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«Dificultades». Esa es la palabra que ha marcado la vuelta al trabajo en las dos principales fábricas de Álava tras el apagón. Al alivio ... que supuso el lunes estar en un día festivo le ha sucedido un auténtico dolor de cabeza para retomar el trabajo tras el fundido a negro que vivió el territorio durante más de tres horas. Los más de 8.000 empleados de Mercedes y Michelin han vivido un verdadero arranque a trompicones. La ausencia de electricidad durante la jornada previa han provocado estragos a primera hora en las dos plantas, que han experimentado un accidentado arranque de la producción y lo han ido solventando con el paso de las horas.
Lo peor, al igual que el lunes, se lo ha llevado Michelin. Fuentes sindicales han confirmado a primera hora de la mañana que en la Avenida del Cantábrico había iniciado la mañana con «problemas de arranque con algunas máquinas». La situación impedía a primera hora trabajar a pleno rendimiento. No ha sido hasta poco antes de las 10.00 horas cuando la dirección de la multinacional ha trasladado la recuperación de la situación de normalidad casi completa. Aun así, se han seguido registrando dificultades en las líneas de ingeniería civil. Especialmente en los talleres de rueda súpergigante, que ya habían trabajado el lunes y que se vieron obligados a suspender la actividad tras el apagón. Esa anomalía hizo que se quedase en las máquinas goma sin procesar, lo que complicó todavía más la puesta en marcha durante este martes.
En la Avenida de Los Huetos, situación parecida. Hasta mitad de mañana ha habido que trabajar a medio gas según fuentes conocedoras del trabajo que realiza Mercedes. Portavoces de la dirección de Bernd Krottmayer explican que desde el lunes por la tarde se trabajó «intensamente para que la afección por el apagón eléctrico sea la menor posible». «Hemos arrancado con dificultades, pero estamos sacando la producción», señalaban estos mismos medios. A mediodía, el trabajo ya se desarrollaba con completa normalidad.
Las dificultades que experimentaron los dos principales motores industriales de Vitoria, sin embargo, no fueron algo generalizado. En el parque tecnológico la situación fue notablemente distinta. Miñano consiguió restablecer los servicios y sus sistemas durante el lunes cuando volvió la electricidad y fuentes del polo empresarial confirmaron a este periódico que este martes se pudo trabajar sin incidencias ni mayores inconvenientes. En Aiaraldea, firmas como Tubos Reunidos o Tubacex también operaron con normalidad, aunque fuentes de la Cámara de Comercio confirmaron cierta afección «en la industria pesada» y las firmas electrointensivas, las que más luz consumen.
Otro de los sectores que siguió lamentando las consecuencias del apagón fue el transporte de mercancías. Operadores omo Sibport no pudieron transportar mercancías en sus habituales convoyes entre Arasur y el puerto de Bilbao. «Ni salen ni llegan mercancías», indicó Asier Varona, gerente de esta empresa logística, en declaraciones a EL CORREO. La empresa, que también opera en la terminal de mercancías de Júndiz, desconoce cuándo podrá volver a mover mercancías. Aunque la compañía no sabía concretar el alcance del parón en contenedores, sí señala que «se está dando prioridad a los pasajeros por delante de mercancías», de modo que todavía es difícil concretar cuándo se restaurará el tráfico ordinario de bienes entre Álava y las dársenas de Santurtzi.
Allí, en el puerto, el 29% de los contenedores que llegan a una de las puertas de exportación de Álava lo hacen por tren. Terminales como la de Adif en Júndiz exhibían la tradicional imagen de contenedores amontonados en los aledaños.
En Foronda, el corte de electricidad afectó a la operativa de carga. En la madrugada del lunes al martes, mientras Red Eléctrica seguía recuperando el servicio en otros puntos de la Península, dos vuelos de DHL con destino a Foronda tuvieron que ser desviados a Leipzig: uno procedente de Lisboa y otro procedente de Sevilla, dos aeródromos que registraron complicaciones. Además se registraron tres retrasos en las llegadas de Swiftair -que también trabaja para DHL- y otro más en un vuelo de la aerolínea carguera ASL. A primera hora de la mañana del martes también se retrasaron algunas salidas de los aviones amarillos. Portavoces del grupo alemán aseguran que se estaba evaluando el impacto de los cortes en sus unidades de negocio.
En pasajeros, Ryanair canceló dos vuelos entre Vitoria y Bruselas y otra conexión con Mallorca experimentó un retraso de más de dos horas y media.
El lehendakari Imanol Pradales señaló a la industria electrointensiva -la que necesita grandes flujos de luz para funcionar- como la gran perjuficada por el parón sufrido ayer. Sin embargo, el presidente autonómico rehusó ofrecer cifras concretas del frenazo industrial -la CEOE ya habló de una pérdida del 0,1% del PIB por el fundido a negro- y se limitó a hablar de «daños materiales» en este sector.Fuera de Álava, las otras grandes industrias vascas también experimentaron una puesta en marcha al ralentí. La refinería de Petronor en Muskiz, por ejemplo, vivió ayer un proceso «paulatino y secuenciado» para volver al trabajo. Una situación similar experimentaron las acerías de ArcelorMittal, con Sestao como buque insignia, y que también reanudaron su actividad de forma escalonada. Durante el lunes estas plantas mantuvieron la temperatura de sus hornos con grupos electrógenos.
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