El PNV y PSE aprueban un presupuesto de 527 millones para salir de la crisis en Álava sin incluir ni una enmienda de la oposición
Los partidos gobernantes acusan al resto de no plantear propuestas que «mejoren» las cuentas y éstos replican que nunca ha existido intención de diálogo
Los gobernantes PNV y PSE aprobaron este viernes en las Juntas Generales los presupuestos de la Diputación de Álava. Salvo por la corrección de cuatro ... errores técnicos, se mantuvo la esencia del proyecto que diseñó el Gabinete de Ramiro González al rechazar las 264 enmiendas parciales que presentó la oposición. Los llamamientos de uno y otro lado de la Cámara para consensuar las cuentas forales frente a las embestidas del Covid no llegaron a buen puerto. EH Bildu, el PP y Elkarrekin Podemos denunciaron desde la tribuna la «cerrazón» de jeltzales y socialistas para rechazar cualquier tipo de aportación.
Los tres grupos coincidieron en evidenciar una falta de diálogo y eso que cada cual había elegido una estrategia bien distinta para desencadenar la negociación que no se ha dado. Los abertzales habían planteado tan sólo 27 cambios al proyecto del ejecutivo, los populares no registraron enmiendas a la totalidad y los morados jamás se han enrocado en sus posiciones. Todo por mostrar una disposición al diálogo que, en algunos casos, ni siquiera ha recibido como respuesta una simple llamada de teléfono por parte de los gobernantes.
Así, la mayoría absoluta que suma PNV y PSE sirvió para que ni uno de los 527,7 millones de euros que componen las cuentas de la Diputación haya cambiado de destino. Ambos grupos defendieron que su receta económica es la idónea para afrontar la 'crisis del coronavirus' en materia sociosanitaria, económica, medioambiental o cultural y que las propuestas de la oposición no sirven «para que realmente mejore el presupuesto».
«Todos ustedes dicen que traen aquí el sentir de la sociedad del territorio histórico. La mayoría social de Álava lo representa el Gobierno foral y los dos partidos que lo apoyan», lanzó la portavoz del PNV, Izaskun Moyua, quien afirmó que les hubiese gustado no aplicar «el rodillo» de la mayoría absoluta si hubiese existido «una estrategia de inteligencia colectiva para llegar a acuerdos». «Pueden hacer muchas florituras dialécticas con argumentos estrafalarios que provocan esta confrontación que ha querido la oposición», remató Jon Nogales, del PSE.
«No, no y no han sido sus respuestas a todas nuestras propuestas ya sean de grande o pequeño calado, de cambios sustanciales o pequeñas iniciativas. Ustedes, desde el principio, no estaban dispuestos a hacer ningún esfuerzo para llegar a acuerdos con nosotros», alegó David Rodríguez, de Elkarrekin Podemos. Y es que el pacto con la formación de los círculos se presumía como el más sencillo si se extrapolaban al Parlamento alavés los acuerdos que sí que se han alcanzado en el Congreso de los Diputados y el Ayuntamiento de Vitoria. Una cercanía que ni existe ni tiene visos de alcanzarse en las Juntas después de la retahíla de reproches que quedaron registrados en el diario de sesiones.
El acuerdo con EH Bildu y el PP se presumía mucho más complicado, algo que ha quedado confirmado. «Ni siquiera han hecho el mínimo esfuerzo de leer algunas enmiendas. ¡Dejen de desprestigiar este Parlamento alavés!», clamó Kike Fernández de Pinedo, portavoz de la coalición abertzale. «Ustedes están encantados de conocerse, pero realmente son sordos y ciegos frente a la realidad. La ciudadanía está cansada y estos presupuestos para sacarles adelante ni afrontar los retos que tendremos en el futuro», señaló el presidente del PP alavés, Iñaki Oyarzábal.
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