Sagardui desaconseja acudir a las manifestaciones del 8M: «No es momento de aglomeraciones»

Con los niveles de contagio todavía elevados en Euskadi y con un retroceso de la tercera ola que se ha desacelerado, conviene evitar situaciones que conlleven riesgos de contagio. A una semana para que se celebren las manifestaciones por el 8M, el Día de la Mujer Trabajadora, la consejera Gotzone Sagardui ha confirmado este lunes que no acudirá a ninguno de los actos que tengan lugar en la comunidad. Este año, la pandemia y, sobre todo, la prevención, se sitúan por encima de cualquier movilización que, aunque cuente con aforos limitados, controles y seguridad, tenga posibilidad de reunir a personas de manera multitudinaria. Aunque sea al aire libre. «Yo he ido siempre, para mí siempre ha sido prioritaria, pero este año no voy a ir, no es el momento de aglomeraciones. Hay que priorizar otro tipo de reivindicaciones», ha señalado la titular del Departamento.

En una entrevista en el programa Boulevard, en Radio Euskadi, ha afirmado que continúa la tendencia de ralentización en la marcha atrás de la pandemia. Este fin de semana se han reducido los casos de manera significativa. Ayer el País Vasco se anotó 269 casos, la cifra más baja desde el pasado 27 de diciembre. Sin embargo, otros indicadores evolucionan de manera preocupante desde el pasado día 16 de febrero, lo que ha llevado a que el escenario sea altamente preocupante y exista la posibilidad de, primero producirse una fase de meseta, y que ésta después pueda derivar en un repunte.

Aunque ha matizado que «no es el único factor», la dirigente jeltzale no se ha cortado al señalar que la reapertura de la hostelería ha tenido mucho que ver en ese retroceso más pausado. «Tiene efecto sobre los números. Ha habido una ralentización en el descenso de la incidencia y la seguimos acusando día a día», ha asegurado al tiempo que ha recordar que «en ningún momento se señala a la hostelería», sino a los comportamientos de la ciudadanía cuando acude a bares o restaurantes. «Lo que hacemos en entornos hosteleros es relajarnos y juntarnos con gente con la que no habituamos», ha insistido.

En este sentido, ha apuntado que, a pesar de que ha transcurrido un año de la pandemia, todavía no se hace un uso correcto de las mascarillas. Un ejemplo, en los espacios hosteleros, ya que la clientela habitúa a quitarse esta prenda protectora durante todo el tiempo que dura la comida. «No terminamos de entender que el hecho de sentarnos a comer o beber algo, no significa que nos tengamos que quitar la mascarilla hasta que acabemos. Hay que mantenerla mientras comemos y bebemos y quitarla solo para el momento de hacerlo. Todavía nos queda bastante por mejorar», ha explicado Sagardui.

En cuanto a la reunión del LABI de este viernes y la posibilidad de suavizar las medidas, la consejera no ha querido mojarse. La semana pasada Euskadi bajó de los 300 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos días, lo que le valió para bajar de escalón del nivel de alerta y activar el escenario 3. Un estadio que, según el Plan Bizi Berri III, contempla la posibilidad de que los vascos recuperen la libre movilidad municipal y provincial. «Habrá que ver la evolución de esta semana. El Plan Bizi Berri lo establece, pero no es ninguna forma automática de aplicación. No todos los indicadores evolucionan de la misma manera. Las UCIs, por ejemplo, todavía siguen tensionadas, por encima de las 122 personas ingresadas», ha manifestado.

Asimismo, ha insistido en que Euskadi todavía se encuentra lejos de cumplir el objetivo de bajar de los 60 casos por cada 100.000 habitantes, una situación que solo consiguió el pasado mes de junio, después del confinamiento total de la población. También está bajo la lupa la cada vez mayor presencia de la cepa británica. El último dato hecho público, la semana pasada, señala que esta variante origina el 42% de los casos que se detectan en el País Vasco. Sin embargo, Sagardui ha asegurado que todavía no es la cepa predominante en Euskadi y que la comunidad «se encuentra en la media general. Hay comunidades que tienen un 80% y otras un 20%. Hay una gran disparidad», ha deslizado. Además, por el momento, no hay evidencias de que se haya mostrado más contagiosa, a pesar de los brotes de gravedad ocurridos en los centros deportivos de Barakaldo y Santurtzi. El primero con un total de 170 positivos y el segundo con 33. «Es cierto que hay una mayor presencia, pero tampoco podemos hablar de una transmisión más rápida», ha comentado al tiempo que ha afirmado que la alta incidencia en la localidad marinera no se debe a una mayor presencia de la cepa inglesa.

Con respecto a la inmunización contra la covid, Sagardui ha confirmado que esta semana Osakidetza llevará a cabo una experiencia piloto de vacunación en grandes recintos, por lo que se confirma el cambio de planes para tratar de buscar fórmulas con las que agilizar un proceso que en Euskadi avanza más lento que en otras comunidades. No ha anunciado el día concreto, pero sí que se celebrará en el Donostia Arena, la antigua plaza de toros de Illunbe, y que se dirigirá al personal de Educación y «otros colectivos que la OSI Donostia estime». Personas que tengan menos de 55 años, ya que será el suero de AstreZeneca el que se les administre.

El Departamento vasco de Salud arrancará esta semana la inoculación a las personas de mayores de 90 años, los siguientes en la lista después de los centenarios. El viernes pasado se conoció que Osakidetza no ha podido vacunar a unos 800 ciudadanos mayores de 100 años por encontrarse fuera de Euskadi. «No es que no las hayamos localizado, hemos contactado con ellas, pero están residiendo fuera del País Vasco», ha especificado Sagardui.

Su segundo en el Departamento, José Luis Quintas, señaló en tono jocoso que quizás se encontraban «en Benidorm», unas palabras que a la consejera le han parecido fuera de lugar y que este lunes no ha dudado en censurar. «No fue una manifestación acertada. Allí mismo se lo comentó a los periodistas tras la rueda de prensa. Quiso significar que son personas que se encuentran fuera, pero no quería hacer de ello una frivolidad». En cuanto a la vacunación, Sagardui también ha reiterado que hasta que la Comisión Pública de Salud no certifique que con el primer pinchazo de las vacunas de Pfizer y Moderna ya se consigue suficiente protección, el Gobierno vasco mantendrá su estrategia de asegurar la segunda dosis.