«La política quiere un Estado más grande, más funcionarios y eso ahoga la iniciativa privada»
Fundó hace 20 años el Instituto Biotecnológico, elevado a la cima de la producción científica sin renunciar a sus orígenes vitorianos. «Soy un enamorado»
duardo Anitua prepara una cirugía, revisa resultados de un proyecto de investigación, lee la última revista científica que ha llegado a su despacho y despide ... amable en el mismo día a los 200 médicos de todo el mundo que han pasado una semana por el instituto biotecnológico BTI, ese laboratorio de vanguardia que levantó ya hace 20 años en Armentia. Uno de los más influyentes científicos locales habla de un futuro, el suyo, ligado a Vitoria, «el santuario de la implantología oral».
- BTI cumple 20 años en lo más alto de la producción científica en biomedicina, 350 empleados, decenas de millones de euros de inversión en I+D, 48 patentes...¿Se imaginaba que iba a llegar ahí cuando investigaba con ovejas?
- Sí y no. Cuando tomé la decisión de comenzar esta andadura sabía que iba a ser una dedicación religiosa. Es un proyecto tremendamente absorbente, pero nos ha dado muchas sorpresas. Nunca imaginé la multidisciplinariedad que iba a ser nuestra investigación, nunca imaginé que todo lo que estábamos haciendo en terapia regenerativa iba a llegar a todas las áreas de la medicina quirúrgica y mucho menos que iba a abrir un nuevo horizonte para tratar patologías como la del ojo seco o lesiones corneales... El conseguir resultados que tenemos hoy en día en regeneración de nervios es un reto y una sorpresa grata.
- ¿Esto compensa las noches en vela o el sacrificio de lo personal?
- Bueno, yo creo que lo importante en esta vida es apasionarte con algo. En mi caso tuve dos pasiones: mi familia y la investigación y mi vida profesional. Y he tenido la suerte y el razonable acierto de poder compaginarlas, que no es fácil.
- Por las instalaciones de BTI pasan al año 2.000 estudiantes, profesores y otros especialistas de varios países a formarse. ¿Le dicen mucho eso de qué hace un centro así en una ciudad como Vitoria?
- Le diré que al 99% de la gente que viene aquí y sobre todo extranjera -tenga en cuenta que habrán pasado personas de 40 países- le sorprende Vitoria. Es una ciudad que no sabían ni que existía ni que estaba en el mapa. Les sorprende que se pueda ir andando a todos los sitios, que sea segura, que tengamos la gastronomía que tenemos y que seamos un referente en el mundo en implantología oral. Digamos que es uno de los santuarios a visitar por todo el mundo que hace implantología oral.
- ¿Por qué nos queremos tan poco?
- Es algo endémico. Tenemos la suerte de que en nuestro temperamento va lo de ser muy acogedores, pero al mismo tiempo eso lleva implícito no reconocer nuestros logros y no tratarnos bien. Y no me estoy refiriendo a mí. Solo hay que ver en nuestro entorno lo mal que tratamos, quizá con la excepción de los deportistas, todo el ámbito de la cultura, que es algo de lo que España debería sacar pecho. Y yo creo que en el País Vasco tenemos que estar satisfechos con nuestros científicos.
Trabas al emprendedor
- Otra cosa será lograr retenerlos.
- Para que mantengamos un buen nivel científico es esencial que haya un terreno en el que puedan crecer. Las administraciones muchas veces se equivocan pensando que toda la investigación tiene que ser pública, están obsesionadas, y hasta que no entiendan que lo público y lo privado tienen que convivir, no van a realizar una adecuada gestión. Si nos dedicamos a tener centros de investigación para que luego fabriquen otros, todo ese conocimiento se va a ir a otro sitio.
- ¿Adónde?
- Tenemos un ejemplo muy claro en China. Es una de las mayores potencias científicas del mundo. En Occidente pensábamos que éramos los listos que investigábamos y ellos lo que fabricaban, pero el 'know how' se ha ido allí. Lo fundamental es que sepamos desarrollar aquí nuestras investigaciones y que eso se consolide en una industria biotecnológica que retenga el talento.
- Denuncia que aquí se ponen demasiadas trabas al emprendedor.
- Si hay un monumento que tendría que haber en una ciudad es al emprendedor. Son las personas que al final generan ilusión y pasión por hacer cosas. Todos los países en los que el Estado es el responsable del desarrollo se han ido marchitando. Ahí tenemos de nuevo el ejemplo de China, en el que todas las iniciativas son privadas y lo que hace el estado es protegerlas. Aquí deberíamos aprender a hacer lo mismo. Queremos mantener el estado del bienestar, que es incuestionable que tenemos uno muy alto, pero es inconcebible que sea a costa de exprimir más a las industrias. Lo que hay que hacer es que haya más industrias, es un grave error de concepto. Los médicos sabemos que los tratamientos más eficaces son los que producen isquemias. Si les quitamos a las empresas la posibilidad de invertir y seguir compitiendo, pues será el fin de muchas de ellas.
- En un mundo paralelo, vivimos años de 'opes' y miles de alaveses intentan como sea entrar en la administración. ¿Vamos mal?
