Rioja Alavesa adelanta la vendimia en la campaña más temprana y corta de la historia
Algunas bodegas empiezan a recoger uva tinta en una temporada excepcional
Rioja Alavesa ha comenzado ya la vendimia más peculiar de su historia reciente en una campaña en la que se han juntado dos circunstancias excepcionales. ... Por una parte, los viñedos están escasos de uva por efecto de las tormentas, el calor y el hongo mildiu que los han maltratado durante el año y la previsión es que la cosecha sea la más corta del siglo. Por otro lado, la climatología de las últimas semanas ha propiciado que en muchos casos el fruto ya se encuentre listo para ser recogido cuando apenas se ha estrenado el mes de septiembre.
En varias fincas ya se ha comenzado a seleccionar los racimos destinados a la producción de vino blanco, que vienen unos pocos días adelantados con respecto a otros años precedentes. Eso sí, se espera que el grueso del trabajo con estas variedades se realice a principios de la semana que viene. Pero lo verdaderamente curioso es que ya hay quien ha empezado a recolectar uva tinta, para cuyo corte normalmente hay que esperar a finales de septiembre.
En la localidad de Lapuebla de Labarca, Bodegas Estraunza ha iniciado ya la recogida de uva tinta para sus rosados. «No queremos que se cargue de grado», señala Iñigo Estraunza, que asegura que en unas cuantas parcelas del entorno están cosechando el grano de blanca pero que la mayoría del trabajo se espera para la semana que viene. Después llegará el turno al tinto, aunque a algunas bodegas riojanoalavesas ya ha comenzado a llegar este fruto, lo que evidencia que la campaña viene bastante adelantada esta vez.
8 Días
Adelanto que presenta la variedad tempranillo en la zona este de Rioja Alavesa, mientras que al oeste la viura ya está para vendimiar.
Según los boletines emitidos por la Casa del Vino de Laguardia esta semana en su último muestreo se aprecia «una evolución favorable de la maduración». Se percibe un adelanto de «unos 2-4 días» respecto al año anterior en la variedad tempranillo en la zona oeste de Rioja Alavesa, mientras que en la del este es «de unos 6-8 días» más temprano.
Por su parte, en la variedad viura «hay parcelas con datos cercanos a vendimia y, en algún caso incluso en valores ya de vendimia» en el sector más occidental del territorio, mientras que en el oriental esta afirmación solo es aplicable a fincas que se encuentran más al sur.
El estado sanitario de la uva es «bueno» en la zona oeste y «muy bueno» en la este. Y, en esta tesitura, desde el Servicio de Viticultura y Enología de la Diputación de Álava se insta a los viticultores a «valorar en función de las propias condiciones actuales reales de sus parcelas la conveniencia de comenzar la vendimia».
«Menos uva de lo que parecía»
Y si las perspectivas en cuanto a la cosecha ya eran malas de antemano, Iñigo Estraunza desvela que la realidad es aún peor que las sensaciones previas: «Con las primeras pesadas, hay incluso menos uva de la que parecía».
En una campaña marcada por una meteorología particularmente lesiva con la comarca, las lluvias, el pedrisco, el mildiu y el intenso calor de principios de agosto han provocado que las vides hayan perdido mucho fruto a lo largo de estos meses y lo que hasta mediados del pasado mes era una sospecha se convirtió en certeza de la mano del Consejo Regulador.
La DOCa Rioja aprobó el día 19 de agosto una revisión a la baja de los rendimientos máximos del viñedo desde los 5.850 kilos por hectárea hasta mínimos de 3.250 en Rioja Alavesa, un recorte de hasta el 44%. El ajuste se hizo por municipios, lo que arroja un panorama dispar. Así, en sitios como Labastida, Kripan, Yécora o Moreda se podrán coger hasta 5,2 toneladas de uva, mientras en Elciego y Navaridas sólo se recolectarán 3,25. En Laguardia, por ejemplo, serán 4.000 kilos y en Elvillar, 4.500.
El Consejo Regulador defendió esta medida porque ayudará a «minimizar la desviación» entre la producción que van a poder dar los viñedos y lo autorizado previamente en esta vendimia. La DOCa también ha constatado que habrá «una cosecha inusualmente baja» porque el viñedo ha sufrido «inclemencias meteorológicas y mildiu». «El ajuste se basa en un exhaustivo contraste de información obtenida a través de visitas a pie de campo y también mediante una avanzada herramienta predictiva basada en inteligencia artificial», señaló.
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