PSE y PNV se dan una semana más para pactar los impuestos de Vitoria con EH Bildu

La formación abertzale parte con ventaja en la carrera por acordar los tributos de 2024, que apuntan a una subida generalizada, frente a Elkarrekin Podemos, que presentó 13 enmiendas con menor impacto en las cuentas, que no necesitarían ese aplazamiento. Los soberanistas plantean un incremento del 2,5% como norma general, medio punto menos que la propuesta del Gabinete Etxebarria (3%).

Ese será el trazo grueso del posible acuerdo, ya que ese porcentaje afectará a la mayor parte de tributos como el IBI, el impuesto de vehículos, la OTA y el abono deportivo, entre otros. Las negociaciones, mientras tanto, se centrarán en acercar los números donde las posturas están más distanciadas. Se trata, por ejemplo, de la tasa de basuras, donde el equipo de gobierno apuesta por un 10% generalizado, mientras que los abertzales limitan esa proporción a grandes almacenes y supermercados, a cambio de subir el 2,5% a la ciudadanía y a los comercios.

También será objeto de discusión el impuesto de actividades económicas (IAE), que afecta a las empresas que facturan más de 1 millón de euros al año. EH Bildu, que siempre da gran importancia a este tributo, propone una subida gradual en dos próximos años hasta alcanzar el tope que marca la norma foral. El coeficiente de este impuesto subiría al 2,1 en 2024 y al 2,2 en 2025. Por su lado, el Gabinete Etxebarria apuesta por alcanzar el 2,01 el próximo ejercicio. Esta cifra es la que se incorpora en una fórmula que da como resultado el impuesto que deben abonar las empresas.

Además, existen otros matices como el recargo del IBI a las viviendas vacías (Bildu lo cifra en un 50% y el gobierno en un 25%) y los descuentos en el impuesto de vehículos a los coches eléctricos, que parecen más abordables. Pero más allá de las propias ordenanzas fiscales, es probable que las formaciones busquen otras bonificaciones que justifiquen o hagan 'digerible' la subida de los impuestos, aunque de momento está por concretar.

Con la maniobra de ganar tiempo, el equipo de gobierno (PSE-PNV) evita el riesgo de que los grupos de la oposición se cierren en banda y rechacen todas las propuestas el día de la votación, que habría dejado los impuestos congelados por falta de acuerdo. Se trata de un escenario que el Gabinete Etxebarria quiere evitar a toda costa, y también EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que abogan por una subida en los tributos a cambio de otras ventajas fiscales y más servicios.

Por otra parte, aunque la opción de pactar las ordenanzas fiscales con Elkarrekin Podemos no está descartada de plano, el equipo de gobierno municipal observa más cerca la propuesta de Bildu. No sólo por la subida generalizada del 2,5%, sólo medio punto por debajo, sino porque considera «muy complicado» incorporar algunas de las enmiendas planteadas por el equipo morado. Se trata, por ejemplo, de la bonificación en el reciclaje del orgánico o el canon de vivienda vacía, cuya implantación no está a día de hoy al alcance del gobierno municipal.