Las residencias solicitan que Osakidetza atienda los centros en los que falten médicos
Piden que facultativos y enfermeras de Salud acudan a geriátricos que no logren fichar a sanitarios para atender a los mayores
La escasez de profesionales de la medicina y, en menor medida, de la enfermería no es algo que afecta sólo a Osakidetza y a los ... servicios públicos de salud. Es un problema generalizado a nivel nacional. Esto hace que haya ámbitos en los que las dificultades para contratar a estos sanitarios sean aún mayores que las que se encuentran los hospitales o los ambulatorios. Es el caso de las residencias de personas mayores. En algunos centros tienen verdaderos contratiempos para contar con unos perfiles profesionales que, por ley, deben figurar en su plantilla.
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Es por ello que desde las patronales del sector de los geriátricos se plantea que sea personal médico y de enfermería de la propia Osakidetza el que acuda a las residencias que no hayan logrado contratar a esto sanitarios para atender a los internos y garantizar así su asistencia sanitaria. Es algo que han trasladado los representantes de Gesca, Lares y Acra -las tres principales organizaciones empresariales del sector en Álava- a los representantes del Gobierno vasco y de la Diputación en diferentes reuniones que han mantenido con estas administraciones en los últimos tiempos.
60 centros
centros residenciales hay repartidos por todo el territorio de Álava, de los que 43 se encuentran en la capital.
4 enfermeras
enfermeras diarias necesita una residencia grande para los usuarios con dependencia 1 y cinco para los de nivel 2 y 3.
«Llevamos desde 2021 advirtiendo de este problema porque garantizar que se presta una adecuada atención sanitaria a las personas dependientes es lo que más nos preocupa», sostiene Aitor Pérez Artetxe, portavoz de Gesca. El principal representate de la patronal alavesa Acra, Josu Alda, secunda esa postura. A su entender, los centros del territorio se ven perjudicados por su propia idiosincrasia al estar «diseminados en núcleos rurales» y contar en su mayoría con un tamaño mediano, pues el 40% tienen treinta o menos usuarios. Ambos coinciden en que no se puede exigir a los centros «que encontremos profesionales sanitarios donde no los hay» y recuerdan que hasta la propia Osakidetza tiene dificultades para disponer de todos los que necesita. «Si a ellos les cuesta poder contratar personal, porque existe una carencia de estos profesionales, para nosotros es aún más difícil», asevera Pérez Artetxe.
La patronal afirma que en verano es habitual que Osakidetza contrate enfermeras de residencias
En una situación como la actual, de pleno empleo en las principales ramas sanitarias por la carencia de estos profesionales, a los jóvenes que se gradúan en estos campos se les abre un abanico de oportunidades. Estas licenciaturas ofrecen a los jóvenes que han finalizado la universidad hace pocos años una mayor inserción laboral y mejor salarios, según se recoge en un reciente estudio elaborado por la Fundación BBVA.
Esta escasez de sanitarios cualificados -el consejero vasco de Salud considera que la falta de médicos es el principal problema de Osakidetza- ha llevado a las comunidades a entablar una guerra de ofertas para tratar de retener a los facultativos que forman y captar a los que se han instruido en otras regiones. A esto se suman las propuestas de empleo que tienen los sanitarios desde la sanidad privada o las mutuas. Con todo esto deben competir las residencias de ancianos para contratar a unos perfiles que, por ley, deben formar parte de su plantilla.
Creen que esa exigencia afecta al territorio por su idiosincrasia, con centros más rurales y medianos
La normativa autonómica establece los ratios de los diferentes sanitarios que deben cumplir las residencias en función del número de usuarios que tenga cada una y el grado de dependencia de los mismos. En el caso de un centro pequeño, de 25 plazas, precisa de un médico durante un 0,15 de la jornada laboral para atender a los residentes de grado 1, mientras que para los de nivel 2 y 3 de dependencia, es un 0,22 de la jornada laboral, menos de dos horas al día. Con las enfermeras los ratios son más elevados -de 0,67 y 0,8 jornadas para cada caso-, lo que equivale a 5 y 6 horas y media diarias respectivamente.
Si hablamos de residencias de mayor tamaño, pongamos una de 150 plazas (como pueden ser Sanitas-San Martín o Caser-Alto del Prado en Vitoria), ya se precisa un médico casi a jornada completa para los usuarios de grado 1 y otro con un tercio de jornada para los niveles 2 y 3. Igualmente se necesitan cuatro enfermeras al día para el primero de los supuestos y prácticamente cinco para el segundo, según se establece en el decreto de residencias aprobado en 2019 por el Gobierno vasco.
Hay centros que no consiguen contratar a los profesionales sanitarios que les marca la regulación. Pero, según los últimos datos a los que ha tenido acceso este diario, la Diputación de Álava, que es quien se encarga de hacer cumplir la legislación en este campo en el territorio, no había sancionado a ningún geriátrico por el incumplimiento de los ratios de médicos y enfermeras fijados en la ley.
Osakidetza estudia soluciones
Desde Gesca incluso afirman que en periodos vacacionales como el verano es relativamente habitual que parte del propio personal médico y, sobre todo, de enfermería que trabaja en las residencias «se nos vaya a reforzar Osakidetza». Durante este periodo del año el Servicio Vasco de Salud suele aumentar la contratación para disponer de profesionales que cubran las vacaciones de la plantilla. Pérez asegura que «no es una cuestión económica» por la que los sanitarios dejan las residencias. Considera que «son gente que aspira a trabajar en la sanidad pública. Les estimula más». También las condiciones generales (horarios, sueldos, derechos) suelen ser mejores que en el sector privado.
Por todo ello desde las patronales insisten en que en aquellos centros que no dispongan de personal médico y de enfermería, pese a haber intentado contratarlo, sea Osakidetza la que cubra la atención sanitaria de los internos. ¿Cómo? Desplazando a sus profesionales desde uno de los centros de salud de la localidad en la que se encuentra el geriátrico.
El Departamento de Salud indica que está «estudiando posibles fórmulas de colaboración con la red de Atención Primaria» para «garantizar una respuesta adecuada» a las necesidades de estos usuarios, pero «sin sobrecargar los equipos» de los centros de salud. Osakidetza reconoce que es necesario «explorar fórmulas complementarias que aseguren una atención de calidad también en el entorno residencial». En esta línea se está trabajando en profundizar en la prescripción de enfermería para «mejorar la seguridad clínica y optimizar la atención sociosanitaria en estos centros».
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