La profesora Xue Lian enseña a las pequeñas Jiuyue Aurora, Yuxuan Cristina y Yuquing Aitana en un aula de Niño Jesús. Igor Martín

El refugio chino de Vitoria

Colegio Niño Jesús. ·

La comunidad china estaba preocupada por la pérdida de raíces de sus pequeños. Ahora, en la academia de Xiao aprenden algo más que mandarín

Domingo, 7 de diciembre 2025, 00:38

Xiao Hou lleva casi tres décadas en Euskadi y antes de la pandemia montó su propia academia de chino, Shuren, para transmitir a los más ... pequeños el conocimiento de su idioma pero también la cultura. La «escuela», como esta apasionada de las lenguas la define, inició su andadura en Bilbao y el año pasado dio el salto a Vitoria al detectar en la capital alavesa una necesidad que no estaba cubierta. Desde 2024 dan clases en el colegio Niño Jesús a las que acuden menores nacidos en China, en España con ascendencia asiática y también pertenecientes a familias mixtas. A las aulas de este centro concertado asisten cada fin de semana alumnas como Yuxuan Cristina, Yuquing Aitana o Jiuyue Aurora (cada una tiene un nombre en chino y otro en español) para reforzar los vínculos con sus raíces.

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«Antes de 2024 en Vitoria no había una escuela especializada en chino, pero las familias chinas de aquí tenían muchas ganas de que sus hijos aprendieran el idioma. Por eso creamos esta escuela, para llenar ese vacío y dar a los niños un lugar donde aprender la lengua y la cultura de manera organizada», explican Xiao y la profesora Xue Lian en una mezcla entre castellano e inglés. Según los últimos datos del padrón municipal, en Vitoria residen 912 ciudadanos de origen chino, siendo el número de mujeres ligeramente superior al de hombres. En la última década la cifra ha crecido un 8%, pero si volvemos la vista atrás hasta 1998 (primer año del que el INE ofrece registros) sólo había 84 ciudadanos de esta nacionalidad.

No es una de las comunidades extranjeras con más presencia en la ciudad pero sí que ha ido en aumento en los últimos años y para la inmensa mayoría mantener los lazos con su tierra es fundamental. Algo que también quieren transmitir a sus hijos. «Creo que es muy importante que ellos sepan el idioma. Seguimos teniendo buena parte de la familia en China y cada dos años viajamos allí», comparte Ana Zhang, madre de Cristina (12 años) y Aitana (8). Ambas son alumnas del colegio Niño Jesús, pero a esta academia también acuden niños y adolescentes matriculados en otros colegios de Vitoria e incluso de Miranda. Muchos de ellos antes viajaban hasta Bilbao para recibir clases, se matriculaban en academias 'online' o aprendían en casa a ratos con sus padres.

«También había clases en academias de idiomas, pero no seguían un método claro y les faltaba contenido cultural. Con esta escuela no solo resolvemos ese problema sino que además ayudamos a los niños a sentirse orgullosos de sus raíces y a unir más a la comunidad», reflexiona la directora. Su trayectoria en la capital alavesa todavía es corta, pero uno de los retos que se marcan de cara al futuro es colaborar con instituciones públicas, colegios, empresas y entidades locales para promover el intercambio cultural.

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Profesoras, alumnas y familiares posan haciendo el típico símbolo del corazón con los dedos. Igor Martín

Más allá de aprender ortografía, caligrafía o a mantener una conversación, en las clases –que se imparten siempre los sábados y domingos– las tradiciones tienen un gran peso. Los pequeños aprenden leyendas, pintura, papiroflexia, canciones milenarias o incluso artes marciales. «Además coincidiendo con el Año Nuevo chino siempre hacemos un festival en Bilbao en el que se juntan todos los alumnos y enseñamos a las familias lo que hemos aprendido. Es muy emocionante», comparte sonriente Xiao.

«Es el idioma más hablado»

Durante las clases se utilizan libros de texto de Primaria que se usan en colegios del gigante asiático «para que el aprendizaje sea ordenado y completo». También se prepara a los alumnos para los exámenes oficiales YCT y HSK con el fin de que puedan obtener un certificado con validez internacional.

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«Aunque vivan en Vitoria, saber chino les abre muchas puertas. Es el idioma más hablado del mundo, España y China cada vez se relacionan más y hay más acuerdos comerciales y ellos pueden ser un puente entre los dos países», sostiene Xue Lian, una de las profesoras. Actualmente, en la escuela de la capital alavesa cuentan con una veintena de alumnos con edades comprendidas entre los 5 y 16 años. Algunos empiezan desde cero, y otros ya vienen con algunos conocimientos que han adquirido en casa. Las docentes se adaptan a todos los niveles y los grupos siempre son reducidos.

APRENDIZAJE ORIENTADO

Durante las clases se utilizan libros de texto de Primaria que se usan en colegios de China

«Es un idioma complicado de aprender porque se habla diferente a cómo se escribe y hay muchos caracteres. Entenderlo sí es más sencillo que hablarlo y escribirlo y ellas lo van pillando bien», cuenta orgullosa la madre de Yuxuan y Yuquing. Fue ella precisamente la que habló con el colegio de sus hijas para que prestaran algunas aulas a la academia. «Y a todos los compatriotas chinos que conozco les explico que existe esta academia para que apunten a sus hijos», cuenta orgullosa Ana, que lleva 13 años en Vitoria.

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En Shuren –el nombre se puede traducir como 'conocimiento'– reivindican un ambiente familiar y un «sentido de pertenencia» que para ellos es muy importante, y así se lo trasladan a los alumnos, la mayoría hijos o nietos de inmigrantes chinos. Más allá de las lecciones y otras actividades que se realizan a lo largo del curso escolar, también ofrecen campamentos de verano en China durante los meses de julio y agosto a los que se suman colonias de invierno en diciembre. «El chino es la puerta a una cultura con más de 5.000 años de historia», celebran.

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