Borrar
Raúl Sáez de Ibarra ofrece pienso a sus capones de ocho meses y casi cinco kilos de peso en su granja-huerta de Durana. Igor Martín

«Mis pollos viven como marqueses». Acompañamos a un avicultor al mercado de Navidad de Vitoria

Raúl Sáez de Ibarra estudió para avicultor. Compra polluelos, los castra al mes y en su granja de Durana hace de ellos capones de cinco kilos. Al mercado los lleva ya reservados

Viernes, 21 de diciembre 2018, 01:03

Comenta

Noche de cama y cielo raso en Durana. No son más de las seis de la mañana en el campanario de San Esteban. Cerca de ... la iglesia, en un pequeño huerto de los Sáez de Ibarra acondicionado como granja avícola, duermen también, o eso parece, cuarenta aves de corral amistosamente acurrucadas, ingenuas ante lo que les viene encima. Es muy pronto para que cacareen y tarde para que sigan roques a la espera de que amanezca. Toca madrugar en el hogar de paja y pienso. Raúl abre la trampilla, con una linterna ilumina el bulto de plumas marrones, picos y crestas rojizas y, por sorpresa, al azar, se hace con el primer pollo inocente. «¡Lo tengo!», exclama. Entre sus brazos lo acomoda en la jaula dentro de la furgoneta. Luego, otro, un tercero... Y así hasta doce capturas con premeditación, alevosía y nocturnidad. Pero sin delito.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo «Mis pollos viven como marqueses». Acompañamos a un avicultor al mercado de Navidad de Vitoria

«Mis pollos viven como marqueses». Acompañamos a un avicultor al mercado de Navidad de Vitoria