Ramiro González, Ryanair y el butano vasco
Me ha defraudado el diputado general. Una cosa era cerrar Garoña, que al fin y al cabo está en Burgos, y otra es este gas con denominación de origen vasco que saldrá de Subijana
Como dicen en Juego de tronos, «the winter is coming». Va enfriándose la tierra. Y en la huerta ya no me quedan sino unas cuantas ... coliflores y brócolis, que da penica verlos a la intemperie sin una bufanda, junto a unas escarolas medio congeladas a las que les caen carámbanos en esas noches tan inhóspitas de la Montaña Alavesa.
Y tengo que reconocer que estoy particularmente cabreado con Ramiro González, nuestro ínclito diputado general. No porque sea el culpable del frío, que obviamente no lo es, sino por no haber peleado con audacia junto a los canarios la decisión de mantener el vuelo de Ryanair a Tenerife. Esta pereza y falta de gana me han defraudado profundamente no sólo a mí, sino a los miles de alaveses que, a decir de las estadísticas, hemos acampado el tabernáculo en tierra de guanches.
De este modo, lo más crudo de este invierno no serán los rigores climáticos de Euskadi Sur, sino el hecho de que ya no vayamos a poder escaparnos a Tenerife por 20 euritos desde Foronda cuando nos entre la temblona. Que la aerolínea irlandesa que opera desde Vitoria ha decidido que se acabó lo que se daba. Y en enero será ya pasado cuando te cogías el coche, aparcabas gratis y en una siesta cambiabas de paisaje, de compañía y de temperatura ambiente.
Un día desayunabas con el pijama de felpa puesto en Vitoria, por la mañana. Y te comías unas papas arrugadas y un cherne al horno al mediodía, en pantalón corto y camiseta, en Puerto de la Cruz, Adeje o Playa de San Juan dejándote mecer por las olas que rompen contra aquellas rocas volcánicas que perfilan la costa.
Yo antes, en cuanto me ponía un poco 'Larry', cogía cuatro camisetas y un bañador y me escapaba a ver el azul del cielo a las Islas Canarias desde Foronda. Me iba a Los Gigantes y viendo cuatro ballenas y algún delfín se me pasaba la 'depre'. Era como irse al pantano en primavera, a aquella playa nudista por donde deambulaba Cibeles en pelotas, con las botas de monte puestas como único uniforme.
Pero como ocurre con todos los sueños, se esfumó el final feliz de manera intempestiva. Y sin saber cómo ni a santo de qué, Ryanair decidió de buenas a primeras que se acabó lo de poner a vitorianos a tomar el sol. Y el que quiera calor en invierno, que se vaya a la burbuja de la esteticién a ponerse moreno o se compre una catalítica.
Se me ocurre que se podía haber negociado con Sánchez, ahora que la ocasión la pintan calva, como hicieron antes los canarios y baleares con Rajoy. Pero como en la 'Dipu' se la pasan compareciendo en Juntas Generales y en el Consejo Vasco de Finanzas, tratando de que no les levanten la cartera ni les bajen los coeficientes, pues a los demás que nos zurzan. Y es que si estás en política queda mal aparecer moreno en pleno invierno, por lo que puedan comentar los más aviesos de la parroquia.
Y claro, que si la feria de la vendimia, que si la de la patata, que si la de la alubia pinta, que si la del ganado, pues como que el ron miel y el mojo picón pillan un poco a desmano. Que la agenda no da para irse a las Islas Afortunadas entre tanto viaje interior.
Recuerdo que aprovechando un pleno de investidura de Rajoy, los nacionalistas canarios se pillaron un descuentazo en los viajes de avión que andan todo el día de la 'Ceca a la Meca', paseando las papas con mojo por medio mundo. Mientras que nosotros nos vamos quedando compuestos y sin novia. Y o te vas a Málaga o a Malagón. Que al parecer es la única alternativa que nos queda.
Yo, que estudié el antiguo Bachillerato y el COU, pensaba que la importancia de un imperio se medía por los territorios a su alcance. Así, Carlos I era también V de Alemania. Y hasta la fecha, nuestro diputado general hacía posible que Álava limitara no sólo con Bizkaia, Navarra y Burgos, sino también con Tenerife. Trascendíamos como alaveses los límites peninsulares.
Hoy, cautivo y desarmado el plan vacacional tras el 'coitus interruptus' de Ryanair y Foronda, nos tenemos que volver con las orejas gachas al apartamento de Torremolinos e inmediaciones. En el imperio alavés se pone el sol. Y ya no viajamos por España cambiando la hora del reloj, ni dando por cierto que tendremos seguro de sol.
El motivo
Pero por más vueltas que le daba no entendía la inacción de la Casa Palacio. Tenía que haber un por qué aunque yo lo ignoraba, constándome como me consta la demostrada y nunca suficientemente bien ponderada capacidad de nuestro máximo dignatario foral.
La respuesta no estaba en el aire, como decía Dylan, sino en Subijana. Cuando leí que el Ministerio para la 'Transacción' Ecológica había autorizado al Gobierno vasco a extraer gas en Álava lo entendí todo. Qué agudeza. Como no podemos ir a Canarias a calentarnos con el sol, lo haremos con estufas de butano vasco. Que al parecer, el hecho de ser vasco le dará un label de calidad a la calefacción, que no vayas a comparar con el gas argelino. Lo que no nos aclaran todavía es si será más barato, que al parecer es cuestión menor en asuntos de autoafirmación.
Una cosa era cerrar Garoña, que al fin y al cabo estaba en Burgos, y otra muy distinta este gas con denominación de origen. Así, podremos añadir a la patata, al queso, al vino, la alubia y demás productos vernáculos, la feria del nuevo butano alavés en la agenda protocolaria.
Aseguran los expertos que hay gas en Subijana para abastecer 60 años a Euskadi. Y no es que me disguste no tener que tirar la colección de mecheros recargables que atesoro, pero no sé por qué me parece que nos toman por tontos hablando de las bondades de sodomizar la tierra de Subijana buscando gases, jugando con cosas que no tienen repuesto como su imponente acuífero.
Tenía pensado manifestarme en bañador y con una sombrilla frente a la 'Dipu' por lo de la cancelación del vuelo a Tenerife. Pero con esto del gas mejor lo dejo para el verano. Que me estoy quedando un pelín destemplado y no son edades.
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