El exgerente de Foronda recupera la libertad tras 6 años de cárcel
La Audiencia Nacional le condenó a diez años por introducir dos toneladas de cocaína en el aeropuerto alavés. Siempre ha defendido su «inocencia»
Fue el elegido para cambiar la cara al aeropuerto de Foronda al frente de Vitoria International Airport (VIA). Dirigió esta sociedad pública entre 1992 y ... 2008, y un año después, el 23 de diciembre de 2009, acabó en un calabozo en una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Aquella jornada, un avión procedente de Colombia aterrizó en el aeropuerto alavés con 47.000 kilos de flores... y dos toneladas de cocaína escondidas en los palés. El mayor alijo de droga de la historia de Álava.
González Placer era el enlace de los narcos, de origen colombiano, para entrar en España por Vitoria. También era suya la nave industrial donde se guardaría la mercancía. La Audiencia Nacional, en una sentencia firmada por Fernando Grande-Marlaska, ahora ministro de Interior en funciones, le condenó a diez años de cárcel. La pena hubiera sido de mayor «de haber llegado la droga a las calles».
El 7 de enero de 2014, tras agotar todos los recursos legales posibles, González Placer, que siempre ha defendido su «inocencia» y llegó a calificar el fallo de «desatino», ingresó en la prisión provincial de Álava, la misma donde permaneció los seis meses siguientes a su detención en calidad de preso preventivo. Esa reclusión ya es pasado.
Informe desfavorable
Según ha sabido este periódico en exclusiva, a finales del año pasado, el juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional le concedió la libertad condicional, pese al informe desfavorable emitido desde el centro penitenciario. Su edad, ya es septuagenario, y la delicadísima salud de su mujer pesaron más en la decisión.
En total, González Placer ha pasado seis años y cuatro meses entre rejas. En mayo de 2018 le concedieron el tercer grado. Ahora, ya libre, el exgerente es sometido a un seguimiento periódico. Entre otros controles, debe superar unas entrevistas personales.
En el momento de los hechos ocupaba la gerencia del aeródromo de Ciudad Real. Sus responsables le cesaron al trascender la operación policial.
Aparte de los diez años a la sombra, González Placer debía pagar 100 millones de euros en concepto de multa, algo que nunca ocurrirá, por los 2.000 kilos de cocaína, que presentaban una pureza del «61,5%». Por cierto, la Delegación del Gobierno regaló los 47.000 kilogramos de flores a los vitorianos. La droga, por supuesto, fue destruida en un centro especializado.
Vitoria, puerta de entrada
En los diez años transcurridos, este antiguo ejecutivo siempre ha defendido que le engañaron para valerse de sus buenos contactos en Foronda y utilizarlos para convertir esta pista en su puerta de entrada a Europa. Poco después de que el Tribunal Supremo ratificara el fallo en su contra, González Placer envió una carta a EL CORREO. «Manifiesto mi total inocencia en los hechos que se me imputan. Ni tuve conocimiento ni mucho menos participé en tal delito. Mi total ignorancia y por tanto complicidad sobre la intención de que se estaba encubriendo un contrabando de cocaína en un avión que entró en Vitoria», escribió.
Junto a González Placer, una decena de personas también fue procesada y castigada por aquella intentona. Entre ellos, el supuesto cabecilla, de nombre Villamil y que recibió la pena más severa. Fuentes policiales participantes en aquel operativo, del que se cumple una década, no tienen dudas «sobre la activa participación en aquel negocio ilícito» del antiguo gerente de VIA.
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