- Mientras que quienes hagan las leyes y lleven la gestión quieran cada día tener un estado más grande y con más funcionarios, llegará un momento en que las empresas no podrán soportar esa estructura.
- ¿No pinta un panorama un poco negro para el I+D alavés?
- Creo que hay un enorme talento y que aquí se investiga, pero el problema es atravesar ese río que va de la intuición a la evidencia. Ese camino en biomedicina lleva diez años y exige unas inversiones importantísimas. Quizá nuestros 20 años de BTI lo que hacen es consolidar que hemos logrado pasar el río y llegar a la otra orilla.
- Usted se ha aferrado a sus raíces vitorianas contra viento y marea. ¿Si su clínica y BTI estuvieran en Madrid o Barcelona, se habría ahorrado muchas horas en viajes?
- Solo con que hubiéramos estado en Bilbao, habríamos tenido muchísimas más facilidades. Por supuesto que estar en una ciudad como Madrid solo por su tamaño y con mejores comunicaciones ya es facilitador.
Lugar sin proyectos
- Y Vitoria sigue sin aviones.
- Es un hándicap tremendo. Tenemos unas nefastas comunicaciones y un tren que nunca vamos a saber qué va a pasar con él.
- Tampoco con el auditorio. Dentro de otros 20 años igual le pregunto por los mismos proyectos.
-Sí, es la ciudad de los proyectos incumplidos, ¿no?
- ¿Es embajador de Vitoria y también forma parte de su marca?
- Intentamos hacer marca, intentamos que todo el mundo se enamore de Vitoria y en mi caso me viene de fábrica, no he tenido que hacer ningún esfuerzo.
- Cada año organiza un encuentro en el que muestra las novedades de BTI y la première es aquí. ¿Se valora su esfuerzo?
- Eso sí que ha sido difícil. Luego repetimos en Madrid y seguiremos por las capitales europeas más importantes. Esta ha sido una decisión personal. Intento que todo el mundo sepa que todo esto ha nacido aquí.
- ¿Cuáles son las novedades del 'BTI Day del 9 de noviembre?
- Estamos en un camino con una evolución vertiginosa cada día, con la aplicación de las nuevas tecnologías, con los nuevos sistemas de escáner, el mundo de la digitalización... Los tratamientos son cada día más personalizados y menos invasivos. Y una idea que es cien por cien 'made in Vitoria' es que no sólo sean poco invasivos sino también reversibles. También enseñaremos nuevos diseños de implantes y prótesis, las nuevas tecnologías auditivas...
-¿Le han salido imitadores?
- Por su supuesto. Todo lo que uno hace bien se copia y eso es bueno. Otra cosa es que hayan salido impostores, que es más grave; de hecho hemos ganado un nuevo juicio, en este caso a una empresa catalana que había plagiado una de nuestras patentes...
Medio centenar de especialistas para celebrar el vigésimo cumpleaños
El 'BTI Day', la jornada científica que organiza cada año en Vitoria Eduardo Anitua y que el próximo sábado reunirá en el Europa a más de 500 especialistas en implantología oral y regenerativa, es además un día de diversión. El anfitrión logra transmitir a partes iguales conocimiento y pasión de por vida, lo que le ha llevado a rodearse de personajes como Toni Nadal, David Bisbal, José Mota, el Mago More, Inma Shara, Eugenio Ibarzábal o Miguel Gutiérrez Garitano. Cerca de 10.000 centíficos han asistido a estos encuentros, donde no faltan vídeos promocionales de Vitoria. Este año será una jornada especial, pues el BTI, el Biotechnology Institute, cumple 20 años a la vanguardia.
Bajo el lema 'Ciencia, salud, personas', esta vez servirá para dar a conocer a nivel mundial importantes avances en cirugía y prótesis, apnea del sueño, los últimos diseños en implantología y las nuevas aplicaciones terapéuticas del plasma rico en factores de crecimiento. El equipo que dirige Anitua presentará una nueva gama de implantes diseñados para prevenir la periimplantitis, una enfermedad que cada día se diagnostica más como consecuencia de tratamientos inadecuados. También hablarán de la incorporación de las nuevas tecnologías (como los nuevos escáneres intraorales, las nuevas impresoras 3D y los sistemas de CAD CAM) para la realización de férulas, prótesis y dientes. En estos ámbitos, BTI está a la vanguardia de la investigación. Asimismo, se tratará el diagnóstico precoz y el tratamiento de los trastornos respiratorios y la influencia que estos tienen en muchas patologías tanto de la deglución como de la respiración.
Salidas a otras ciudades
El 'BTI Day', además de los temas científicos, abordará otros contenidos divulgativos y de entretenimiento. Un año más el conductor de la jornada será José Luis Izquierdo (Mago More). Están invitados a participar en el encuentro, que se celebrará durante la jornada de reflexión, el diputado general, Ramiro González, y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran.
Tras la première de Vitoria, Anitua llevará sus investigaciones a Madrid, Londres, Milán, Frankfurt o París, entre otras ciudades europeas.
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