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Kepa Murua juega con la portada y el título de su último poemario, ante su rostro. FOTOS DE IGOR AIZPURU

Kepa Murua | Escritor

«Con estos poemas pinto un cuadro que quiero que exista y lo miro»

El autor combina cuestiones, sensaciones y certezas en su poemario '¿Dónde?', entre la ausencia y la presencia de un viejo amigo fallecido

Viernes, 21 de julio 2023, 09:08

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Kepa Murua cuenta con una trayectoria literaria tan sólida como diversa. Ahora el novelista, poeta y ensayista abre su nuevo poemario con una pregunta. '¿Dónde?' es la cuestión que bautiza al libro editado por Luces de Gálibo, que siembra muchas reflexiones y sensaciones. El autor ubica su origen: «En la noticia de una enfermedad muy grave. Tengo –todavía hablo de él en presente– un amigo al que conocí en la escuela y que me sigue escuchando desde la distancia aunque esté muerto».

Se trata de Joaquín Mari Arzalluz, quien «me informó de que tenía un cáncer de páncreas. Al amigo siempre le das palabras de ánimo. Aunque él vivía en Córdoba y yo en Vitoria, nos veíamos en Zarautz. Pero en lugar de a un hombre alto, fornido, le di un abrazo a alguien delgado y tuve el pálpito de que se iba a morir».

No es la primera vez que Murua habla de la enfermedad en su poesía, ya que 'Canciones para Pau Donés' abordaba el asunto de una manera diferente. Frente a esa poesía como cantada «aquí me vi obligado a explicarle cómo será cuando él no esté. Desde un punto de vista poético, planteo una serie de preguntas que no se responden o que lo hacen a través del conjunto».

En tres partes de desigual medida en poemas, Murua señala que «hablo de nuestra relación, de esa posible muerte y de lo que nos une. Y a mí me sale un 'Responso'». Esta «oración final fúnebre» es el título del final del libro, cuyos versos en cursiva se repiten repartidos al final de los poemas de los bloques iniciales, 'Aunque no lo creas'y 'Resplandece'.

Dónde se sitúa

«Escribo todos los días y me veo en la madurez, con mucha libertad. Y tengo muy claro qué literatura me gusta»

De esta manera, Murua establece una cierta polisemia de las frases que integran ese 'Responso' final, al que el lector llega después de recorrer todas esas cuestiones, sensaciones y certezas, además de reflexionar en cada una de esas frases destacadas por la grafía itálica. Luego, aparecen todas enlazadas y en otro contexto. «Hay una sorpresa y un juego muy hábil, aunque esté mal que lo diga yo», matiza el autor.

«Había comenzado por el final, un responso que se relaciona con la muerte y que es algo generalmente muy triste. Pero el mío era más emotivo», distingue el poeta.

En el arranque del libro refleja que «hablábamos mucho de la divinidad o del más allá, pero sin palabras muy concretas sobre la muerte o de la tradición católica». No obstante, resulta inevitable esa referencia a la religión de la infancia, un momento al que remite inevitablemente la memoria de cuando Kepa y su amigo Joaquín –profesor universitario, que llegaría a ser socio de la editorial vitoriana Bassarai– se conocieron. «Hay un juego de luces y sombras, como cuando estás en el interior de un templo», compara Murua.

Lírica emotiva

'Resplandece' hace referencia «a la luz, a lo que nos ha unido. Hago un camino en catarsis muy profunda donde no puedo utilizar un verso tan narrativo como el de 'Pau Donés', donde era un juego más tranquilo, más de canción. Aquí tampoco le pondré epítetos como 'místico'».

Pero sí se recogen grandes cuestiones de la vida y de la existencia. «Hay una lírica emotiva.Tampoco tienes que entenderlo todo, sino tener una sensación o quedarte con una frase. Pinto un paisaje de dudas, de incertidumbres, aunque hay algunos elementos de unión, como si digo 'acompáñame a ver este cuadro'. Aunque yo soy el autor, lo que quiero es verlo, que exista».

Murua, con su libro '¿Dónde?', editado por Luces de Gálibo.

«Hay un tiempo que se acaba, pero era un colega al que yo le preguntaba muchas cosas y habíamos vivido y viajado mucho juntos. Era como un confesor laico de mis dudas y fracasos, sobre la literatura... que me aportaba mucha calma. Aún sigo haciéndolo», agrega quien escribe un poema sobre un amigo, como un ejercicio balsámico, pero es un responso que nos completa a todos».

Desde poemarios como 'Cardiolemas', 'Siempre conté diez...' o 'Cavando la tierra con tus sueños' (reeditados como trilogía), 'Un lugar por nosotros', 'Escribir la distancia', 'Pastel de nirvana' o 'Lo que yo veo cada noche', Kepa Murua firma piezas narrativas tan diversas como 'Elegancia' (dedicada a Balenziaga), 'Un poco de paz', 'La carretera de la costa', 'De temblores' o 'Tangomán'. También, ensayos autobiográficos o una pieza tan original como 'Lavas Remi', con prosa y poética en torno a un asesino profesional.

Así que, a sus 61 años, el escritor nacido en Zarautz y afincado desde hace décadas en Vitoria resulta muy difícil de situar. «Yo les doy mucho valor a todos mis libros. Pero estoy tan metido que no tengo distancia para ubicarme. Lo que sí tengo claro es que soy escritor y tengo una voz poética muy fuerte, tengo mucho publicado y más reconocimiento fuera del país».

Al volver la mirada hacia el espejo, Murua apunta que «escribo en tierra de nadie porque lo hago en castellano y es un camino bastante solitario. No sé ubicarme, yo escribo todos los días y me veo en la madurez. Con mucha libertad. Y tengo muy claro qué tipo de literatura me gusta».

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«Con estos poemas pinto un cuadro que quiero que exista y lo miro»