Etxebarria defiende su alianza con el PNV pese al choque por el centro de refugiados
La socialista aplaude el pacto de PSE con Bildu y Sumar sobre el polémico complejo, que se reduce a 200 plazas, entre duras críticas de los jeltzales
El centro de refugiados que el Gobierno central construye en la antigua clínica Arana, centro de la bronca en el tablero político, no desestabiliza al ... Gobierno local de PSE-PNV en el Ayuntamiento vitoriano. Así lo defendió este viernes la alcaldesa, Maider Etxebarria, señalando que la alianza «goza de muy buena salud» y mantiene una relación «estupenda» con sus socios pese al choque en torno al polémico equipamiento. Un espacio que reducirá sus plazas de 350 a 200, confirmó la regidora, y que cuenta con el rechazo frontal de los jeltzales, que exigen paralizarlo.
La dirigente del PSE se pronunció a cuenta del pacto alcanzado entre su partido, EH Bildu y Sumar en el Parlamento vasco para «consensuar» el controvertido proyecto, en una mayoría de izquierdas inédita hasta ahora. Quiso «agradecer» que fuerzas políticas «hasta hace poco muy críticas» con el centro «se hayan acercado apostando por un diálogo constructivo». Para la regidora tiene un «gran valor» que «la crítica haya dado paso al compromiso». Aplaudió el cambio de postura cuando hasta ahora «me he visto sola defendiéndolo». «A la vista está que ya no estoy sola», celebró.
Pese a ese entendimiento en el plano municipal del que hizo gala la mandataria, el PNV reaccionó duramente a sus palabras dejando clara su «oposición» al centro y afeando a Etxebarria que el redimensionamiento anunciado es una decisión «unilateral» y una «imposición» del Ejecutivo de Madrid. Mientras que la iniciativa acordada en el Parlamento, indicaron, aboga por un «diálogo constructivo», este último cambio «no responde a ningún proceso de consenso», reprochó en un comunicado la presidenta del Araba buru batzar, Jone Berriozabal. «Hasta ahora solo el PSE defendía este proyecto, ahora se le suman Bildu y Sumar por puro tacticismo», censuró.
Berriozabal afea a la regidora que el recorte es una «imposición» y exigió otra vez la paralización
El rifirrafe entre los partidos fue más allá y en la Casa Consistorial, por su parte, EH Bildu quiso marcar rápidamente distancia con las manifestaciones de la líder del PSE. La formación «lamenta» que la alcaldesa «no haya entendido» el acuerdo alcanzado en la Cámara vasca. «La cuestión no trata de lo que ella acuerde con el Ministerio, sino de lograr un diálogo capaz de consensuar un proyecto que encaje en el modelo vasco de acogida», recriminó su portavoz, Rocío Vitero.
Con todo, la mandataria socialista persitió en su defensa del contestado centro, y una vez más cargó contra «la ultraderecha y los partidos que han comprado su discurso». Preguntada por si con esta frase se refería también a los jeltzales, aclaró que aludía al PP. Y de hecho evitó criticas a sus socios. «No tengo ningún mensaje», dijo escueta. Sobre las críticas lanzadas por los titulares de los Servicios Sociales del Consistorio y la Diputación, ambos peneuvistas, señalando que Vitoria no está preparada para este centro, se limitó a señalar que «es la postura de un partido que ha pedido la paralización, yo he pedido adecuarlo», y «creemos que sí se puede atender». «Es una cuestión humanitaria», zanjó.
Llegada «progresiva»
La máxima responsable de la ciudad anunció que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha aceptado su petición de reducir el centro. «Se va a ajustar mejor a la capacidad de los servicios públicos». La cartera que dirige Elma Saiz (PSOE) también se ha comprometido a «coordinar» con el Ayuntamiento, la Diputación y el Gobierno vasco «todas las cuestiones que afecten al centro».
Además ha aceptado que algunas dependencias puedan ser utilizadas por el vecindario, no solo las deportivas sino espacios donde compartirán actividades, lo que «va a facilitar la integración». Existe el «interés» de que el complejo reciba refugiados en núcleos familiares, con «especial atención» a la infancia. La ocupación de plazas va a ser «progresiva» de acuerdo a las «circunstancias internacionales», explicó Etxebarria sin aportar información sobre el plazo de apertura del recinto. «Ayudará a refugiados, basta con mirar a Ucrania o Gaza, no podemos ponernos una venda».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión