sed». Respecto a la dieta, aconseja reducir la ingesta de grasas y proteínas. La mejor opción es sustituirlas por frutas y verduras, «alimentos esenciales para el equilibrio de líquidos».
Para proteger a los más pequeños, es fundamental evitar que se expongan al sol entre las 12.00 y las 16.00 horas. En cuanto a su ropa, se recomienda que sea «de materiales finos, cómodos y transpirables. Y es muy importante que lleven la cabeza protegida con un gorro, sombrero o visera». Otro bloque de riesgo es el de las personas mayores. Lo más importante en su caso es realizar una dieta «suave con mucho líquido. Por ejemplo, un caldo de verduras acompañado de agua». En cualquier caso, si se dan síntomas como fatiga, náuseas, mareos, taquicardias o exceso de sudoración, lo principal es trasladar a la persona a un lugar fresco con ventilación. Tras ponerle paños mojados, lo óptimo sería acompañarle a un hospital.
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