Fin inminente a una semana de huelga en Tuvisa
Los trabajadores de los urbanos votan desde las siete de la tarde en una asamblea a puerta cerrada el acuerdo alcanzado entre los sindicatos y el Ayuntamiento de Vitoria
Tras una semana con la movilidad de Vitoria en jaque, con interminables esperas en las marquesinas de los urbanos y numerosos cortes de tráfico ... por las movilizaciones, el fin de la huelga de Tuvisa se antoja inminente. Los sindicatos se reunieron a última hora de la tarde de este sábado para debatir la última propuesta de la empresa municipal. Hubo fumata blanca. El documento que unas horas antes había trasladado la gerencia, contó con el beneplácito de las centrales, que someterán a votación el acuerdo este domingo por la tarde. De lo que decida la asamblea de trabajadores depende el fin de un conflicto que iba camino de enquistarse.
Al filo de las 21.00 horas, tras una larga reunión, los sindicatos dieron el visto bueno a la última propuesta de la dirección de Tuvisa. En el texto, al que ha tenido acceso EL CORREO, se recogen buena parte de las reivindicaciones de los trabajadores, entre las que se incluyen 12 nuevas contrataciones indefinidas, la compra «durante esta legislatura» de 15 nuevos autobuses que se sumarían a la actual flota de los urbanos -muy envejecida- y también medidas relacionadas con el registro de jornada, que había sido uno de los principales escollos de la negociación durante los últimos días.
EL ACUERDO
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Aumento de plantilla. El acuerdo recoge el incremento con 12 nuevas contrataciones indefinidas.
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15 nuevos autobuses. Esta compra durante esta legislatura se sumaría a los 10 adquiridos el año pasado.
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Líneas. L-6 (Zabalgana-Arkaite) mantendrá su parada en el colegio Errekabarri. La L-7 llegará hasta la calle La Paz.
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Párkings. La gerencia de Tuvisa analizará las funciones de los empleados y actualizará el nivel retributivo.
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Talleres. Compromiso de mantener los 10 puestos de mecánicos y los dos puestos de carroceros en vigor.
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BEI. Se reforzará el servicio BEI en días puntuales como San Prudencio, Santiago o La Blanca, exclusivamente con personal del servicio BEI.
Las centrales someterán a votación el acuerdo en una asamblea convocada para las 19.00 horas en las cocheras de Aguirrelanda. Conviene tener en cuenta que hasta ese momento se mantienen los paros en idénticas condiciones a las de toda esta última semana, con servicios mínimos del 30% en todas las líneas de los urbanos y del BEI y también en los parkings que gestiona la empresa pública.
En la reunión de este domingo por la tarde los representantes de las centrales explicarán al detalle el contenido del acuerdo a la plantilla que, salvo sorpresas, lo validará poniendo fin al primer gran conflicto al que se ha tenido que enfrentar este Gobierno municipal.
Los servicios mínimos continúan hoy a la espera de la votación de la asamblea de trabajadores
Durante los últimos días, el intercambio de documentos entre la dirección y los representantes de los trabajadores ha sido constante. De hecho, a mediados de semana, el acuerdo parecía todavía muy lejano, sin embargo, la negociación dio un acelerón el jueves, tras una reunión en la que ambas partes admitieron avances de calado. El compromiso por parte de Tuvisa de que un profesional externo supervisase la duración de la jornada laboral, además de la ampliación de la plantilla y la compra de nuevas unidades engrasó las conversaciones. Las partes coincidieron en señalar «avances significativos» con posturas cada vez más cercanas. Como prueba de ese acercamiento, las centrales decidieron cancelar una de las protestas previstas para la tarde del viernes. Pero aún quedaban flecos por rematar.
Más mejoras
Este mismo sábado los trabajadores se volvieron a echar a la calle en una marcha que arrancó a mediodía en la plaza Bilbao y finalizó en la de la Virgen Blanca. Allí, el portavoz del comité de Tuvisa, Asier López de Sabando, lanzó un escueto pero muy contundente mensaje: «Esto sigue igual, Tuvisa sigue en lucha». La consigna caía como un jarro de agua fría. El posible fin de los paros parecía alejarse. Sin embargo, tan solo unas horas después, el órgano que representa a los trabajadores retomaba el espíritu de acuerdo y daba por buena la última propuesta de la empresa.
Entre las mejoras en el servicio que recoge el acuerdo se encuentran también aspectos como el refuerzo de los servicios del BEI en días puntuales como San Prudencio, Santiago o La Blanca; la modificación del horario de la plantilla que trabaja los sábados y una «revisión» de las condiciones de los trabajadores de los parkings que gestiona Tuvisa. De hecho, entre las estampas más inauditas que deja esta semana de huelga se encuentran los aparcamientos de Santa Bárbara, el Iradier Arena y Artium con las barreras subidas y los usuarios aparcando sus vehículos gratis.
Fuentes municipales de la empresa pública consultadas por este diario a última hora de este sábado se limitaron a comentar que se mantienen «a la expectativa de lo que digan los sindicatos». «El acuerdo depende de que ellos (los sindicatos) acepten el último planteamiento realizado», abundaron los mismos medios.
Con el sí de la plantilla se pondría fin a casi tres meses de enfrentamientos y un sinfín de desencuentros. Antes de esta huelga «total», durante la que se han llegado a registrar esperas de hasta 45 minutos hubo dos días de paros en diciembre.
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