Retiran la custodia a unos padres en Vitoria que pegaron a su hijo por ser gay
Ertzainas rescatan al menor de 16 años en plena paliza. «Le preferimos muerto», declaran los progenitores en el juzgado, que entrega al adolescente a la Diputación
Resulta fácil imaginárselo, barruntando cómo decírselo a sus padres. Durante semanas, quizá meses. En casa, en clase, con los amigos, su mente siempre sopesando. ... Y cuando por fin se armó del valor suficiente, la reacción recibida fue lo más parecido a un infierno. Su padre presuntamente le atizó con un palo. Su madre está acusada de amenazarle con clavarle un cuchillo. ¿El gran pecado? Confesarles su homosexualidad.
El agredido tiene sólo 16 años. Hace escasos días, según ha sabido en exclusiva este periódico, agentes de la Ertzaintza le rescataron de su domicilio paterno, una vivienda de alquiler social de las muchas que hay repartidas por Vitoria. Presentaba marcas por todo el cuerpo y tiritaba de miedo. Toda la familia es de origen pakistaní. El adolescente apenas lleva un lustro en la capital alavesa.
Lo que sorprendió a los uniformados, y más tarde al personal del Palacio de Justicia, es la absoluta falta de arrepentimiento de los progenitores. «Le preferimos muerto», subrayaron en un momento dado. Ratificaron ese pensamiento en sede judicial.
El Juzgado de Instrucción 2 de Vitoria ha impuesto una orden de alejamiento a los padres
protección del adolescente
Por esa razón, el Juzgado de Instrucción número 2, sala que lleva la causa, les retiró de inmediato la custodia del chico. Ha sido derivado a la Diputación alavesa, donde deberán buscarle una oportunidad de vida normalizada. Como mínimo hasta que alcance la mayoría de edad.
Su padre, el que más tiempo acumula en Vitoria, aterrizó en 2005. Más tarde se estableció su pareja. Cuentan con cuatro hijos y la víctima, nacida en Pakistán, es el mayor. Todos están escolarizados sin mayores incidencias. Los progenitores supuestamente son «unos vecinos más, no llaman la atención», refiere un residente del mismo bloque. Fuentes policiales sospechan sin embargo que «no es la primera vez que le pegan», aunque no existen pruebas concluyentes.
La «amenaza» familiar
Tal vez el hecho de que en el país asiático la homosexualidad se persiga, haya pesado más que los casi quince años de integración en Vitoria de los miembros adultos de esta familia. «Los padres no lo entienden, los sentimientos de su hijo les parecen una vergüenza y una aberración», deslizan fuentes conocedoras del delicado caso. El progenitor, nacido a principios de la década de los setenta, ha tenido varias ocupaciones y regentado su propio negocio, en el que trabajaba de cara al público.
No se recuerda en el Palacio de Justicia vitoriano un asunto de esta índole. En el resto de España sí han saltado a la luz algunos, pero a cuentagotas. Según el último informe mundial de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), Pakistán es uno de los estados más represivos con la homosexualidad.
Curiosamente, «la mayor amenaza» procede de las propias familias, que por la vía violenta intentan cortar cualquier atisbo. Esto conlleva un número indeterminado de homicidios «para preservar el honor».
En España, en cambio, lo que se persigue es la homofobia, el odio a los homosexuales. Por esa razón, tanto el padre como la madre se exponen ahora a duros cargos penales. Por un lado, el primero ha sido acusado formalmente de un maltrato en el ámbito familiar. El chaval necesitó de atención médica, aparte de que sus heridas fueron acreditadas por los forenses del Palacio de Justicia.
La madre ha sido incriminada por un delito de amenazas con arma blanca. Pero a este altercado le queda una tercera pata. Ambos adultos –a los que han impuesto una orden de alejamiento del menor– tienen serias opciones de responder en un futuro juicio por un delito de odio, agravado además por su relación de superioridad con su vástago.
Segundo caso este año en España tras otra agresión similar en Valencia
La pesadilla de este adolescente vitoriano es el segundo caso registrado este año en España. O el segundo del que ha habido constancia policial o judicial. Ese primer incidente ocurrió en febrero en Valencia. Una investigación de la Policía Nacional concluyó con el arresto de un hombre y una mujer, de 37 y 35 años, respectivamente.
Como en el episodio alavés, son padres de un menor de edad. Están acusados de pegarle y amenazarle «durante años» al no aceptar su condición homosexual. Incluso le propusieron llevarle a algún médico para 'curarse' de su orientación sexual. Los tres -progenitores y víctima- son de origen extranjero.
Aparte de retirarles la custodia del menor, un juzgado levantino les ha procesado por un delito de malos tratos en el ámbito familiar, agravado por otro de odio.
Al parecer, explicó la Policía Nacional, este adolescente había vivido con sus abuelos en su país de origen hasta que se mudó a España a vivir con sus padres. En algún momento de la convivencia, estos lo vieron afeminado. A partir de ahí, supuestamente llegaron las agresiones físicas, los insultos y las amenazas. Todo porque ninguno de los dos aceptaba su condición sexual. Igual que en el caso vitoriano.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión