32 policías locales de Vitoria están ya de baja por contagio o por tener que guardar aislamiento

Alguno, además, ha sufrido en sus carnes el colapso de Osakidetza. Un agente con síntomas claros de portar el Covid-19, por ejemplo, permaneció 16 horas en Urgencias de Txagorritxu hasta que le trataron. A partir de ahí subió a planta y permaneció ingresado cuatro días. Le mandaron a su casa a principios de esta semana.

Notarios del ambiente en Aguirrelanda, los dos sindicatos mayoritarios han presentado sus sugerencias para que la Policía Local no se paralice mientras dure esta pandemia. El Sipla, por ejemplo, reclamó ayer hacer la prueba del coronavirus a toda la plantilla «y a todos los grupos de riesgo, como personas de residencias o bomberos, para apartar a los que den positivo».

«Tenemos casos asintomáticos pero que han dado positivo. Esa es la preocupación que tenemos, que tengamos algún compañero que ahora mismo no se encuentre mal pero que pueda contagiar a otros miembros de la plantilla». Esto agravaría un problema, a su juicio, «porque podría mermar la plantilla aún más. Por ese motivo hemos solicitado hacer las pruebas».

Para esta central, la Guardia urbana es «un servicio esencial que ahora mismo puede propagar la infección entre la población y entre los propios compañeros, mermando cada vez más estos colectivos imprescindibles en estos momentos».

En Erne piensan en similares términos. No obstante, abogan también por permitir la posibilidad de que agentes sanos se presenten «voluntarios» para completar los turnos más perjudicados. Algunas unidades andan más tocadas que otras. «El GPA (un grupo comodín) tiene ya cerca de un 40% de bajas», explican desde este sindicato.

Ya se ha hecho habitual la imagen de los patrulleros con guantes, mascarillas y gafas. La mayoría de este kit lo ha puesto el departamento de Seguridad Ciudadana, liderado por la socialista Marian Gutiérrez.

«En ese sentido no nos podemos quejar. Desde el principio se nos dotó de material de protección bastante completo, a diferencia de otros cuerpos de seguridad», dicen en Erne en referencia velada a la Ertzaintza. Muchos de sus agentes han tenido que comprarse mascarillas y gafas.

El Sipla explica que «además se han hecho tres turnos de entrada y salida para no juntarnos todos y entre nosotros intentamos no interactuar y casi no coincidimos con los compañeros, excepto en alguna intervención». Es su medida de autoprotección «para no exponernos entre nosotros».