La Policía Local atrapa a un ladrón de móviles en bicicleta tras perseguirlo un kilómetro por Vitoria
Una camarera y una cocinera de un conocido bar del barrio de Santa Lucía se disponían a abrir la puerta. Eran las 8.20 ... horas de ayer, domingo, y por su calle solo había una persona, un joven en bicicleta. Sin mediar palabra, este chico se les acercó. Cuando apenas estaba a un metro de ellas, estiró un brazo y le arrebató a una el móvil de alta gama que llevaba en una mano.
A partir de ahí, y ante el pasmo de sus víctimas, pedaleó como si protagonizara un sprint. En la carcasa del móvil, con un precio superior a 400 euros, había además un premio extra; 70 euros en billetes. Ambas mujeres alertaron al 092, que llevaba toda la mañana de actuación en actuación por denuncias ciudadanas similares.
La minuciosa descripción de las víctimas fue trasladada a todas las patrullas de servicio a esas horas. Una de ellas pronto detectó al joven que hizo caso omiso a sus órdenes de echar pie a tierra. Otros coches patrulla se unieron a la persecución. Ésta acabó en Aranbizkarra, a un kilómetro del lugar de los hechos.
El chico, de 19 años y origen extranjero, llevaba consigo el móvil y el dinero. Por esta razón fue detenido y trasladado a la comisaría de Aguirrelanda, donde constataron que cuenta con un historial delictivo desde su época de menor. Llegó a Vitoria hace unos años y, hasta el año pasado, deslizan fuentes internas de la Guardia urbana, «estuvo tutelado por la Diputación de Álava». Tras declarar fue puesto en libertad a la espera de que su caso sea judicializado.
7 pastillas de éxtasis
No fue el único altercado reseñable de la jornada. Debido a las llamadas ciudadanas por robos de móviles, la Policía Local pasó buena parte de la mañana del domingo buscando a los posibles sospechosos. Según relataron las víctimas, todos los presuntos autores de los tirones eran «jóvenes».
En esta labor de búsqueda, los uniformados pararon a un par de jóvenes «conocidos» de la comisaría de Aguirrelanda por su andanzas delictivas. Aunque negaron su participación en cualquier asalto, los agentes locales les cachearon. Les encontraron siete pastillas de éxtasis, una droga cuya dosis no bajan de los 20 euros.
Según fuentes internas, los chicos adujeron que las utilizaban «para uso medicinal», excusa que lógicamente no coló. La droga fue aprehendida y a ambos jóvenes se les abrieron sendos expedientes.
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