Salvatierra, Asparrena y San Millán quedan confinados perimetralmente desde este viernes

Salvatierra , Asparrena y San Millán son los municipios de Álava que quedan confinados perimetralmente a partir de mañana. El Gobierno vasco ha dado a conocer este jueves las primeras localidades de Euskadi, una veintena en total, que se someterán a este cierre y otra serie de restricciones aprobadas el lunes por el LABI para aquellos núcleos poblacionales en los que se supera la máxima tasa de incidencia del coronavirus, es decir, los 500 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Una decisión que era previsible para los vecinos de Agurain, donde la propagación del virus se ha disparado desde Navidad, al igual que en los otros dos municipios de la Llanada Alavesa, Asparrena y San Millán. En estos dos últimos, la incidencia ha escalado hasta los 1.980 y 1.101 casos, respectivamente.

En cuanto a las nuevas restricciones, a las limitaciones a la movilidad se suma el cierre de los bares (algo ya vigente en Salvatierra, San Millán y Asparrena desde este martes) y casas de apuestas, el cese de la actividad del deporte escolar y la prohibición de realizar ejercicio físico en grupo. En Álava, hay otros siete municipios actualmente en zona roja, pero en ellos no se endurecerán por ahora las restricciones: son Armiñón (1.345), Artziniega (994), Baños de Ebro (934), Barrundia (531), Lanciego (929), Lantarón (529) y Villabuena de Álava (3.546).

Este cierre perimetral, que excluye el paso también a los municipios colindantes y se debe cumplir salvo motivos justificados, llegará dos días después de que Osakidetza iniciase un cribado masivo en Salvatierra para detectar nuevos positivos entre los vecinos mayores de 16 años de Salvatierra, Araia, Asparrena y San Millán. En la primera jornada del cribado, la del miércoles, Salud detectó siete positivos en Asparrena, dos en Salvatierra y uno en San Millán. Con estos 'screenings', el departamento de Salud busca encontrar personas asintomáticas, que suponen un mayor riesgo para la transmisión del virus al no presentar patologías, y así tratar de cortar las cadenas de transmisión.

El complejo polideportivo Lezao se ha transformado desde el miércoles en un ambulatorio en el que Salud espera «diagnosticar a los 6.000 vecinos» hasta el próximo sábado de 9.00 a 20.00 horas. En ello trabajan tres enfermeros con capacidad para realizar diariamente 1.500 pruebas PCR en total. El resultado se enviará por SMS en 24 horas. «Salvatierra siempre ha tenido una prevalencia un poco alta. Lo ideal sería que al menos 4.500 personas pasaran por aquí y hubiera un poco más de implicación de la que hubo en Sansomendi», apuntó a su inicio Jorge Romeo, director de atención integrada de la OSI Araba.

El 'efecto Navidad' se ha cebado con la Llanada Alavesa, cuya zona de salud es la más golpeada por el coronavirus en Álava en estos momentos. Su capital, Salvatierra, ha alcanzado una incidencia superior a los 600 casos tras concatenar dos semanas consecutivas sumando positivos diariamente desde el 29 de diciembre. Las pruebas arrojan 35 infectados en los quince últimos días. El avance del virus ha sido demoledor en apenas 14 días. Este municipio, uno de los cuatro de Álava que supera los 5.000 vecinos, ha pasado de 132 casos por cada 100.000 habitantes antes de final de año a 635.

Ya el martes su hostelería tuvo que bajar la persiana por estos preocupantes datos. «Siempre son los primeros en pagar por las restricciones, es una pena», lamentó ayer a este periódico Rosa García mientras tomaba algo en el exterior de la Cafetería Ibaia. Queja a la que se sumaba el churrero Antonio Hernández. «Puedo seguir con la actividad porque vendo comida para llevar, pero dudo que a la gente le dé por salir en estas circunstancias», señala. A los vecinos no les pilla por sorpresa esta nueva batería de restricciones. Por las calles de Salvatierra ya reinaba la resignación en las últimas horas. «No sé si un cierre perimetral a partir del viernes ayudará a reducir los contagios porque, por ejemplo, los jóvenes de Salvatierra no salimos mucho del pueblo», planteaba Macías, de 22 años. En cambio, Petri Vilariño, al frente de la tienda de alimentación que lleva su mismo nombre, confiesa que «entre marzo y mayo, cuando la gente no podía salir de Salvatierra para desplazarse a superficies comerciales trabajé mucho más que de costumbre». «No creo que las cosas se hayan estado haciendo mal en el pueblo, pero posiblemente ahora tendremos más cuidado», zanjaba Beatriz Sáez de Jáuregui.

Aunque el virus sigue ganando terreno en Álava y la situación es preocupante, el resto de la provincia se encuentra alejada de este umbral de los 500 casos. El territorio histórico, al igual que Euskadi y el resto del Estado, ha visto empeorados sus datos Covid por las celebraciones navideñas desde que comenzase 2021. La incidencia en la provincia se ha teñido de naranja (riesgo medio-alto) al superar el umbral de los 300 casos (340, para ser más exactos). Estos datos de incidencia no se veían desde hace mes y medio aproximadamente. El segundo municipio más afectado es Vitoria, que congrega la mayoría de los infectados (81 contagios más), con una incidencia en incremento y que se sitúa en 350 casos por cada 100.000 habitantes.

A lo largo del miércoles se hicieron 13.021 test diagnósticos entre pruebas PCR y de antígenos, de los que 771 fueron positivos. Álava registró 119 positivos, Bizkaia sumó 428 y Gipuzkoa, 209. Hay, además, 15 casos de personas con residencia fuera de Euskadi. En los hospitales vascos ayer 74 personas ingresaron por Covid en planta, y en las UCIs hay actualmente 83 enfermos graves.

Por el cierre perimetral se ven afectados nueve municipios vizcaínos, ocho guipuzcoanos, además de los tres alaveses. Son Muskiz, Amorebieta, Bermeo, Lekeitio, Gernika, Markina, Mundaka, Zamudio y Sondika en Bizkaia; y Zumaia, Beasain, Andoain, Villabona, Aizarnazabal, Berastegi, Ibarra y Zegama en Gipuzkoa.