El Salto del Nervión se convierte en un reto para barranquistas de toda España

Los cientos de turistas que acceden cada fin de semana al que ya es el rincón más visitado de Álava (surge entre las hayas de los bosques de la ayalesa sierra de Gibijo) disfrutan del espectáculo de ver saltar a los barranquistas hacia el abismo en uno de los parajes más espectaculares de Euskadi.

Los escaladores, según explican expertos en espeleología, deben tomar numerosas precauciones antes de acometer el descenso. Además de saberse manejar con las cuerdas, evitan los días de viento. La pared se rapeló por vez primera en 2007 y los diferentes montañeros han dejado en la zona anclajes para facilitar los descensos al resto. No hay más que navegar por diferentes redes sociales para ver la cantidad de videos que han grabado quienes se han atrevido a hacer el salto.

Lo habitual es que vayan en grupo. Es lo que hicieron los barranquistas que el sábado vivieron una de las más amargas experiencias de sus vidas. Aunque la cascada está seca, se animaron a rapelar. Uno de los compañeros sufrió un fatal accidente durante el descenso y perdió la vida. El hombre, de 54 años, quedó atrapado en una zona de muy dificil acceso lo que dificultó su evacuación. Los equipos de rescate de la Ertzaintza y los Bomberos de Álava que acudieron inmediatamente al barranco a tratar de salvar la vida al escalador necesitaron cinco horas para poder acceder a su cuerpo. No es la primera vez que se enfrentaban a un accidente de estas características en la misma garganta, El agosto de 2019, dos hombres de 58 y 59 años fueron en la parte burgalesa del Salto del Nervión tras sufrir una caída mientras practicaban rápel. El grupo de montaña y un helicóptero de la Ertzaintza les rescataron con la ayuda de grúas. Uno de ellos, con heridas graves.

A este tipo de rescates acuden efectivos preparados y acostumbrados a la escalada y a los descensos de simas. Precisamente ayer varios de ellos formaron parte del grupo de 75 especialistas en espeleología de Euskadi y Navarra que organizaron un simulacro de rescate en la sierra de Aralar. Se adentraron en dos cavidades para 'rescatar' a dos personas heridas.

Tuvieron que superar diversas dificultades técnicas a una profundidad de 180 metros. Durante el simulacro, los «espeleolosocorristas» comprobaron asimismo la efectividad del sistema de comunicaciones «imprescidible en este tipo de actuaciones», detallaron ayer portavoces del Departamento vasco de Seguridad en una nota. Organizaron el simulacro Euskal Espeleo Kaguntza y Nafarroako Espeleo Laguntza.