El Gobierno vasco eleva un 25% el canon de capitalidad y desatasca la reforma del Iradier Arena y Goya

La aportación del Gobierno vasco servirá para que el infrautilizado multiusos se convierta en un «espacio para grandes eventos culturales, deportivos y congresuales», el objetivo para el que fue concebido en 2006 y nunca se consiguió. Y la histórica estación de servicios del parque de la Florida, que en 2017 se adquirió a Repsol a través de una permuta, será una oficina de turismo 'green' en el futuro. Son ideas sobre las que se ha hablado muchísimo en el Consistorio desde hace tiempo, pero que hasta la fecha no se han conseguido materializar por la falta de iniciativa política o fondos económicos que puedan servir para sufragar unas obras que, en ambos casos, se antojan caras.

26 de los 50 millones de este convenio se van a dedicar a inversiones estratégicas y el resto para la promoción de la ciudad, que –como señaló Etxebarria– «reforzará su estatus». Este jueves se anunció la cantidad y en un próximo acto protocolario se procederá a la firma formal del documento que pondrá negro sobre blanco qué otros proyectos, además del Iradier y Goya, se podrán sufragar con la 'inyección' de Lakua. Justo ayer por la mañana el Parlamento vasco aprobaba una iniciativa del PP con los apoyos del PNV, PSE y la representante de Vox para elevar el canon de capitalidad «a la mayor brevedad». Tres horas después, Pradales y Etxebarria sellaban con un apretón de manos ese incremento de 40 a 50 millones en la sede de Lehendakaritza.

La negociación, en cualquier caso, no ha resultado sencilla. Arrancó en septiembre –en el primer encuentro que mantuvieron ambos mandatarios– y se ha alargado nueve meses. Un proceso en el que el Gobierno vasco no había mostrado hasta la fecha una clara disposición a actualizar esa cantidad, pese a la insistencia mostrada en público por parte de la regidora. De hecho, en los presupuestos autonómicos que están en vigor se establece una partida de diez millones para el presente ejercicio, la misma que se fijó en el lejano 2017 y que se ha ido prorrogando, que ahora –según el pacto– se incrementará con un 'plus' de 2,5 millones.

Pese a todo, hubo buenas palabras por parte de ambos en la comparecencia conjunta. «Es una excelente noticia para la ciudad y para Euskadi. Es una cifra redonda que nos permitirá dar un paso más en la transformación de Vitoria y en su proyección exterior. Sin duda, la capitalidad sale reforzada con este acuerdo», destacó la regidora. «Era necesario renovar este canon y que se incrementase, a pesar de que todos somos conscientes de que no es fácil», subrayó.

«Se cumplen 45 años desde que el Parlamento vasco aprobara su primera ley en la que establecía Vitoria como sede del Gobierno y del Parlamento. Fue el primer hito del Estatuto de Gernika y de la voluntad de un pueblo que eligió esta ciudad como punto de partida, corazón e institución central de su autogobierno», añadió el lehendakari, quien justificó que esa cantidad servirá para «aumentar la proyección exterior de la ciudad, reforzar su papel referente como capital, y conseguir su dinamización social, cultural y cultural».

Este canon se ha consolidado a lo largo del tiempo desde que fue concedido por primera vez, en 2012, con Patxi López al frente del Gobierno vasco y Javier Maroto (PP) en el Consistorio. Cinco millones anuales que, entre otros asuntos, sirvieron para transformar y modernizar el desfasado Palacio Europa en el moderno centro de congresos actual. Con Gorka Urtaran se consolidó esa aportación y en 2017 se llegó a duplicar hasta los diez millones por ejercicio. Ahora, con Etxebarria ocupando el despacho central de la Casa Consistorial, esa cantidad se eleva hasta los 12,5 millones.

Pero ni la alcaldesa ni el lehendakari quisieron entrar a valorar la posibilidad de que este canon se establezca como una ley 'ad hoc' y no quede al albur de las negociaciones entre los mandatarios de turno y los equilibrios políticos de cada época. Una fórmula similar a la que existe en Galicia y Extremadura, donde las capitales son Santiago de Compostela y Mérida, que no son las más pobladas, y reciben una cantidad fija por ser sede de la administración autonómica.

La regidora vitoriana no quiso situarse ante el escenario de que se abra el 'melón' y se cambie la ley para que en vez de desginarse a Vitoria «como sede del Parlamento y Gobierno de la comunidad autónoma» se establezca directamente que es la capital. Algo sobre lo que Pradales no dudó sobre este asunto y no recurrió a los malabarismos semánticos que muchos otros han empleado en el pasado. «Es la capital de la Comunidad Autónoma de Euskadi. Eso es un hecho objetivo que no admite discusión y este acuerdo es la prueba más evidente. Es el rol que estamos otorgando el conjunto de los vascos a Vitoria», destacó el lehendakari.